Debate sobre violencia de género y los medios de comunicación

La abogada Irina Santesteban y la licenciada en Comunicación, Soledad García, brindaron ayer una charla denominada "Violencia contra la mujer y medios de comunicación: el desafío de comunicar con perspectiva de género". La actividad, con buen marco de público, se desarrolló a partir de las 18 en el Salón Azul de la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas (FCEyJ) de la UNLPam.
La charla fue organizada por la Facultad y por la Asociación Pensamiento Penal Capítulo La Pampa, con la participación del Observatorio de Derechos Humanos de la FCEyJ. Como moderadoras participaron Antonella Marchisio y Victoria Santesteban.
"Los femicidios y la violencia de género están siendo visibilizados, pero hay un aspecto de la violencia de género que tiene sus orígenes en el carácter patriarcal y machista de la sociedad. Este carácter se perpetúa por distintas vías y una de ellas es la de los medios de comunicación", explicó Santesteban.
La abogada sostuvo que, aun cuando se habla mucho de la violencia de género y de cómo combatirla, desde los medios, siguen transmitiéndose los estereotipos de mujer que justifican la subestimación, la disminución y, por tanto, la cosificación. "Y cuando algo es una cosa, esa cosa pertenece a alguien y ese alguien, que es el dueño de la cosa, siente que tiene derechos sobre ella para hacerle hacer lo que quiere y hasta matarla, llegado el momento", sintetizó.
-¿Qué se puede hacer desde los medios de comunicación?
-En primer lugar, los comunicadores tienen que conocer de lo que hablan. Se habla de violencia doméstica, que no es lo mismo que violencia de género. Se revictimiza a las mujeres víctimas de la violencia. La mayoría de los y las periodistas y conductores de programas de TV, donde se habla livianamente de casos muy dolorosos, no conocen lo fundamental: la ley de prevención y erradicación de la violencia de género en todas sus formas, ni los protocolos que se deben usar para abordar la problemática.
Santesteban recordó el uso extensivo que hasta no hace muchos años tenía en el periodismo la expresión "crimen pasional" para referirse a "femicidios". "La violencia contra la mujer no surge de un arrebato de celos o de furia, sino de todo un andamiaje jurídico, social, histórico y cultural que está por detrás de estos comportamientos y que, además, se reproduce, porque la violencia se aprende y se enseña. Y si no la cortamos, vamos a seguir teniendo violencia y seguiremos lamentándonos. Y lo peor, vamos a seguir viendo a muchos hipócritas marchar con el cartelito de

'Ni una menos'".
La repetición del discurso patriarcal, no solo ocurre en los medios, sino en la propia legislación. "Hasta no hace muchos años, para la ley, la mujer casada era incapaz. No podía disponer de sus bienes si no tenía la autorización de su marido. Hasta el año pasado, el apellido de la mujer casada se completaba con la preposición "de", es decir, que esa mujer, al estar casada, pertenecía al marido", sostuvo.
Santesteban dialogó ayer por la mañana con Radio Noticias 99.5. Un mensaje de un oyente de la emisora planteó a la especialista que muchas mujeres se cosifican a sí mismas y suelen ser más machistas que los hombres. "Hay muchas mujeres que reproducen esta concepción patriarcal y machista, pero esas mujeres son y hemos sido formadas en esta sociedad. Lo de la cosificación de sí mismas habría que verlo. Es cierto que una mujer que se presta para que la tomen como una cosa, tiene una cierta responsabilidad, pero la responsabilidad mayor es de quienes promueven eso, quienes dominan el mercado.

"Mensaje violento"
Santesteban hizo alusión a los polémicos dichos del ministro de Hacienda de la provincia de La Pampa, Ernesto Franco, quien afirmó que muchas docentes se embarazaban en época de clases para cobrar sin trabajar. "Esto es un mensaje claramente violento contra la condición de mujer, de qué vale después hablar de la maternidad y la protección de la maternidad si un ministro dice cosas como estas", se preguntó la abogada, quien consideró que no solo los medios reproducían los mensajes que reproducen los estereotipos sino personas con alta responsabilidad pública.