“La Pampa es la única sin humedales”

El viernes se conmemoró el Día Mundial de los Humedales y “La Pampa es la única provincia de Argentina que no figura con un humedal Ramsar”, lamentó el especialista en recursos hídricos, Walter Cazenave. Ahora el objetivo es incluir en la Convención los humedales que perdió el territorio pampeano por intervención de las provincias aguas arriba.

 

En una conferencia realizada el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio, dieciocho naciones firmaron un tratado intergubernamental para la acción nacional y la cooperación internacional en la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos. Denominado “Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas”, fue el primero de los tratados modernos de carácter intergubernamental sobre conservación y uso sostenible de los recursos naturales. Su firma se recuerda, y celebra, cada 2 de febrero.

 

En diálogo con Radio Noticias, el profesor Cazenave explicó que “los humedales tienen una gran importancia en la diversidad biológica, animal y vegetal, amortiguan las inundaciones, abastecen de agua y tienen un valor cultural porque generalmente en algunos lugares se ubican en lugares desiertos, como en el oeste pampeano”. Recién se han empezado a valorar hace “unos 50 años”.

 

La Pampa.

 

“Tenemos el humedal más grande de la Patagonia”, aseguró el entrevistado y señaló que “los humedales de La Pampa son dos que están conectados, uno abastecido por el río Atuel y el Chadileuvú que abarca el sur de Mendoza y se unifica con escurrimientos en el río Salado y Chadileuvú que luego abre un nuevo brazo que va hasta Puelches”. El primero de los nombrados “abarca unos 5.000 kilómetros cuadrados y el segundo 3.000 kilómetros cuadrados. Hoy están absolutamente secos por el atrevimiento del hombre”.

 

-¿Qué testimonios o documentos de que lo que hoy vemos como un enorme desierto antes era un humedal?

 

-En el noroeste de La Pampa cuando se realiza la medición de los territorios de ganado al indio, los agrimensores a ese rincón de 200 mil hectáreas lo califican como los “impenetrables bañados del Atuel” y tuvieron que medir desde las orillas. Otro testimonio objetivo es el de los militares cuando las tropas ocupan el llamado “desierto” en 1887. Cuando llegan a las orillas y tienen que cruzar el humedal, los partes militares dejan constancia de que les llevó un día con el agua a la altura de la panza de los caballos. El primer testimonio está en los llamados Libros Azules que se encuentran en Catastro y el segundo en el libro La Conquista del Desierto del Coronel Racedo que estaba al mando de la columna y uno de los subordinados escribió la dificultad del recorrido. Eso nos da un volumen de agua considerable y asombroso porque los humedales del Atuel se extendían hasta 200 kilómetros.

 

-La excursión del chileno Luis de la Cruz en 1807 también dejó un documento sobre lo que fue la travesía…

 

-La hace en la parte sur y es muy gráfico en algunos aspectos. El humedal cuando estaba en plena vigencia formaba una suerte de barrera de unos 200 kilómetros y era tan grande que condicionaba los pasajes…

 

-En esos tiempos, ¿cuánto aportaban los ríos Atuel y Desaguadero?

 

-Unos 230 metros cúbicos por segundo y me quedo prudente. Las lagunas de Guanacache también eran un enorme humedal, comparable a los de La Pampa, y también hubo laguneros que quedaron reducidos a la pobreza al secarse ese humedal de forma similar a lo que sucedió acá, es decir por el aprovechamiento de los afluentes del Chadileuvú por parte de las provincias de aguas arriba.

 

Actualidad.

 

Al ser consultado sobre la consideración que tienen los humedales hoy en día, Cazenave aseguró que “se les presta mucha atención, principalmente por la incidencia en el ambiente tan agredido por el humano”. Explicó que empezaron a ser valorizados “en 1959 cuando se reúnen distintos países e intereses en la Convención de Ramsar, en Irán, y hacen una presentación para la protección de humedales que entra en vigor en 1971. Hay 172 países que adhieren a la protección de humedales y hay 2.300 humedales en todo el mundo”.

 

“En el manejo de los humedales, por más que haya actitudes racionales, hay dos intereses contrapuestos: un interés ambientalista que aboga por la conservación y otro que es de producción que aboga por el aprovechamiento. El objetivo es conciliar ambos porque los productivistas son muy duros y tenemos el ejemplo de Mendoza. Hay un grupo económico al que el ambiente le importa un bledo, les importa que el presente les dé el dinero y ello explica por qué la Ley de Protección de Humedales todavía no fue reglamentada”, desarrolló.

 

“Argentina tiene 24 provincias, de las cuales La Pampa es la única que no figura con un humedal Ramsar; todas tienen algunos que se formaron recientemente, hasta Mendoza… y La Pampa no los tiene”, lamentó el especialista y señaló que “ha faltado un criterio geográfico en la mirada de la provincia, no solo en los ríos sino también en los humedales y se extiende hasta hoy ya que no hay un estudio integral de los humedales y la misión que han tenido”.

 

En ese marco comentó que, junto a dos profesores, “estamos llenando el cometido que tiene Ramsar para incluir el humedal. El formulario es amplio y tiene unas trabas burocráticas bastante grandes en Buenos Aires”.