Sabado 21 de junio 2025

Jóvenes que piensan en verde

Redacción 07/09/2013 - 03.47.hs
Se conocieron en la facultad y armaron una empresa que diseña y construye jardines comestibles. Hace unos meses compitieron en un certamen de negocios y obtuvieron el sexto lugar. Cada vez son más los santarroseños que se suman a esta tendencia mundial.
Hace menos de un año, Leonardo Marino, Rodrigo Allier y Facundo Sánchez armaron Huertos Urbanos, un emprendimiento dedicado al diseño y la construcción de "jardines comestibles". Desde ese momento, el proyecto no ha parado de crecer: ya cuentan con seis clientes fijos y han obtenido el sexto premio en el segundo certamen de negocios Naves. Los tres se conocieron en la Universidad Nacional de La Pampa cuando eran estudiantes. Allí, forjaron una amistad que hoy se combina con la profesión y el compromiso que tienen con la naturaleza. La denominación "Jardines Comestibles" no es una estrategia de marketing. "Huertos Urbanos es un concepto que surge de la horticultura familiar ligada al diseño, la parquización urbana y el cuidado del medio ambiente", dice Facundo Sánchez a La Arena del Campo.
"Entre 2009 y 2012 participamos de un proyecto de extensión universitaria que pretendía formar referentes hortícolas. A través de la recolección y separación de los residuos orgánicos, le dábamos a la gente las indicaciones para armar una huerta orgánica familiar. El INTA que nos daba las semillas, pero eso no alcanzaba", cuenta Facundo (25), estudiante avanzado de Agronomía. "Lo que pasaba era que la gente hacía el compost, pero las plantas no le salían bien", agrega Leonardo Marino (35), técnico en producción vegetal.
"Huertos Urbanos se crea cuando finaliza el proyecto de extensión. Había una demanda social y nosotros teníamos ganas de aprender y aportarle a la gente. Pero también nos dimos cuenta que esto podía ser un medio de vida", dice Rodrigo Allier (27), ingeniero agrónomo.

Salir al mercado.
El 28 de noviembre los tres jóvenes se juntaron para armar el proyecto. "Habíamos visto una nota en el diario que contaba el desarrollo de jardines comestibles en Buenos Aires y en otros lugares del mundo. Entonces dijimos, en Santa Rosa hay quintas, patios grandes, espacios disponibles para armar una huerta. Por qué no implementarlo acá", comenta Facundo.
"En noviembre preparamos el terreno y en marzo salimos al mercado", dijo Rodrigo Allier. Y agregó: "El primer cliente que tuvimos fue La Campiña. Nos presentamos con una carpetita ofreciendo el servicio y días después nos llamaron para renovar la huerta que estaba armada pero descuidada". "Los profesores de la UNLPam y nuestros familiares y compañeros nos alentaron para que sigamos por este camino", dice Facundo Sánchez.

 

Naves.
En julio de este año, el Ministerio de la Producción de La Pampa, a través de la Dirección de Planificación y Asistencia Técnica a PyMEs, llevó a cabo el segundo certamen de negocios Naves. Este concurso intenta formar a los emprendedores locales para que puedan desarrollar sus producciones e insertarlas en el mercado. Hay dos categorías: "Empresas" -dedicado a empresas que llevan poco tiempo en el mercado- e "Ideas" -para aquellos productos que están en la etapa de desarrollo de un producto-. Huertos Urbanos compitió en la categoría empresas y obtuvo el sexto lugar.
"Gracias a Naves definimos nuestros objetivos. Lo primero que nos pidieron fue un REA -Resumen Ejecutivo Ampliado-. Ahí debíamos especificar quiénes somos, qué hacemos, cuál es nuestro mercado y qué es lo que proponemos".
En el certamen provincial del Naves había tres etapas. En la primera los concursantes asistían a una serie de seminarios dictados por especialistas y emprendedores exitosos. En la segunda debían modificar el REA a partir de lo aprendido en los seminarios. Y por último, en la tercera, un jurado seleccionó a los ganadores y entregó becas para la instancia nacional.

 

Escalabilidad.
Durante este mes, los integrantes de Huertos Urbanos viajaron a Buenos Aires para asistir a los tres encuentros previstos de la etapa nacional del certamen. "Lo que nos piden es escalabilidad, que llevemos el proyecto a una escala que pueda trascender los límites de la ciudad y que pueda venderse en todos los lugares. Naves es pensar en grande", dice Facundo Sánchez.
"En realidad el Naves es un certamen que fomentan empresarios, a los que les sobra dinero y están buscando lugares para invertir. Ellos son los jurados a nivel nacional, los que seleccionan a los proyectos".
"Pero también es una capacitación intensiva que sirve para organizarte en lo legal, económico, marketing y que te permite vincularte con otros emprendedores", agrega Leonardo Marino.

