“Nación no está pagando las obras en la provincia”

El presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina (CPC), Gerardo Antonio Fernández, dijo en medios nacionales que con la paralización total de la obra pública que pretende el gobierno nacional hay casi dos millones de puestos de trabajo, directos e indirectos, en riesgo.

 

La CPC agrupa a más de 900 empresas constructoras pymes nacionales, principalmente de obras de arquitectura públicas y privadas.

 

Si bien Fernández insta a la prudencia, “porque el presidente ha manifestado el cumplimiento irrestricto de los contratos vigentes, y ha expresado que ‘dentro de la ley todo, fuera de la ley nada’, por lo que se debe comprender que la seguridad jurídica de los contratos vigentes se encuentra asegurada”. Otro indicio alentador es que en el organigrama de ministerios persiste con el rango el “Ministerio de Infraestructura de la Nación”.

 

En La Pampa, donde hay alrededor de 30 empresas constructoras que trabajan con la obra pública, destacan el compromiso con el sector que manifiesta el gobernador Sergio Ziliotto, pero al mismo tiempo señalan la preocupación que generan las medidas que pueda tomar el gobierno nacional, y que ya viene tomado, con obras en ejecución.

 

Adrián Pérez Habiaga, presidente de la Cámara de la Construcción pampeana, le dijo a LA ARENA que “la situación hay que dividirla en tres partes. Por un lado están las obras nacionales, firmadas y pagadas por la Nación, donde la provincia no ha participado en nada, como las obras Procrear, que aparecen como una gran incógnita. En teoría los dichos eran que se van a continuar, pero la realidad es que Nación no está pagando nada”.

 

Las obras Procrear son ejecutadas con siete contratos en la provincia, entre Santa Rosa, Pico y Toay, “están ocupando 700 u 800 personas, y no se sabe el destino de esas obras hoy por hoy. Las empresas han tomado distintas posturas, algunas han dado vacaciones para ver qué pasa en estos días, otras seguimos trabajando a un ritmo más bajo, sin incorporar gente para ver si hay una claridad de lo que va a suceder. Evidentemente nosotros no podemos sostener una obra de estas características, de gran volumen, sin cobrar y sin tener valores actualizados”, explicó.

 

Obras provinciales.

 

Pérez Habiaga señaló que por otro lado están las obras que ha licitado directamente la provincia, con fondos provinciales, que el gobernador se ha comprometido en que los fondos para hacer esas obras están, y que esas obras se van a terminar. “Tenemos la tranquilidad, las empresas que están trabajando dentro de la provincia, de que esas obras van a continuar, a pesar de los inconvenientes económicos que están y la inflación que genera un gran desfasaje de precios reales”, dijo el presidente de la entidad.

 

“Hay otra categoría de obras, que son las obras por convenio, que licita la provincia con fondos nacionales. La provincia ha dicho que para esas obras -hay viales, de saneamiento, viviendas, entre distintos tipos- la provincia también, dentro del marco de lo que pueda, va a seguir acompañando y las va a pagar”, señaló Pérez Habiaga.

 

Materiales.

 

El abastecimiento de materiales también significa una complicación, “porque nadie te pasa un precio, por eso es muy compleja la situación. Muchos se toman vacaciones, esta semana nadie está trabajando, es todo un gran signo de preguntas. Además, el que te vende algo, lo vende a un precio irracional, en algún momento suponemos que tendrá que alcanzar un punto donde el valor sea el real del producto”, explicó.

 

Y añadió que “en la provincia hay distintos tipos de obra, y hay cosas que no se fabrican acá. Te doy un ejemplo, los caños que se usan para un acueducto tienen unas bridas en las uniones, que se fabrican con una chapa distinta a la del caño. Esa chapa en Europa en este momento sale 900 dólares la tonelada, acá en Argentina te la cobran 9.000 dólares la tonelada. No tiene explicación”.

 

Incertidumbre.

 

Si bien en principio las obras provinciales estarían garantizadas, Pérez Habiaga indicó que “preocupa que a futuro el nivel de licitaciones probablemente sea menor, y eso va a llegar a nosotros. Al mismo tiempo a nivel nacional está la incertidumbre de lo que sucederá”.

 

“Ellos hablan del sistema chileno, que es lo que hay que aplicar, y hay muchos sistemas similares con participación privada en las obras. En todo el mundo, no solo en Chile, generalmente la inversión pública, o sea, lo que los estados invierten en infraestructura, en escuelas, en rutas, en saneamiento, se invierte aproximadamente entre un 3 y un 5% del Producto Bruto Interno. En la Argentina, el año pasado, y como gran excepción, como un nivel muy alto de obras, la inversión fue del 1.6 del PBI”, aseguró.

 

Y añadió que “si tienden a llegar a un sistema a la chilena, que el año pasado invirtió 2.8 del PBI, de los cuales solamente el 20%, es decir, 0.56%, correspondía a obras privadas. Las demás obras son estatales porque no son rentables para el privado”.

 

“Lo único que es rentable en la Argentina para los privados son los accesos a Buenos Aires y a Córdoba, por el volumen de tránsito que hay. Este volumen de tránsito te permite, a través del cobro de un peaje, que se pague la obra y que el propietario, que el dueño de la empresa que lo hizo, saque su beneficio. Pero para que se den estas condiciones, vos necesitás una macroeconomía estable. Tenés que ir al mercado de capitales, que en la Argentina no existe, que es en el exterior, y con el riesgo argentino es imposible”, explicó.

 

“Si alguien me dice vamos a hacer ese cambio al sistema chileno, yo salto de la alegría, porque vamos a duplicar la cantidad de obras. Pero no es un sistema todo privado, eso es una mentira”.

 

“Se va a parar”.

 

Pérez Habiaga dijo que “la cadena de licitaciones lleva varios meses hasta que empezás la obra, por eso indefectiblemente, si se deja de licitar, va a haber un momento que se va a parar la cadena. Aunque después quieran volver a empezar, va a costar, como pasó con las viviendas en la provincia durante los cuatro años del gobierno de Macri”.

 

“Si tenes un sentido común, vos no podés hacer un corte, vos tenés que hacer un puente. Si quieren llegar a que la construcción de las viviendas la financien los privados, hasta que estén dadas las condiciones macroeconómicas, que haya crédito hipotecario, que la gente pueda hacer, falta un montón de tiempo. Durante ese tiempo vos tenés que hacer un puente, en el que tenés que seguir construyendo viviendas”.

 

“Terminan en la calle 300.000 personas”.

 

Pérez Habiaga dijo que la construcción a nivel nacional genera 550 mil puestos de trabajo directo, “sin hablar de los indirectos, porque son muchísimos más, todo lo que se necesita para construir se fabrica, se transporta, se vende. Hablemos nada más de lo directo, la mitad de esos 550.000, es empleo de obra pública. Si se corta, esas 300.000 personas terminan en la calle. Y son gente que no tienen ningún tipo de protección social, porque es gente que trabaja en blanco, no tiene ningún plan”, aseguró. Y reiteró que “nosotros tenemos la tranquilidad de que por lo menos la provincia va a cumplir con sus contratos, pero en algún momento, si esto a nivel nacional no cambia, llegará acá”.