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González confesó una doble agresión

Redacción 06/05/2015 - 03.30.hs
La segunda jornada del juicio oral y público contra Franco Gabriel González, el joven acusado del crimen del kiosquero Gerardo Alberto Cruse, ocurrido el domingo 25 de agosto de 2013 en la localidad pampeana de General San Martín, arrojó la, imprevista y sorpresiva declaración del imputado, quien detalló lo sucedido aquella fatídica noche en la ciudad sureña de la provincia. También declaró Luciano Suazo, acusado de encubrir a los presuntos imputados.
La audiencia de debate se llevó a cabo ayer en la Sala de Audiencia 7 del Centro Judicial de Santa Rosa. El tribunal estuvo conformado por los jueces Daniel Sáez Zamora, Carlos Alberto Mattei y Andrés Aníbal Olié. Además de los magistrados, estuvieron presentes los fiscales Máximo Ramón Pérez Florez y Juan Bautista Méndez (actuó como colaborador y no pudo realizar preguntas), González, Suazo y los abogados privados Juan Carlos De la Vega (defensor de González) y Ramiro Kazanitz (patrocinante de Suazo).
Cuando transcurría la mitad del debate y ya habían declarado los primeros tres testigos, los letrados le dijeron a los integrantes del Tribunal que tanto González como Suazo estaban dispuestos a prestar testimonio y responder todas las preguntas requeridas por los miembros del Ministerio Público Fiscal.
Primero fue el turno de Suazo, quien relató su accionar, luego de que González le contara que había robado en el negocio de Cruse y después habló el incriminado.

Consumo de drogas.
"Previo al hecho, recuerdo que a las 19 estaba solo en casa fumando marihuana y consumiendo cocaína, había consumido mucho" comenzó su descripción González en tono sereno e imperturbable. En ese sentido, siguió: "Me quedé sin cigarrillos y fui al negocio de Gerardo (Cruse). Entré a las 19.50 y le pedí una gaseosa. El me cobró y fue a la heladera que estaba lejos del mostrador -era habitual agarrar chicles, cigarrillos o plata, recordó- entonces vi que dejó la caja abierta y agarré algo de plata".
Continuando con su relato, y sin mostrar gesto alguno, agregó: "El me ve que estoy agarrando plata y me empieza a hablar mal, me atacó y lo empujé. En ese momento él va a atrás y saca un arma color negra, gatilla y no sale la bala. Yo miro para el costado y veo un palo al costado y opté entre mi vida y la de él".
"Le pego con un palo de hierro y cae al piso, vuelvo a la caja y tomo más dinero, chicles y algunas tarjetas telefónicas prepagas (Movistar y Claro). Veo que se levanta, regreso y le vuelvo a pegar y cae. Ahí, salgo por la puerta trasera y salto al patio de la casa de Andrés Hellman (uno de los imputados en primera instancia), recuerdo que se me cayeron algunas monedas. Después volví a saltar al patio de mi casa, trastabillé y entré".

 

Escondida.
Prosiguiendo con su declaración contó que ya dentro de su casa "me cambié la ropa y me lavé las manos", además dijo que cargó "dos o tres tarjetas de Movistar que había sacado". Asimismo, manifestó: "Pasaron 20 minutos del hecho y veo que Luciano (Suazo) viene en su moto, él me ve con las manos en la cabeza, como diciendo ¿qué hice?, y le conté que le había robado un par de tarjetas a Gerardo, esas cosas eran típicas".
Dentro de ese contexto narró: "Entramos a la cocina y le pregunté si quería una tarjeta y me dijo que sí. También me acuerdo que yo había guardado ropa en una bolsa".
"Raspamos varias tarjetas y le pedí que me llevara a tirar las cosas. En un principio se negó y me dijo que fuera solo, que me prestaba su moto, pero al final fuimos los dos. Hicimos unos metros y le dije que siguiéramos más adelante y nos paramos a 1.500 o 2.000 metros de la ruta (que une las localidades de San Martín con Bernasconi). Ahí escondí la bolsa en una cueva de peludo. Después volvimos a mi casa, el se fue a lo de su mamá y yo a lo de la mía", indicó González.
Por último, señaló: "Estaba haciendo unas pizzas y llega Hellman (Andrés) para pedirme sal. En eso llega la policía y me piden si pueden realizar un allanamiento, yo acepto y los acompaño. Me sacaron el celular y 12 pesos, además me preguntaron algunos datos y se tenía antecedentes penales. Revisaron un poco, miraron por arriba y se fueron".

