Jueves 18 de abril 2024

Cuando el mundo se entiende por señas

Redacción 20/03/2012 - 05.03.hs
Nació y se crió en una casa de sordos. Sus padres y sus cinco tíos padecían esa discapacidad, entonces en su naturaleza está comunicarse a través de las señas y de la lectura de labios. Y asegura que aprendió a escuchar el silencio. Mabel Remón se hizo conocida el 1º de marzo, cuando la presidenta Cristina Kirchner dio un discurso de más de tres horas en el Congreso de la Nación y ella, como sucede de 2003, se encargó de la traducción en una imagen que los medios se encargaron de repetir una y otra vez.
Remón es la coordinadora del Programa Nacional de Asistencia para las personas con discapacidad en relación con la Justicia y, además, la intérprete de señas de la presidenta. Su desempeño en el Congreso la sacó del anonimato aunque no de la mejor manera.
"Lamentablemente el tratamiento que se le dio al discurso y a lo que yo hacía fueron tremendos, no hubo casi críticas a un discurso que fue netamente político sino que el tema era la muda. Y en algunos medios hasta pusieron mi voz para decir 'vieron, la muda habla'. Fue bastante desagradable lo que pasó porque aparte parece que fue la primera vez que se fijaron en algo que acontece desde 2003", lamentó Remón.
Aunque contó con la asistencia de dos intérpretes de señas del Inadi, Remón estuvo permanentemente en el Congreso porque, según explicó, la presidenta "observó que las personas con discapacidad puedan asistir a cualquier evento público, y no que se las recluya a la casa para que miren por TV".
Ella asiste a todos los actos de Cristina, que se sabe no lee discursos y tiene una enorme capacidad para hablar en público y transmitir sus mensajes. "La presidenta es excelente para un ejercicio de interpretación y traducción porque es impecable en su oratoria, es muy sencillo seguirla, me han tocado otros actos en que con otras personas no es tan fácil hacer el trabajo", comentó Remón en una entrevista que realizó por Radio Noticias.
Remón dio una detallada explicación de cómo realiza su tarea, cómo hace para traducir números o expresiones que tienen un tono mucho más enérgico o emocional. "Las cejas, los hombros, el timbre de voz, con esos recursos se puede traducir sin problemas", señaló.
En ese sentido, Remón admitió que en varias ocasiones deja escapar su emoción, sobre todo cuando la presidenta recuerda a su ex esposo Néstor Kirchner. "Yo acompañé a Cristina en toda la campaña antes de las elecciones, y lo hice por militancia y convicción, por eso muchas veces cuando ella se emociona yo también dejo escapar mis sentimientos", reconoció.

En la justicia
Remón aclaró que existe un abanico muy amplio referido a la discapacidad auditiva. Los más numerosos son los casos de sordera y de hipoacusia, pero es en su trabajo en el ámbito judicial donde más complicaciones reconoce.
"El problema más grave en la justicia es la calidad de intérpretes que se llaman cuando una persona con sordera o hipoacusia está relacionada a un hecho policial o judicial, va mucho más allá que la transmisión del mensaje, hay que conocer la discapacidad porque por ejemplo se da que se pregunta '¿cómo le abrió la puerta al abusador o al asesino?, pero cómo no le iba a abrir sino puede preguntar quién está del otro lado, entonces son cosas de sentido común y es allí donde el sistema no funciona adecuadamente para estos casos", expresó.
Mabel está casada con un hombre que tiene dos sobrinos sordos, y ambos son profesionales. "Uno es contador y el otro traductor de inglés y francés, son chicos inteligentísimos que se pudieron integrar sin problemas uno de ellos traductor de inglés y francés, y eso me parece muy positivo para que todos tomen conciencia de que se puede, que con esfuerzo no hay barreras. Y que alguien con una capacidad diferente puede ser exactamente igual o mejor que cualquiera", aseveró.

 

Cuando "escucha" sin querer
A Remón le preguntaron respecto a lo que "escucha" leyendo labios, es decir aquellas conversaciones de las que preferiría no enterarse. "En mi caso no quiero ver porque se sufre mucho, a veces es más sencillo no saber, es como escuchar una conversación ajena porque pueden estar hablando de uno o de un tercero que uno aprecia mucho y es muy feo después ver, cuando están frente a frente, que lo hacen como si nada ante quien un rato antes criticaban con dureza. En estos casos la lectura labial no es buena compañera", aseguró.

 


' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?