Dos condenas en suspenso
Sabado 02 de marzo 2024

Dos condenas en suspenso

Redacción 02/10/2015 - 02.07.hs

El juez de control Mauricio Piombi dictó ayer dos sentencias a seis meses de prisión en suspenso en causas por violencia de género. En una condenó a Pablo Patricio Ponce como autor del delito de amenazas simples en dos oportunidades, en concurso real entre sí (artículo 149 bis, primer párrafo, primer supuesto del Código Penal); y en la otra a Walter Aníbal Bocquet por resultar autor material y penalmente responsable de los delitos de daños simple y amenazas simples en dos ocasiones, en concurso real (artículos 183 y 149 bis inciso 1°, primer párrafo). En ambos casos las víctimas fueron pareja y ex pareja, respectivamente.
En el primer caso, además le impuso a Ponce como reglas de conducta, durante dos años, las siguientes obligaciones: fijar domicilio, someterse al cuidado del Patronato de Liberados, no acercarse a menos de 200 metros del domicilio de la víctima ni mantener contacto con ella, y realizar un tratamiento psicoterapéutico.
La resolución de Piombi fue a consecuencia de un pedido de juicio abreviado elevado por la fiscala Leticia Pordomingo, la defensora oficial Mariel Annecchini y el imputado, un hombre de 33 años.
Durante la investigación fiscal quedó probado que el 2 de julio pasado, y luego de una discusión con su pareja mientras iban en un auto, Ponce comenzó a insultarla y a decirle -cuando circulaba a alta velocidad y pasaba semáforos en rojo por la avenida Spinetto- que iba a quemar el negocio de su hermano y que la mataría a ella. Luego paró en la rotonda del avión y le exigió que se bajara.
A su vez, el 11 del mes pasado a la madrugada, el imputado se apersonó hasta la casa de la víctima y desde la vereda la amenazó: "Si no me dejás entrar va a ser peor, no lo compliqués todo, te voy a terminar matando".

 

Amenazas.
Con relación a Bocquet, un empleado de 30 años, el abreviado fue requerido -con su consentimiento- por Annecchini y el fiscal Marcos Sacco. Fue hallado culpable de ir el 24 de agosto pasado, a la noche, a la casa de su ex pareja y amenazarla de muerte.
Piombi consideró que el delito quedó probado ya que el imputado "le manifestó a la damnificada expresiones que resultaron creíbles para ella, y le causaron temor, limitando su libertad de autodeterminación".
Un mes antes, el 27 de junio a las 6.30, el imputado había ido hasta la vivienda de su ex pareja -dañando los vidrios de una ventana y abollando una puerta- y, vía telefónica, también la había amenazado.

 


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