El mapa distributivo de las regalías

Si bien todavía no se ha acordado la aceptación o no del destino de los fondos en el primer año de la Ley de Regalías Petroleras, la primera remesa de fondos que se repartieron entre los municipios de la provincia superó los ocho millones de pesos durante la semana pasada.
Durante el corriente año 59 comunas y 21 Comisiones de Fomento embolsarán 94,6 millones (podría hasta llegar hasta los 120 millones). La propuesta del Poder Ejecutivo Provincial, para desistir de una demanda de anticonstitucionalidad de la norma jurídica, es que el primer año se puedan pagar con aquellos fondos de gastos corrientes (sueldos y salarios) y en el segundo año, esa libertad se reduzca al 70% en donde el 30% restante se destine a obras de infraestructura.
Todo hace prever que el vernismo, no así el Frepam, aceptaría el pedido del gobernador Oscar Jorge para que en el estreno del primer año de las regalías a los pueblos el 100% sea de libre disponibilidad para los jefes comunales, es decir la posibilidad de pagar jornales y gastos corrientes con esos dineros.
La contrapropuesta habría sido que el 70% se distribuya entre los municipios de acuerdo al índice que determina del Fondo Federal Solidario (Fondo Sojero) y el 30% restante se haga a través del denominado índice de coparticipación con destino específico (inversiones).
La propuesta del Ejecutivo favorecía en un principio a seis localidades (Santa Rosa, General Pico, Eduardo Castex, General Acha, Toay y Realicó) pues tienen mayor densidad poblacional y mejor recaudación propia. La ley sancionada el año pasado, vetada por el gobernador y vuelta a ratificar por la mayoría de la Legislatura, contempla la distribución del 20% de las regalías petroleras que percibe la provincia de las empresas que tienen contratos directos con ella como PCR, Werthein, Petrobras, Pluspetrol, etc.
En total serían unos 120 millones de pesos, aunque según los índices de 2012 y algunos cambios que se están instrumentando, se llegaría a los 94.630.000 pesos. Lo concreto es que muchas intendencias han empezado a tener aire para hacer frente a los numerosos frentes de tormenta que se avecinan.