El pampeano que volvió a cumplir su sueño de bailar en el Carnaval de Río

El policía retirado pampeano, Héctor Eduardo Olguín, volvió a cumplir su gran sueño. Bailó, por segunda vez, en una reconocida escuela de samba en los carnavales de Río Janeiro. La comparsa que integró quedó en el noveno lugar. 

Héctor cumplió su gran sueño en febrero del año pasado cuando se sumó a Paraíso do Tuiuti, una de las escuelas de samba de Río de Janeiro, para recorrer junto a sus integrantes los 550 metros del sambódromo que tiene capacidad para 75.000 personas. Bailó en el "Sambódromo da Marquês de Sapucaí" del barrio "Cidade Nova" de Río de Janeiro. Su historia fue reflejada en febrero del año pasado en las páginas de LA ARENA. 

Y, un año después, sin pensarlo, volvió a pisar el mismo suelo para disfrutar de otra noche que jamás olvidará. 

"Estaba en Río de Janeiro y Rodrigo, el mismo coordinador de la escuela del año pasado, me volvió a convocar para sumarme a Paraíso do Tuiuti", dijo Héctor ante una consulta de este diario. 

El ex policía dijo que al recibir este llamado no lo podía creer. 

"Tenía una gran alegría, que el mismo coordinador me haya convocado fue único", sostuvo. 

UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE. 

El pampeano, a sus 60 años, se sumó de esta forma a la escuela de samba y formó parte de otra experiencia única.

"Sin imaginármelo ni siquiera me sumé a la escuela y el lunes 12 de febrero a las 2 de la mañana salimos a la pista para bailar ante diez tribunas repletas de personas, fue algo único, increíble, que jamás olvidaré", destacó al describir que ellos formaban parte de las palmeras que acompañaban a otro grupo de personas caracterizadas como el agua.

Héctor viajó el 30 de enero a Río de Janeiro y se quedará hasta el 15 de marzo donde emprenderá el regreso a Santa Rosa. 

"No te imaginás mi alegría cuando se prendieron las luces y los fuegos artificiales cuando salimos, parecía que el corazón se me iba a reventar, fue una alegría inimaginable".

EL PRIMER SUEÑO. 

Héctor vivió su primer sueño el año pasado. 

"Cumplí el sueño de mi vida, bailar en el sambódromo es lo más grande del mundo, había miles y miles de personas", le dijo en ese momento a LA ARENA.

Su historia fue reflejada en estas mismas páginas. 

"Yo el año pasado estuve en Río, y conocí a un taxista, Andersson, que es parte de la organización del carnaval. Él fue quien me llevó el año pasado a conocer el carnaval, que en febrero no se hizo en el sambódromo, fue en otro lugar, porque el año pasado la celebración oficial se hizo en Semana Santa", relató.

Y agregó que "ahí cuando fuimos, me presentó a la gente de la escuela de samba. Ellos me vieron que yo bailé todo tiempo atrás de las comparsas como si supiera, porque la realidad es que nunca en mi vida lo había hecho, y me dijeron que este año tenía que volver, que ellos me iban a permitir ser parte de una comparsa, y el lunes a la noche llegó mi momento. Todavía no lo puedo creer", dijo aún extasiado por el momento vivido.

Si bien bailar en el sambódromo era un sueño de toda su vida, Héctor nunca había participado en una comparsa. "Había trabajado en los corsos solamente como seguridad, nunca había estado bailando o participando. Vestirme como ahora, con una ropa impresionante como ésta, que me la voy a llevar a Argentina, porque la pagué para quedármela, fue algo único. No sé cómo explicarlo, pero realmente era el gran sueño de mi vida", explicó.

Paraíso do Tuiuti, la escuela de samba a la que se sumó Héctor, es una de las tradicionales de Río de Janeiro, con origen en el barrio de São Cristovão , en la zona central de la ciudad. Paraíso do Tuiuti se consagró varias veces campeona del carnaval en las categorías de ascenso, aunque en el grupo especial, su mayor logro lo obtuvo en 2018, cuando fue subcampeona.