Sala “Ruido y Nueces” cierra sus puertas

(General Pico) - El espacio cultural “Ruido y Nueces”, cerrará sus puertas este viernes a partir de las 21, cuando ofrezca su última función. Será la “Varieté fin de fiesta” y tendrá entrada a la gorra. Al finalizar habrá un brindis para cerrar un ciclo que duró casi una década y media.

“Ruido y Nueces”, el espacio cultural que se inició hace más de trece años en la esquina de las calles 14 y 17, cerrará sus puertas de manera definitiva durante la noche de este viernes. Durante todo este tiempo, el espacio albergó al teatro independiente de la ciudad y de la provincia y también sirvió para el dictado de talleres y de clases de actuación.

Estela Pacheco, gestora de este proyecto, aseguró que el lugar fue un “semillero” de actores y de actrices y anunció que, aunque cerrará el espacio, no abandonará la docencia y seguirá con las clases de teatro.

“Esto es un ciclo que lo disfruté muchos años, que lo empecé con otras colegas (María José Pérez y Alicia D´Atri) y con toda la alegría. Vino un tiempo donde continué sola, desde 2019, y siempre lo disfruté con pasión y amor como en cada cosa que hago. Este es un momento de decir “hasta acá” en cuanto al espacio físico. Yo como actriz y directora de teatro voy a continuar porque es una actividad que llevo en mi corazón y es mi quehacer diario”, dijo.

Al momento de explicar los motivos del cierre, dijo que tiene que ver con el esfuerzo que implica “sostener un espacio”.

“Es un espacio cultural tan hermoso, pero detrás de todo eso hay un montón de pequeñas actividades que las hago yo, como preparar el alojamiento de los artistas, el ensayo, también vender las entradas y una infinidad de cosas a la vez. A eso se suman las clases de teatro. Cuesta sostener el espacio y el hacer mío, lleva un poco al cansancio”, contó.

Espectáculo.

Aunque puede generar cierto pesar el cierre de un espacio cultural que supo albergar a múltiples grupos independientes de teatro y que también le dio espacio a la música, Pacheco se propone que el viernes se viva una fiesta, que oficiará de despedida, pero que sea una fiesta al fin.

“La propuesta es festejar con toda la gente que quiera venir. Tenemos una varieté y vamos a compartir y hacer un brindis. Vamos a despedir el espacio. Si alguien lo quiere continuar, yo estoy abierta a eso, pero sé que es difícil seguir solo. No es que haya un sostén, porque yo quiero agradecer a la gestión cultural de la Municipalidad de Genera Pico y al director de Cultura, Matías Rach, que todo este año colaboró con el espacio. Eso fue un respiro”, contó.

Entre los agradecimientos, en este cierre de ciclo, destacó a David Albornoz, quien es el responsable de los aspectos técnicos.

Semillero.

La sala empezó en un local más pequeño, luego se amplió el espacio y también sumó equipamiento técnico, a través del Instituto Nacional del Teatro. Desde hace años ocupa toda la esquina de las calles 14 y 17, frente al Centro Cultural Maracó.

Ruido y Nueces albergó a grupos independientes de todas partes del país, también recibió obras de la Fiesta Provincial del Teatro y además propició la presentación de materiales discográficos.

“También disfrutamos de la música porque pasaron bandas que presentaron sus trabajos”, dijo. Por último, subrayó que la sala fue “un semillero” de artistas durante tantos años de permanencia en la ciudad. “Creo que esto es un semillero a partir de las clases de tantos años. Empezamos con un grupo de actrices y continuamos con el entrenamiento y así se formaron actrices y actores. Después se sumaron dos personas muy importantes, dos colegas, Sabrina Gilardenghi y Julieta Martín, que siguen con su semillero, con la actividad, con nuevos actores. Desde acá salieron muchos actores y actrices que están la ciudad y que son espectaculares”, finalizó.

Epígrafe: Estela Pacheco en el interior de “Ruido y Nueces”, que el viernes cerrará sus puertas.