 

Huertos.
El servicio que presta Huertos Urbanos es el de diseñar, construir jardines comestibles y asesorar integralmente a los eventuales horticultores. Trabaja con más de 40 especies. En invierno, se pueden cultivar todas las verduras de hoja y las que resisten al frío: lechuga, acelga, rúcula, habas, rabanitos, zanahorias, arvejas, etc. En verano: tomates, frutillas, zapallos, maíz pimientos. También algunas especies exóticas, flores y aromáticas.
El servicio es ecológico, natural, se hace un manejo integrado de plagas y malezas. Y se utilizan obviamente abonos realizados a partir del reciclado de residuos orgánicos.
Según Facundo "lo importante es buscar una ubicación donde pueda instalarse el sistema de riego, que el terreno no tenga pendientes, que esté al reparo del viento y que le dé el sol. Luego se preparan los canteros o platabandas, se instala el sistema de riego por goteo, para uso eficiente del agua y la comodidad del horticultor. Se abona el suelo y se ponen los plantines o semillas. Y nada más que eso".

 

Visitas.
Luego de instalada la huerta se pacta una serie de visitas programadas donde se asesorará al horticultor sobre sus labores. "Les enseñamos sobre el manejo de plagas y malezas, las podas, las cosechas y el riego. En las primeras visitas, realizamos nosotros el mantenimiento", explica Facundo y agrega que luego de instalado el jardín, se pacta un precio de visita con el horticultor, la cual ronda actualmente los 100 pesos.
Los beneficios de los vegetales producidos orgánicamente ya son conocidos: son sanos, frescos, están libres de pesticidas, plaguicidas, herbicidas, tienen otro color y sabor de los que se compran en el mercado. "Es importante decir que los frutos o vegetales de las huertas domiciliarias crecen en el mismo ambiente que el cultivador. Ambos consumen el mismo agua, el mismo aire. Y que las plantas, como es sabido, cumplen la función de filtrado", dice Rodrigo Allier.
"También es muy beneficiosa la Fitoterapia que se produce a través del consumo del vegetal o la interacción con la planta. Muchos se distienden y encuentran en la huerta un cable a tierra".

 

Militancia.
Más allá de que Huertos Urbanos tenga un fin comercial, los creadores del proyecto tienen horizontes que van más allá del mero rédito económico. Los tres han elegido la horticultura familiar porque tienen un compromiso con su profesión y con el medioambiente, que a veces se traduce en una forma de militancia. Actualmente Rodrigo Allier y Leonardo Marino trabajan en un taller que se pone en práctica en el área de salud mental del Hospital "Dr, Lucio Molas". "Allí, realizamos un trabajo de integración al que le incorporamos un oficio, el de horticultor. Es muy mágico ver cómo esta actividad puede cambiarle un poco la vida a las personas".
"Nuestro objetivo es crecer y transformamos en referentes zonales de esta actividad. Queremos desarrollar la horticultura familiar urbana en La Pampa", se entusiasma Rodrigo. Facundo, agrega: "También queremos lograr la certificación de empresa "B". Esto les permitiría a los consumidores tener una garantía comprobable de que nuestro emprendimiento es benéfico para el medio ambiente y que no sólo perseguimos fines económicos, sino también sociales y ambientales".
"Estaría bueno con el tiempo construir un centro ecológico donde todos puedan buscar lo necesario para sumarse a esta movida", dice al final Leonardo.

 

Los costos.
El costo de diseño y construcción del jardín es de 30 pesos por metro cuadrado. A eso hay que sumarle los gastos de insumos (cintas, mangueras, plásticos para invernáculo, arcos) y el gasto de los plantines. "Puede que el costo parezca elevado, pero nos consta que este valor se amortiza con las primeras cosechas, teniendo en cuenta el precio actual de la verdura. Además es el gasto inicial ya que los insumos duran años", dice Facundo Sánchez. El gasto de una huerta de 10 metros cuadrados, completamente instalada, no supera los 800 pesos.
"A modo de ejemplo, planteamos una ecuación: Un plantín de tomates cuesta 3 pesos. Una vez convertido en planta dará en todo su ciclo 12 kilos del fruto aproximadamente. Actualmente, el kilo de tomates cuesta, en cualquier comercio de Santa Rosa, un promedio de 10 pesos. Es decir que una planta produce 120 pesos. Los números son más que convincentes", concluye Leonardo Marino.

 

Lautaro Bentivegna
Redacción

 


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