Miércoles 24 de abril 2024

Forestier debe demoler en su predio

Redacción 31/03/2013 - 03.16.hs
Ayer el predio estuvo abierto y hubo partidos de fútbol, aunque todo el sector a demoler estaba rodeado por una mediasombra con los carteles de la sentencia de demolición que emitió el municipio capitalino.
La larga controversia alrededor del complejo de canchas de fútbol que construyó un alto directivo del Casino Club de Santa Rosa encontró finalmente una resolución importante del municipio local, que dispuso la demolición de los vestuarios y el buffet del predio tal como había pedido reiteradamente un vecino del lugar.
El Juzgado Municipal de Faltas dispuso la demolición de la obra que edificó el dueño del complejo, Ricardo Forestier, ex gerente del Casino Club de Santa Rosa y actualmente a cargo de la coordinación de todas las casas de juego que maneja esa empresa en el país.
Fernando Oppezzo, que vive pegado al predio ubicado sobre la calle Robustelli, entre Bertón y Frank (cerca del límite de Santa Rosa con Toay), fue el promotor de todas las denuncias que finalmente llevaron a demoler dicha parte del complejo porque se ubica sobre una calle pública.
Oppezzo denunció la construcción ilegal desde el principio pero hace dos años, cuando se inauguraron las canchas, en el puntapié inicial del torneo que organiza la Liga de Veteranos, Forastier estuvo junto al ex intendente Francisco Torroba, el actual ministro de Bienestar Social de la provincia, Gustavo Fernández Mendía, el secretario de Gobierno, Raúl Ortiz, y otros ex funcionarios.

Clausura.
En las cinco canchas se juegan los partidos de la Liga de Veteranos y también de la Liga de Fútbol Profesional. El conflicto llevó a que el 26 de marzo de 2012 el municipio clausurara de manera preventiva el lugar tras las reiteradas denuncias por irregularidades y falta de habilitación.
Esa medida provocó un fuerte reclamo público, presiones políticas y un grupo numeroso de jugadores de la Liga fue una sesión del Concejo Deliberante para presionar por la reapertura de las canchas. A los pocos días de aquella clausura se sancionó una modificación a la Ordenanza 3812/04 para incluir la figura del "permiso especial precario".
Desde entonces el predio siguió abierto cada fin de semana, hasta que hace unos días el municipio lo volvió a cerrar y se suspendió el inicio del campeonato. Oppezzo amenazó con presentar una denuncia penal por el presunto delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público" a los responsables de la comuna y, ante esa situación, Forestier acató la disposición de demoler los vestuarios y los baños, por lo sucedería lo mismo con la cantina que se ubica sobre la calle pública.
"La Comisión de la Liga de Veteranos de fútbol informa que debido a amenazas de juicio penal contra los funcionarios municipales, por parte del señor Oppezzo, este fin de semana no se puede realizar actividad deportiva alguna en el predio Ricardo Forestier", decía el comunicado que emitió la Liga la semana pasada.

 

"Perjuicio".
Según los futbolistas seniors, por allí pasan más de 800 personas cada fin de semana, incluidos jugadores, árbitros, familiares y espectadores. Ayer el predio estuvo abierto y hubo partidos, aunque todo el sector a demoler estaba rodeado por una mediasombra con los carteles de la sentencia de demolición.
"Además de todas las irregularidades en la construcción, desde que empezó a funcionar, tengo un perjuicio concreto porque la gente se mete en mi casa y hace sus necesidades ahí y el horario para el predio es de 8 a 12 y de 16 a 20, pero juegan a partir de las 12, todo lo que no se puede hacer", se quejó en su momento Oppezzo.
Distintas versiones, en tanto, señalan que Forestier le ofreció comprar la casa a Oppezzo para de esa manera terminar con las diferencias, pero la enorme distancia en los números de las partes habrían abortado cualquier negociación.

 


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