Falleció Graciela Brescia

Falleció el pasado 8 de febrero Graciela Brescia D’Angelo de Esteves. Fue esposa del ex rector de la Universidad Nacional de La Pampa, Raúl Esteves Leyte –el primero desde el advenimiento de la democracia-, quien fuera elegido por el método de la reforma universitaria, por la elección de los claustros de la Asamblea Universitaria, allá por 1985.

Graciela, si bien su esposo tuvo una vida pública de mucho protagonismo, era de esas personas que preferían acompañar desde un segundo plano desde el cual –no obstante- mostraba en forma permanente su costado solidario.

Como se sabe Raúl era ingeniero agrónomo y había nacido y estudiado en Montevideo, desde donde llegó junto a su esposa en 1975 para ser profesor en la Facultad de Agronomía.

Solidaridad con Cuba.

Transcurría los años de fines de los ‘70, principios de los ‘80, y Graciela participaba muy activamente de un grupo de vecinos que organizaba colectas de distintos materiales para enviar a Cuba, que en ese momento pasaba una muy delicada situación por el bloqueo estadounidense. Lo que se agravaba por la caída del muro de Berlín y de la Unión Soviética.

Moviéndose muchas veces en bicicleta Graciela participó de una campaña en Santa Rosa, con la que se logró reunir una gran cantidad de cajas con útiles escolares, cuadernos, lapiceras y libros. Quienes la conocieron saben de la responsabilidad conque asumió aquel compromiso y de qué forma lo militó recorriendo las calles de la ciudad.

Fue Graciela una mujer inquieta, a la que se podía ver muy seguido en los recitales de música, obras de teatro; y además como hecho destacado cabe señalar que a su casa solían llegar artistas uruguayos que venían a actuar en Santa Rosa, entre ellas la gran China Zorrilla.

Despedida con tristeza.

El matrimonio de Raúl y Graciela fue sumamente querido en nuestra sociedad, porque hicieron un importante aporte desde donde les tocó, siempre con una visión democrática de las cosas.

La desaparición de Graciela se produjo a sus 89 años, y enluta a la familia que conformaban con sus hijas Adriana, Gabriela y Silvana; sus nietos y bisnietos y muchos otros familiares, y además a un amplio círculo de personas que la distinguieron con su amistad.