La cultura se convoca para resistir

Con la participación de murgas, la Escuela de Tambores, artistas visuales, de talleres de teatro y de músicos locales, artistas autoconvocados se reunieron ayer por la tarde en la plaza de Toay para manifestarse contra la Ley Omnibus y el DNU que se encuentra vigente. La movilización también se desarrolló en otros puntos del país.

La jornada comenzó con mucha música que atrajo a vecinos y vecinas de la localidad y llamó la atención de quienes se encontraban en la plaza principal. El encuentro se concentró en la esquina de Almirante Brown y Roque Sáenz Peña y se llenó de instrumentos de música y grabados de artistas visuales que tenían mensajes direccionados con la causa, como por ejemplo “El arte es de necesidad y urgencia”, “No al DNU”, “Cultura es la identidad de los pueblos”.

La intervención comenzó desde la avenida con la participación de una murga que llegó a la plaza, luego fue el turno de la Escuela de Tambores que con su ritmo pegadizo recorrieron algunas de las diagonales, le siguió una pequeña obra del taller de teatro de Toay y se presentaron artistas locales. “Les va a costar, lo juro por Gardel, hacernos recular”, entonaron Javier Cabrera y Javier Avalis, la canción “Noticias de mi corazón” de Mónica Abraham.

Sin teatro.

En diálogo con LA ARENA, Belkis Quiroga –integrante del Grupo de Teatro Vocacional de Toay- se expresó “contra el DNU y la Ley Omnibus” que presentó el presidente Javier Milei porque “la cultura es trabajo, es un derecho”. Contó que el grupo está conformado hace 12 años y que ella participa hace 11. “Si se deroga la ley que financia al Instituto Nacional del Teatro, no podríamos acceder a los talleres, no solo de teatro, sino de danza, lectura, cuentos y tantos más que se dictan en la Casa de Cultura del Bicentenario”, manifestó.

“No me puedo imaginar que nos quiten esa posibilidad. El grupo de teatro alberga a toda una comunidad, desde los 14 hasta los 92 años. Somos un grupo estable de 35 personas que vivimos en Toay y, si se aprueba la ley, esa posibilidad se nos ve limitada”, señaló y recordó que “hay mucha gente que nos viene a ver, en funciones gratis o a la gorra. El año pasado presentamos cuatro obras y siempre tenemos gente, la última fue el 3 de diciembre a sala llena”.

“Si a nosotros nos quitan la posibilidad de actuar, habrá gente en Toay y Santa Rosa que no van a poder asistir a las obras. El arte te interpela”, sostuvo Quiroga y agradeció el acompañamiento de los vecinos y vecinas. “Estamos muy contentos con la convocatoria”, cerró.

Sin música.

Por su parte, el músico Mario Figueroa aseguró que el proyecto de Nación “representa la destrucción de la cultura argentina” y que, en caso de que se apruebe, “corren riesgo miles de puestos de trabajo y la identidad cultural argentina”.

El director de coros explicó que la Ley Omnibus plantea que el Instituto Nacional de la Música (Inamu) “deje de ser un ente público no estatal para pasar a ser una oficina de la Secretaría de Cultura. Lo mismo sucede con el Instituto Nacional del Teatro y el Fondo Nacional de las Artes. Es decir que se engrosaría el Estado y el Inamu “perdería la representación federal que tiene, ya que anulan los consejos regionales, provocando un centralismo. Nuevamente, todas las decisiones se tomarían desde Buenos Aires”.

Recordó que las memorias y balances, desde su creación, “están aprobados por las 23 provincias, más CABA, por unanimidad. Es un instituto que no tiene ninguna denuncia por problemas de fondos y tiene una planta de 30 empleados, que no son empleados estatales porque todos estos organismos culturales no se alimentan de dinero del Estado, sino que su financiación proviene de cargas impositivas y demás... Entonces es un absoluto sinsentido, no hay ninguna necesidad de suprimir estos organismos que vienen funcionando muy bien”.

Lamentó que Milei plantee “un proyecto de país que no contiene a la cultura, menos a la cultura con sentido federal. Se acallaría la voz de todas las provincias, se limitarían los espacios de proyección de los artistas y las artistas de cada provincia, y además atacan directamente a las usinas de pensamiento y de expresión que tiene un pueblo, que es la cultura. El pueblo se manifiesta a través de su cultura, en los festivales, en las salas de teatro, en la calle, en las esculturas y demás. Eso es lo que están tratando justamente de prohibir”.

Sin bibliotecas.

Durante la movilización de ayer, se encontraba la histórica escritora Teresa Pérez quien sostuvo que las propuestas “son un atropello a la sociedad argentina” y pidió “defender la Conabip y las distintas maneras de expresión vertidas del arte porque todos los pueblos necesitamos de la cultura, somos cultura. Y por ejemplo la Conabip no sale del presupuesto para pagar los sueldos de los bibliotecarios, se obtiene del impuesto de las entradas que se venden en cines…”.

“Lo que estamos viviendo tiene tanta desmesura y el DNU y la Ley Omnibus son anticonstitucionales. El primer discurso del presidente fue de espaldas al Congreso, ¿qué quiere decir, que va a gobernar con decretos de necesidad y urgencia? Que la gente piense un minuto, nos van a sacar todos los derechos. Yo creo que esta vez la mayoría se equivocó. Para el presidente, Cavallo es un nombre significativo, para mí es nefasto”, finalizó.