“Se lleva puesta la división de poderes”

Dirigentes radicales comienzan a manifestarse públicamente dejando en evidencia sus diferencias con las políticas de ajuste del presidente Javier Milei y con las formas en las que avanza en ese sentido como la imposición de un Decreto de Necesidad y Urgencia que modifica y elimina más de 300 leyes, sin pasar por el Congreso.

Al pronunciamiento del Comité Capital de la UCR, se sumó ahora el ex diputado provincial Marcos Cuelle, quien criticó al gobierno nacional por su política para privatizar empresas estatales. “Es la salida más fácil y la más irresponsable”, indicó en sus redes sociales.

“El desafío de un buen gobernante no sería desprenderse de ellas, sino en cómo convertir empresas deficitarias en otras que sean eficientes, o por lo menos que el déficit se reduzca a la mínima expresión, por necesidad de garantizar derechos humanos”.

Cuelle fue designado por la Legislatura pampeana y a pedido del bloque UCR como director de la empresa Aguas del Colorado Sapem. Se refirió al economista Murray Rothbard, que promueve una corriente anarcocapitalista. Dijo que Milei es “un buen discípulo que llama a la desobediencia civil violenta contra el Estado y para cubrir sus acciones aprovecha el pensamiento de su maestro para sostener que ‘las leyes inviables deben ser derogadas mediante acciones políticas’, por ejemplo un DNU que se lleva puesto la división de poderes”.

“Rothbard sostenía, hablando sobre los derechos de los niños, que ‘en una sociedad absolutamente libre puede haber un floreciente mercado libre de niños’, porque el padre puede vender sus derechos sobre él. Si bien es anacrónico el pensamiento y carente de sentido práctico de acuerdo al plexo normativo que versa sobre la protección de niños niñas y adolescentes en Argentina, no deja de ser un botón de muestra del pensamiento anarcocapitalista”.

Privatizadas, no.

Por otro lado, Cuelle afirmó que “el Estado no debe formar empresas que compitan con el sector privado, salvo que, desde el punto de vista regulatorio del mercado sea necesaria su intervención, por ejemplo, medicamentos para garantizar el derecho a la salud. Pero en términos generales, las empresas que forma el Estado, tienen un sentido estratégico y/o es un servicio público de carácter monopólico”.

“Está claro que el pensamiento del presidente es reducir el Estado a su mínima expresión, es natural de cualquier persona que no tiene incorporados en su formación dos conceptos fundamentales: empatía y solidaridad. Por ello, la presencia del Estado, rompe el individualismo exacerbado, carente de compromiso social y humano que conlleva el ‘laissez faire, laissez passer’ que plantea el presidente”.

“Razón por la cual, las empresas del Estado, de carácter estratégico deben seguir perteneciendo al Estado, en primer lugar, para regular el mercado, y, en segundo lugar, para llegar a donde el mercado no llega porque no le conviene económicamente, pero que es necesario llegar para garantizar derechos”.

La Pampa.

“Este último concepto –siguió- se explica por sí solo si han pasado por ejemplo por Quehué, donde hay varios emprendimientos públicos, porque al sector privado no le interesa ese nicho, y si no estuviera el Estado a través de la Municipalidad, seguramente el pan y las pastas las tendrían que ir a comprar a General Acha, al igual que el combustible si no estuviera Pampetrol presente donde “el mercado” hubiera dejado esa localidad y su gente en el ostracismo”.

“Claramente las empresas del Estado tienen que ser eficientes, porque los recursos del Estado son finitos y las demandas infinitas, pero jactarse que las únicas soluciones son el cierre o la privatización, parece la salida facilista de quien no tiene imaginación, o solamente aplica las recetas ordenadas por sus patrones”, cerró.