Lunes 15 de abril 2024

"Estamos en un problema social"

Redacción 27/08/2016 - 00.56.hs

Economía en crecimiento y distribución de la riqueza. Juan Manuel Casella destacó estas premisas al remarcar la necesidad urgente del gobierno de atender a la tercera parte de la población que es pobre.
Juan Manuel Casella, ministro durante el gobierno de Raúl Alfonsín, ex diputado nacional y ex candidato a gobernador por Buenos Aires, entre otros tantos cargos, visitó ayer Santa Rosa para rendir un homenaje al ex presidente Arturo Humberto Illía al cumplirse 50 años del golpe de Estado que interrumpió su mandato. Con apoyos y críticas al gobierno de Mauricio Macri, dijo que al gobierno nacional debe irle bien porque de lo contrario, el fracaso lo paga el ciudadano común. En Santa Rosa realizó una intensa actividad social y partidaria con la figura de Illía como eje central.
En una extensa entrevista que mantuvo por la mañana con Radio Noticias, el veterano dirigente radical sostuvo, al hablar de la situación del país, que "venimos arrastrando un proceso de empobrecimiento por mucho tiempo, lo que provocó que porcentaje demasiado elevado de la población esté sufriendo serias carencias. Estamos en un problema económico y social, de convivencia y con algún grado de violencia".
Casella aclaró que la pobreza existente "no es imputable en lo inmediato, pero no se ha resuelto".
-¿Estamos al borde de estallidos sociales?
-No estamos al borde de eso, pero es preocupante la situación de un tercio de la población. Es algo injusto, inmoral máxime con tanta riqueza en el país, es peligroso. Hay microestallidos de violencia generados por la desigualdad, algo que empezó a profundizarse en los 90. Mucha gente siente que no está siendo contemplada y la única manera de ayudarlos es que la economía crezca y que la producción sea distribuida con igualdad. Está probado que el mercado es eficiente para producir bienes, algo que aceptó China y Cuba, pero la distribución no la hace el mercado, no es verdad lo del goteo. Hacen falta políticas tributarias, de trabajo y sobre el salario, y esto no lo podemos esperar del mercado que tiende a concentrar la riqueza, como lo vemos en Estados Unidos y en Europa.
-¿Y qué está haciendo Macri?
-Está tratando de normalizar la economía, pero lo está haciendo de una forma más lenta que la que se había pronosticado. Los problemas económicos son más graves que lo que aparentaban y la inflación se come el salario. La crisis de 2001 fue producto de la crisis con la convertibilidad y porque estalló la inflación que se acumuló hasta finales de la década.

 

Emisión o deuda.
El ministro de Economía pampeano dijo que Cristina "emitía" y que Macri "endeuda", al comparar el gobierno de ambos. "No es malo emitir ni es malo endeudarse en sí mismo, depende para qué. Si es para sueldos es malo, pero es bueno si es para hacer crecer la economía. La Argentina vivió momentos económicos oscilantes hasta 2014, con los tres primeros años de Néstor Kirchner con crecimiento, que se consiguió recuperando actividades de sectores hasta entonces inactivos, por eso creció el salario, el PBI; era cuando se hablaba de los superávits mellizos. Desde 2008 no se crea más empleo, según estadísticas de la Universidad Católica.
-¿Fue un error que la UCR se asociara con el PRO?
-Yo me opuse cuando participé de la Convención en Gualeguaychú, pero la mayoría aprobó ese acuerdo y lo debo acatar. Lo que me importa ahora es el éxito (de Macri) no porque sea macrista, sino porque soy argentino. Crecer y distribuir el ingreso para sacar a la gente de la pobreza, que funcione bien el Estado, que haya independencia con el Poder Judicial, una buena educación. La enseñanza es determinante para mejorar los ingresos.
-Casella, ¿se lo puede imaginar a Illía gobernando en el presente?
-Estaríamos en un mundo mucho mejor. El problema de la Argentina es la baja calidad dirigencial. Comparando, se vería una gran diferencia, un gobierno honesto y una economía que en el 54 creció el 10 por ciento, el 65 el 9 por ciento, con una calidad educativa con un presupuesto del 25 por ciento o una ley de medicamentos para que los más humildes pudieran acceder a ellos. Me gustaría analizar más que en panegírico de Illía, indagar sobre los argentinos a lo largo de estos años y que afectan a todos, porque todos gobernaron. Todos debemos sentarnos para evitar que la brecha se profundice, darle previsibilidad a la política, debemos racionalizar la toma de decisiones y esto nos involucra a los dirigentes políticos.
-¿Algún punto en común entre Illía y Macri?
-Es la defensa del ámbito institucional, que debe funcionar la república, el sistema de garantías, y el estado de manera equilibrada. Si hay un punto en el que los argentinos avanzamos es que parece ser la democracia el sistema donde queremos vivir, algo que en mi juventud era considerada una formalidad burguesa. Este sistema funciona mal, pero existe y hay que mejorarlo. También debo hacer una observación: ojo porque los argentinos tenemos un enano fascista incorporado. Somos una sociedad que tiende a admirar la viveza por encima de la inteligencia. Aunque debo reconocer que ahora soy mucho más optimista con la democracia, algo que debo agradecer a Raúl Alfonsín. Vivimos en una democracia meramente electoral donde el debate no se profundiza y no escucha al otro cuando la democracia es un sistema de vida que requiere una distribución de ingresos que apunte a lo social.

 

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