Thiago necesitaba un trasplante y su padre fue el donante

(General Pico) - Tras luchar contra una cruenta enfermedad durante los últimos cuatro años, un niño piquense regresó a General Pico desde Buenos Aires con el alta médica y sus familiares y amigos lo recibieron con mucha emoción y alegría. Hace cuatro años, a Thiago -está próximo a cumplir 8- lo diagnosticaron con Leucemia e inició un largo tratamiento. Cuando parecía que la enfermedad ya estaba superada, sufrió una recaída y salió adelante luego que su padre se transformara en el donante de médula ósea que necesitaba.

Kimei Gatica y Pablo Leiva, los padres del niño, en diálogo con LA ARENA se mostraron agradecidos y emocionados en su regreso a General Pico.

"Hace cuatro años que estamos luchando contra esta enfermedad, que parecía que había vuelto, pero con este trasplante esperemos que todo esté bien. Hizo dos años de tratamiento y le hizo una recaída que requería un trasplante y como no había nadie compatible, los médicos decidieron que uno de nosotros dos fuera el donante y él eligió al papá", señaló Kimei.

Por su parte, Pablo contó que el 22 de marzo de 2023 su hijo tuvo una recaída y que el 16 de noviembre le hicieron el trasplante a partir del cual comenzó a mejorar. "Después de un año ya se terminó la pesadilla. Ahora empieza a tener control ambulatorio cada 15 días. Estamos emocionados y felices", manifestó.

Además, se mostró "muy feliz de que todo haya terminado" y aseguró que ahora "arranca una vida nueva para la familia".

En tanto, Kimei destacó la importancia que tiene la donación de médula ósea, y explicó que se trata de un procedimiento sencillo. "El trasplante fue un éxito. El procedimiento que le hicieron a Pablo fue sencillo, fue como una transfusión. Es algo muy sencillo e invitamos a todos que quieran participar, que vayan al Hospital a anotarse. Es algo a través del cual le salvás la vida a un angelito así y eso no tiene precio", dijo.

La mujer se mostró agradecida con la gestión que hizo la intendenta Fernanda Alonso para conseguirles una vivienda donde vivir. "No podemos creer que después de tantas malas vengan las buenas. Estamos disfrutando de la casa gracias al Municipio y a la Provincia, que nos ayudaron a tenerla. Estamos muy agradecidos con la intendenta. Ella me dijo que nunca iba a mirar para el costado cuando hubiera un paciente así y nos encontrábamos en un momento de desesperación porque volvíamos a Pico y no teníamos donde vivir. Ahora estamos con mucha tranquilidad, disfrutando de la familia, de la casa y de Thiago. Estamos muy agradecidos", manifestó.

"Cuando te pasa algo así y sos padre, por más joven que seas, te ponés fuerte y salís a la vida a encarar, a ponerle todas las fuerzas porque no podes caerte. Hay que ser fuerte y levantarse. Nos la rebuscamos todo este tiempo. Cuando Thiago mejoró, Pablo vendía agua en Plaza de Mayo y así vivíamos el día a día", finalizó.