Viernes 26 de abril 2024

Durante 2019 la cantidad de feedlots creció un 14%

Redacción 14/09/2019 - 00.25.hs

Producir carne vacuna derivada de sistemas de engorde a corral (feedlot) en La Pampa sigue intensificándose en toda la cadena de ganado de la región. En 2019 se pasó de 106 a 114 hotelerías con una producción de más de 154 mil cabezas bovinas.
Juan José Reyes
Si bien todavía apenas 28 de cada 100 animales faenados aquí pasa por un sistema de confinamiento total, sigue ganando espacio en la provincia. El crecimiento en el último lustro supera el 130% y sus frutos evidentes: un destete precoz del 64%; un índice de extracción de carnes del 26% y que se faena casi el 70% de los animales engordados que el año anterior alcanzó los 905.000 animales. La razón estratégica del incremento de la hotelería se sustenta en un mayor trabajo en los encierres por la necesidad de sacar mayor cantidad de animales por la alta demanda externa.
Sin dudas el crecimiento de los feedlots está dada en la expansión del negocio de esa carne terminada allí para exportar (Cuota 481) cupo de venta al exterior para la industria frigorífica que empezó a disputarle protagonismo a la Cuota Hilton. Sin embargo la cuota fue récord para las plantas de faena de Carnes Pampeanas, General Pico y Pampa Natural a las cuales se les adjudicó las casi 30 mil toneladas (12% del total del país) para exportar los cortes vacunos deshuesados con destino a la Unión Europea.

 

Al frente.
Hay 112 feedlots con autorización para funcionar, pero se conoce que son muchos más y continúan proliferando los de semiconfinamiento en pequeñas parcelas, es decir una hotelería pequeña. El sistema no es otra cosa que un lote de alimentación donde los bovinos ganan peso, el doble o triple al día que con pasturas naturales más allá de que hoy la relación carne/maíz, clave una producción de un kilo de carne a pradera, se ha ensanchado por el precio actual de los forrajes.
La distribución espacial de la hotelería bovina pampeana está muy diversificada. Lidera el departamento Maracó con 32; Quemú Quemú 21, Utracán 20 y 16 Toay. También son importantes en Chapaleufu, Conhelo, Catriló y Trenel con 23. Hay diferentes sistemas de producción para el manejo de explotaciones ganaderas: la mayoría de carne a pasto, carne a pasto más suplementación y carne a engorde a corral.
Todos los modelos han convivido en función de exigencias del mercado y de características propias de las empresas ganaderas. Pero el avance feedlotero es imparable pues las firmas pecuarias fueron compelidas a aumentar la eficiencia de producción y obtener una rentabilidad que les permita continuar como tales, pues el precio de la carne es un sector muy apetecible en el mundo, a pesar de que la demanda interna es muy baja por la crisis del país que se encuentra por debajo de los 50 kilos per capita anual. Apenas el 17% de los animales vendido aquí proviene del feedlots y todo indica que el índice seguirá en alza.
El confinamiento pampeano tiene una superficie disponible de 2,7 a 3,7 m2/animal y de 1,9 a 2,3 m2/animal piso cemento, tienen a 30cm el comedero/animal con 4 metros de altura del techo con ventilación y aislante de condensación. En la zona la mayoría tiene entre 501 y 1400 animales, pero en el norte y zona de cría (Utracan) hay entre 1.401 hasta 3.100 animales en algunos establecimientos, aunque el promedio de encierre en los feedlots apenas llegue en promedio a los 1.028 animales.

 

Confinamiento.
La alimentación a corral permite simplificar el manejo de la invernada en pastoreo, en momentos de baja producción de forraje para el mantenimiento de altas cargas en primavera o lograr una mejor y más homogénea terminación de los animales en la invernada tradicional.
En los feedlots locales (chicos en comparación a los bonaerenses) lo importante es mantener costos de infraestructura al mínimo, eligiendo una dieta económica de fácil suministro y de buena respuesta. Los entendidos dicen que en La Pampa el crecimiento de este sistema se ha agilizado pues la dieta en base de ensilaje de maíz, suplementada con distintos niveles de proteína y energía tiene una significativa ganancia diaria de peso vivo, conversión, engrasamiento, costo de alimentación y composición química de la carne.
Las ventajas que presenta el uso de silaje de maíz es el alto nivel de producción por hectárea, razón más que suficiente para mostrar el crecimiento de este sistema de producción, caro hoy por su precio, pero sin dejar de considerar que 83% de los animales que van a los mercados concentradores y/o frigoríficos son con alimentación de engorde a pasto.
La expansión del engorde a corral en La Pampa es lenta pero va a pasos seguros y no solo se da en lugares reducidos de engorde en el cuadrángulo noreste sino también en varias zonas de cría y recría. Allí se concentran y se engordan bovinos jóvenes en crecimiento para su alimentación con dietas de niveles altos de energía con la finalidad de producir carne al menor costo y en el menor tiempo posible. No importa cual de los dos sistemas termine imponiéndose, la pradera pampeana continua proveyendo las mejores carnes al mundo.

 

Propia y ajena.
El perfil de establecimientos está conformado por dos tipos: aquellos que encierran su propia hacienda y los que prestan servicios a terceros clientes que se denomina como el sistema hotelería. Esta última alcanza el 13% del total de establecimientos un aporte de casi el 35% de la hacienda producida bajo confinamiento. La dinámica de la actividad muestra, que existe una capacidad de encierre máxima instalada muy importante.
En términos de participación sobre la faena nacional es creciente y el mayor impacto de la producción en feedlot pampeano se visualiza en aquellas categorías livianas de especial demanda en el mercado doméstico, superando el 15% de la faena equivalente, aunque con un menor peso relativo también se producen animales para la exportación.
La producción de carne vacuna derivada de sistemas de engorde a corral ya tiene una inserción significativa en la cadena de ganado y carne pampeana. Evidencia de ello, no solo es el crecimiento que muestra el registro oficial de establecimientos hasta los 112 con una producción que supera los 154.300 animales.
Naturalmente, cuando esas cabezas totales integradas verticalmente se comparan con la faena de animales livianos a nivel provincial que llegó a las 511 mil cabezas faenadas el negocio sigue en aumento. Se ha retomado el sendero de crecimiento al tomar los valores oficiales entregados por el Senasa con respecto a la faena durante el primer semestre de 2019, situándose el stock bovina en una cifra cercana a la histórica, casi 4 millones de cabezas, apenas el 10% menos que tuvimos en 2005.
Sin embargo la recuperación del rodeo se encuentra limitado a las categorías más puras de cría: vacas y terneros y terneras; ya que la disponibilidad de las categorías más requeridas para la producción de carne, como novillos, novillitos y vaquillonas, aún se encuentran por debajo de su performance histórica.
La tendencia de la ganadería provincial al presentar bajos pesos promedio de los bovinos faenados se origina en una creciente participación de las categorías de hacienda liviana en la faena total y menor participación de novillos. Hace 4 años los novillos representaban 19% de los bovinos faenados, y los terneros y terneras sumaban 31%. Hoy la participación de novillos vuelve a ubicarse en un 19%, mientras que la de los terneros y terneras cae levemente hasta el 29% al igual que los toros y toritos.

 

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