Viernes 26 de abril 2024

Lisandro, el cosplayer local

Redacción 09/01/2024 - 07.58.hs

Hasta hace un tiempo, el muchacho -santarroseño él- ocultaba su rostro detrás de una máscara bufonesca que semejaba el rostro de Salvador Dalí (de las que usaban los protagonistas de la célebre serie La Casa de Papel, que se puede ver en Netflix), y completaba su indumentaria una capa blanca con vivos rojos, y auriculares en sus oídos. Ahora adoptó la careta de ‘Scary Movie’, de esas que se ven con cierta habitualidad cuando llegan las fechas de las noches de Halloween.

 

Claro que resulta extraño por adoptar con habitualidad una vestimenta nada convencional. Pero se puede decir que él es un típico cosplayer. Y dicen los que dicen saber que cosplayer son gente que suele mostrar su afición por la cultura japonesa y su animación -conocida como animé y manga-, y parecieran ilusionarse con ser por un momento el personaje querido de estas series a través de sus disfraces. Toda una fantasía que anida en sus mentes, pero lo cierto es que el cosplay consigue captar la imaginación de las personas. Lisandro seguramente no lo sabe, no es consciente de lo que está desarrollando. Y la verdad es que el término (cosplayer) no tiene que ver con el castellano, y hasta no hace tanto nosotros tampoco lo conocíamos.

 

¿Quién se asusta?

 

Es ya una costumbre verlo andar por aquí y por allá, a paso largo, a veces corriendo sin un rumbo aparente y determinado. Y también se lo podrá observar parándose en una esquina cualquiera y -mientras espera la luz del semáforo que habilita al peatón- ensayar algún paso de baile al compás de la música que suena en sus oídos.

 

Cuando hace un tiempo publicamos aquí sobre las andanzas de este muchachito, no faltó quien cuestionara que anduviera caracterizado de esa manera… “Los chicos se asustan…”, disparó uno como para decir algo. Pero lo cierto es que el pibe es más bueno que el pan, y no pretende fastidiar a nadie. Sólo vive en su mundo de fantasía que -a veces, sólo a veces- se mezcla con la realidad. “No creo que los chiquitos se asusten… si algunos se acercan y me saludan y hasta sus padres me han pedido que me saque una foto con ellos”, explicó Licha.

 

El chico de la máscara.

 

Hace algún tiempo se hizo “amigo” de los chicos y chicas de la Redacción de LA ARENA. Entró a conocer al staff del diario y se mostró algo inquieto: “Sí, es que estoy nervioso… emocionado!”, decía el joven mientras se restregaba las manos.

 

Es que todos lo miraban de una manera particular, y se preguntaban quién era: “Me llamo Lisandro Ariel, pero todos me dicen Licha… o Lis”, precisó entonces. Para muchos que lo ven en las calles es, simplemente, el pibe de la máscara. El que se calza la capa capa roja y blanca de Naruto -personaje ninja (japonés) de una aldea ficticia en una serie de animé-, porque en su mente habita quién sabe qué fantasía.

 

Mientras circula por la ciudad, desde algún auto le tocan bocina, también los caminantes que lo tienen visto lo saludan con afecto, y son cada vez menos los que se asombran con su presencia.

 

Lisandro -el cosplayer de Santa Rosa (no se ha visto otro por aquí)- es un joven manso, que quiere agradar y saluda a todos. Y como hace rato que lo ven circulando, se hizo conocido en varios comercios donde entra, saluda y sigue su camino. Lo reciben con cariño: y ese es el momento en que se despoja de la máscara que deja apoyada sobre su cabeza; y ahora sí a cara limpia hace el clásico saludo de los jóvenes: choque de manos seguido de uno de puño cerrado... o un leve y afectuoso abrazo.

 

Licha y el estudio.

 

Licha es un adolescente que no le hace mal a nadie, y se advierte -en cuanto se cruzan algunas palabras con él-, que es totalmente querible. Mueve a la ternura, porque lo suyo es la ingenuidad, la candidez…

 

Nacido en Santa Rosa, hoy vive en un Hogar de Contención en Barrio Fitte, que es atendido por Jorge Rodríguez y su esposa Estela Milanese, que es acompañante terapéutica.

 

Hizo la primaria en la Escuela 180, inició el secundario en la EPET y la terminó en el colegio Pablo Freire, en la calle Stieben.”Ahora tengo que ponerme las pilas y estudiar, porque quiero empezar la Universidad… creo que podría hacer algo relacionado con Matemática, o tal vez Inglés. Pero me parece que mejor Matemática”, afirma.

 

Es Lisandro… el primer cosplayer de Santa Rosa. No molesta a nadie, y no hay porque inquietarse con su presencia. Licha sólo vive su mundo de fantasía. Nada más que eso. (M.V.)

 

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