"Solo queremos trabajar tranquilos"

El vecino que protagonizó una acalorada discusión con el intendente Fernando Tuñón es un hombre de 62 años, llamado Daniel Coria. Se autodefine como "nacido y criado en Quehué" y ayer lunes a la mañana visitó esta redacción para ofrecer su versión en torno al incidente ocurrido el viernes. Aclaró que "el subcomisario de Quehué me convenció para que presentara una exposición, y no una denuncia penal, pero después tomó la denuncia del intendente, quien aprovechó esa instancia para pedir una restricción de acercamiento".

 

También informó que hace un tiempo realizó "una presentación judicial ante la Fiscalía de General Acha, denunciando que en el basurero del pueblo realizan quemas irrestrictas de residuos a cielo abierto, violando las normas provinciales". Sin embargo, "tres o cuatro días después me notificaron que la causa ya había sido archivada, y desde entonces el municipio realiza quemas tres veces por semana".

 

Emprendimiento familiar.

 

"Soy albañil, siempre trabajé en la construcción. Desde hace un año me dedico al reciclado en el basurero de Quehué. Con miembros de mi familia hacemos la separación de residuos que después comercializamos en Santa Rosa. También recorremos la zona rural comprando chatarra, fierros y alambres" contó. Coria inició su actividad en el basurero "con permiso verbal del intendente y los concejales, que desde el primer momento conocen la tarea que realiza mi familia. Vamos los lunes, miércoles y viernes, cuando el camión lleva la basura, para hacer la separación. Y en un terreno lindero depositamos los diferentes materiales".

 

"Al intendente lo conozco desde que era chico. Cuando comenzamos le pedí que arreglara el alambrado y la tranquera del basurero, y lo hizo. También prometió colocar cartelería y otorgarme un pequeño salario mensual", cuestiones que todavía sigue esperando que se cumplan.

 

Las quemas, el problema.

 

El basurero está ubicado "a unas cinco o seis cuadras del pueblo, en dirección al sur". Cada tanto, Coria acude al municipio "para reclamar el ingreso prometido, porque tenemos un hijo cursando estudios terciarios en General Pico y se pone cuesta arriba sostenerlo", aunque no fue ése el motivo de la discusión.

 

"Una mañana, cuando llegamos, el basural estaba todo incendiado y el humo iba para el pueblo. Fuimos al municipio y el intendente nos dijo que ordenó una quema para evitar que el viento desparramara papeles y bolsas de nylon", recordó.

 

Pocos días después, "salíamos para el basural y ya vimos las llamas desde casa. Estaba el Capataz con personal municipal, quemando los residuos. Le pregunté por qué quemaban y me contestó: me manda el intendente".

 

"Como las quemas de basura están prohibidas, decidí filmar el procedimiento para denunciarlo ante la Fiscalía. Entonces, el Capataz me maltrató y hasta me encaró con una horquilla, como muestran las imágenes" comenta, mientras exhibe los videos, grabados con un celular. Después, radicó "una denuncia en la Fiscalía de General Acha, que hizo una gestión rapidísima y a los tres o cuatro días archivó la denuncia".

 

Según Coria, "a partir de ese día queman tres veces por semana, lo que nos impide seguir trabajando". Explicó que además del material que comercializan, recolectan "ropa en buen estado y juguetes, que limpiamos y donamos a la Casita de los Abuelos y otras organizaciones".

 

El incidente.

 

Coria fue "tres veces a verlo al municipio, pero Tuñón se negó a atenderme. El pueblo es chico, pensé, ya lo voy a encontrar. Y así fue. El viernes a la mañana, frente al Juzgado de Paz, lo encaré junto a su camioneta y le pregunté por qué quema la basura y no nos deja trabajar tranquilos". El intendente respondió "mientras yo esté, voy a quemar cuantas veces quiera, y me arrancó los anteojos de un manotazo. Yo también le di un pechazo y entonces salieron dos empleados del Juzgado de Paz y frenaron la situación", relató.

 

Después de la discusión, acudió a la comisaría "con la intención de presentar una denuncia. Tuve una charla con el subcomisario, quien consideró una denuncia no era conveniente, y que mejor sería hacer una exposición, porque servía como antecedente para cualquier episodio posterior. Le hice caso, firmé la exposición y me fui".

 

Unas horas después, "el subcomisario me citó para informarme que Tuñón había radicado una denuncia, pidiendo un pedido una restricción en mi contra, por la cual no podría acercarme al basurero ni a la municipalidad. Y me tranquilizó diciendo que él iba a hacer gestiones para que todo quede en la nada. En síntesis, no me tomó la denuncia a mí, pero sí al intendente", concluyó.