Domingo 28 de abril 2024

El Nihuil está a tope, pero Mendoza no envía agua

Redacción 14/12/2023 - 00.45.hs

Una fotografía tomada por el mendocino Gustavo Alejandro Rada registra el enorme crecimiento de caudal en el río Atuel, producido por las últimas lluvias y el inicio del deshielo. La imagen registra el excelente nivel alcanzado por el embalse El Nihuil, con el agua al borde de su capacidad, acrecentando el contraste con el tramo inferior que debería correr por La Pampa, cuyos habitantes todavía esperan que Mendoza cumpla el fallo que la obliga a liberar un caudal fluvioecológico en el límite interprovincial.

 

La misma situación se registra en el dique Valle Grande, en San Rafael, cuyo embalse se acerca también al límite de capacidad. Entre estos dos lagos artificiales alimentados por el Atuel suman una capacidad de almacenamiento de 345 millones de metros cúbicos. Según la última evaluación de ingresos y egresos de agua, realizada por el Departamento de Irrigación, al 31 de octubre pasado el promedio de almacenamiento ambos embalses alcanzaba el 56%, valor muy similar al 55% que promediaban hace dos meses los siete grandes embalses de Mendoza. Por entonces, en los embalses ingresaba menos agua de la que erogaban: según aquel informe de Irrigación, durante la última quincena de octubre el sistema recibía 135 hectómetros cúbicos y soltaba 183.

 

Además de estos diques sobre el Atuel, Mendoza almacena agua en El Carrizal (río Tunuyán); Potrerillos (río Mendoza), y Agua del Toro, Los Reyunos y El Tigre, tres represas emplazadas sobre el Diamante. En poco más de un mes, aquella ecuación se invirtió drásticamente y el nivel promedio de agua almacenada creció hasta alcanzar casi el 80% que registra actualmente.

 

No cumplen el fallo.

 

Hace exactamente un año, el gobierno pampeano iniciaba las tareas de limpieza y acondicionamiento sobre el cauce seco del Atuel, entre La Puntilla y Algarrobo del Aguila, con el objetivo de “recomponer el estado original del cauce en sectores puntuales, para permitir la recuperación del ambiente cuando el caudal fijado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de 3,2 metros cúbicos por segundo corra de manera definitiva y permanente”.

 

Sin embargo, lejos de hacer el más mínimo intento por cumplir la sentencia, Mendoza mantuvo su posición inclaudicable de no soltar una gota, apoyada en el argumento de la severa crisis hídrica que afecta a los sistemas de la región y acusando ridículamente a La Pampa de no estar preparada para recibir el agua.

 

Finalmente, la escasez comenzó a atemperarse esta última primavera, con pronósticos muy alentadores sobre recuperación en los cursos que atraviesan territorio mendocino, según el informe de caudales 2024 publicado por el organismo mendocino. Una oportunidad inmejorable para que Alfredo Cornejo inicie su mandato demostrando voluntad política de cumplir aquel fallo de julio de 2020: el oeste pampeano aguarda con el cauce limpio y en condiciones para recibir el caudal que corresponde, y más también.

 

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