En Neuquén el kilo de asado ya cuesta $ 3 mil

Si comer un asado hoy en cualquier punto del país resulta realmente complicado para el bolsillo, en Neuquén directamente es algo exclusivo para unos pocos. Y es que desde que arrancó este año las carnicerías aplicaron entre dos y tres subas, con aumentos de hasta mil pesos en algunos cortes, por lo que hoy el kilo de ese tradicional plato criollo escala hasta los 3 mil pesos.

 

En este panorama vale recordar que tanto los comerciantes como los consumidores, al igual que algunos sectores políticos, reclaman desde hace tiempo que se levante la barrera sanitaria al sur del río Colorado que mantienen tanto Neuquén como Río Negro para la carne con hueso que procede desde La Pampa.

 

“Luego de los asados de Navidad y Año Nuevo, las carnicerías neuquinas aplicaron entre dos a tres aumentos en lo que va del 2023. Algunos cortes sufrieron incrementos de hasta mil pesos por kilo, y los vecinos optan por comprar de a poco, para salvar cada comida. Se espantan por los precios, pero compran igual: ‘Algo hay que comer’”, destacó en una nota el medio lmneuquén.com

 

Durante enero y los primeros días de febrero, la carne fue uno de los productos alimenticios que sufrió los mayores aumentos. “Si bien varía mucho según las carnicerías visitadas por LMN, los incrementos rondan desde el 20 al 65 %”, se agregó.

 

Asado con hueso.

 

En una carnicería visitada por el medio neuquino, el cuadril tiene un valor de 1.990 pesos el kilo, cuando la semana pasada estaba en $ 1.600. “Estamos esperando que llegue un camión, estuvimos así en la espera todos estos días, con dudas del abastecimiento y de los precios. Tratamos de ir combinando con distintos frigoríficos para poder mantener lo más posible los precios al consumidor", comentó el comerciante a LMNeuquén.

 

En esa carnicería consultada el asado con hueso cuesta 2.950 pesos y según recordó el comerciante en diciembre pasado el mismo corte tenía un valor de 2.200 pesos el kilo. Además algunos cortes como vacío y entraña “están faltando”. “Los vecinos ya saben que todo aumenta, ya no se quejan”, aseguró un comerciante en referencia a la respuesta que tienen de los consumidores.

 

En otro comercio del rubro consultado por LMN, su dueño confirmó que “la mercadería traída de Buenos Aires tuvo aumentos por encima del 20 % en estas últimas tres semanas”.

 

“En nuestro caso como trabajamos los dueños podemos seguir manteniendo un poco más los precios. Está todo jodido, si tenés empleados y no trabajan los dueños tenés que subir todo más del 50 por ciento”, analizó.

 

En esas carnicerías, según la nota periodística, “el asado con hueso en diciembre pasado salía $ 2.000, hasta esta semana salía $ 2.200 y a partir de este martes estaban analizando un nuevo incremento”.

 

Caída del consumo.

 

En este panorama, el titular de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de CABA, Alberto Williams, advirtió que el consumo de carne está en su peor momento y alertó por la caída que se profundizó durante los últimos años.

 

“Estamos en 41 o 42 kilos por año de consumo de carne”, afirmó lo que implica que “bajó una barbaridad” en el último tiempo.

 

La inflación que no da tregua explica la merma notoria en el consumo, que en los últimos días recibió un nuevo impacto al incrementarse un 20 % los distintos cortes y puede sufrir otro aumento del mismo orden en las próximas semanas, a lo que Williams consideró como “una locura”, ya que con el actual ajuste de precios “no compra nadie carne”, y ejemplificó que “el kilo de milanesa a $ 2.000 no te lo compra cualquiera”.

 

Informalidad.

 

Al referirse a la posibilidad de que el Gobierno anuncie medidas para contener los aumentos de precios y sostener el consumo, entre las cuales se encuentra que las compras con tarjetas de débito se realice un reintegro al consumidor de $ 100 por cada $ 1.000 de compra, señaló que muchos comercios no cuenta con ese medio de pago ya que “la informalidad está en todos lados, no solamente en la carnicería” y además “el carnicero no tiene mucho margen de utilidad, entonces no puede tener los gastos del posnet, del banco, etcétera”.

 

En ese sentido, subrayó que “el carnicero necesita el efectivo para pagar la mercadería que compra” en el día a día, por lo que desde su punto de vista es necesario ver cómo se puede llegar a implementar esta medida para que sea realmente efectiva.