El Colorado se puede cruzar a pie
"Mientras el gobierno nacional busca financiación para construir la represa Portezuelo del Viento y muchos mendocinos sueñan con el trasvase desde el río Grande al Atuel, la realidad del río Colorado es que está tan bajo que hay lugares donde puede cruzarse caminando".
La reflexión pertenece a Héctor Gómez, presidente de la Fundación Chadileuvú, quien visualizó a esta fotografía como un anticipo de tiempos que no están tan lejos como se supone. "Si esta es hoy la realidad del río, ¿qué nos espera cuando se empiece a llenar Portezuelo del Viento?", se preguntó el dirigente.
"La situación actual ya es muy grave, y prueba de ello es que en provincia de Buenos Aires, en la zona de Corfo, ya se han dejado de regar unas 40.000 hectáreas", reveló Gómez. "De las 140.000 hectáreas que se regaban años atrás, ahora hay menos de 100.000 en producción, en torno a unas 95.000, y con restricciones".
La falta de caudales tiene un delicado efecto secundario: la pérdida de calidad del agua del río, que en este momento, según informó Gómez, tiene niveles de salinidad por encima de los aceptados como límite superior por el Tratado del Río Colorado. "Están por encima de los 1,8 milimohs por centímetro", advirtió.
"El día que hagan la represa (Portezuelo del Viento), habrá que llenarla y eso significará agravar el déficit hídrico en la cuenca del río Colorado. Es un problema que afecta a todos los ríos cordilleranos y no hay perspectivas de que mejore en lo inmediato", advirtió Gómez, reiterando su pronóstico poco alentador para el río Colorado.
El caudal que refleja la foto está entre los 45 y los 50 metros cúbicos por segundo, muy lejos del módulo del río, que históricamente se lo ha dimensionado en 147 metros cúbicos por segundo.
Doble pérdida.
Portezuelo del Viento es un proyecto para construir una gran represa sobre el río Grande, el mayor afluente del río Colorado. La construcción de la represa significará una reducción de caudales por partida doble para el río Grande y, en consecuencia, para el río Colorado, en el que descarga sus aguas.
La primera reducción será la del caudal que se retendrá para llenar el gran embalse de la represa, a la que seguirá el volumen que se utilizará para las zonas bajo riego alimentadas con esa obra.
La segunda tiene que ver con un proyecto que Mendoza reflota cada vez que le conviene: el futuro trasvase de agua desde el río Grande hasta el Atuel, un proyecto que implica sacar agua de una cuenca para llevarla a la otra. Esta "exportación extracuencal" de una parte del río Grande está atada a la obra de Portezuelo del Viento ya que el punto de toma estará en el lago artificial.
Es decir, Portezuelo del Viento implica el riesgo de que el río Colorado pierda caudales por partida doble. Por ello, son varios los especialistas que dicen que si las cosas no se hacen con toda la seriedad del caso, el Colorado corre el riesgo de convertirse en un nuevo río Atuel.
Coirco redujo erogaciones
En su reunión de principios de mes, el comité ejecutivo del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco) volvió a evaluar las condiciones generales de la cuenca en lo concerniente a las demandas de riego, humedad de los suelos, pronósticos de lluvias, erogaciones desde el embalse y reserva de agua en el embalse.
Como conclusión se dispuso reducir la erogación de Casa de Piedra desde 70 metros cúbicos por segundo a 45. La maniobra se realizó el miércoles 15 de abril. Este caudal se mantendrá durante 10 días -contando desde el miércoles 15- y eventualmente podrá extenderse por 15 días más. A posteriori se reducirá hasta los 15 m3/segundo, una erogación que aunque mínima permitirá "satisfacer las demandas de los servicios de agua potable y favorecer la reserva del embalse", según el parte de prensa del comité.
Por lo pronto, los actuales 45 metros cúbicos por segundo alcanzarán para "cubrir necesidades de riego y facilitar las obras de adecuación en las tomas de los servicios de agua para la etapa de veda extraordinaria", sostuvo el organismo.
Lastiri advierte que se trata de "una crisis sin antecedentes"
El secretario de Recursos Hídricos de La Pampa, Néstor Lastiri, advirtió que aunque ha habido bajantes más severas que la actual, "lo que preocupa en este momento es la continuidad de tantos años de ciclos pobres", algo que no tiene antecedentes desde que se realizan mediciones permanentes de este curso.
"En la década del '60 hubo dos años de bajantes más fuertes que esta, pero fueron dos años. Acá estamos hablando de seis años consecutivos!", comparó el secretario provincial. "Es una crisis que no tiene antecedentes por la sucesión de tantos años".
"Esto ha descolocado a todos -acotó- y nos obliga incluso a mirar con más cautela los pronósticos para los próximos meses o años. Ahora preferimos no mirar más allá de unos meses para adelante, porque más lejos sería arriesgado".
Lastiri comentó que el cierre parcial de las compuertas de Casa de Piedra ya se está sintiendo en el lago. "El miércoles bajamos la erogación de 70 a 45 metros cúbicos por segundo y el lago, que venía bajando un poquito todos los días, ya empezó a recuperar nivel", señaló.
El caudal de 45 metros cúbicos por segundo marca el límite inferior para que las dos turbinas de la central hidroeléctrica sigan funcionando. Por debajo de ese caudal, deben pararse.
"Si hacemos memoria, para esta misma época del año pasado la central estaba detenida. Este año pudimos hacer un manejo más estricto del recurso y además nos ayudó que hubo lluvias importantes en la cuenca baja, que nos permitieron ahorrar agua".
La disminución de la erogación en Casa de Piedra permitirá no solo ahorrar agua sino también realizar algunas obras pequeñas en las tomas de agua que abastecen a las localidades ribereñas y también donde nace el Acueducto del Río Colorado. "Son unos pequeños azudes que van a permitir que no haya problemas con el ingreso del agua aunque el río esté muy bajo", explicó.
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