 

"Me dijo que había robado"
Luciano Suazo, acusado como presunto encubridor de Franco González, también declaró ante el tribunal. "Ese día me levanté a las 13, comí algo y fui a lo de Franco, tomamos unos mates y lo invité a ver el chancho que había cazado la noche anterior. Más tarde regresamos a su casa, él se puso a trabajar en el lavadero pegando cerámicos y yo preparé mezcla para revocar las paredes", dijo Suazo.
Por otro lado, relató: "Me fui a mi casa y llegué entre las 19.30 y las 20. Estuve un rato en facebook, a las 21 le dije a mi mamá que iba un rato a lo de Franco, que me avisara cuando estuviera lista la cena. Llego a su casa a las 21.20, me bajo de la moto y lo veo con las manos en la cabeza. Me dijo 'me mandé una cagada, le robé un par de tarjetas al viejo', yo no le di importancia porque era algo habitual. Me dio algunas y las puse a cargar".
Y siguió: "El había dejado una bolsa en la mesa y me pidió que lo ayudara a guardar algo. Agarré las tarjetas usadas y otras cosas y las metí. Me pide que lo acompañe a tirar la bolsa y fuimos en la moto. Hicimos unos metros y me dijo que siguiera unas cuadras más. Cuando llegamos a la ruta, él se bajó y arrojó la bolsa, no sé dónde cayó porque estaba oscuro. Volvió y manejó de vuelta hasta su casa".
Por último, relató: "Fuimos al pub a tomar algo y regresamos a la casa de Franco. Me fui a dormir a las 2.20. Cuando me desperté mi hermana me contó que había un rumor que decía que se había pegado un tiro pero más tarde charlando con unos policías me enteré que lo habían matado. En ningún momento pensé que había sido Franco", concluyó.

 

“Nadie podía creer que había sido Franco”
En la jornada de ayer declararon seis testigos. El primero en declarar fue Ivo Damián López (amigo de González y Suazo). “Del asesinato de Cruse me enteré al día siguiente. Se empezó a hablar sobre quién pudo haber sido, un familiar no me quería contar porque pensó que me iba a caer mal, yo creí que había sido Hellman (Andrés) pero en la comisaría dijeron que había sido Franco”. y agregó: “Nadie podía creer que había sido Franco porque es un chico de pueblo, humilde y sin antecedentes penales”.
A continuación, habló Axel Matías Brandel. “La fecha no la recuerdo pero sé que lo mataron, yo me entero porque Luciano se había enterado de la muerte de Cruse. Al otro día fue a mi casa y me dijo lo que había pasado. Me contó que el domingo estuvo en la casa de Franco, lo vio agarrándose la cabeza y con manchas de sangre. Ahí fue cuando Franco le dijo ‘parece que lo maté al viejo’ (palabras que negó Suazo en su declaración”.
Por otro lado, Andrea Patricia Weber (una vecina del pueblo y madre de Brandel) contó: “Supe que lo mataron, primero mi hijo no quiso contarme nada. Vino Luciano en un auto, se fue con él y cuando volvió me dijo todo haciéndome jurar que no lo hablara con nadie. Me contó que Franco le había dicho a Luciano que había matado a Cruse, y juntos fueron a esconder las cosas. Mi hijo se fue e hice la denuncia a la policía. Suazo y González contaron que iban a inculpar a Hellman”, detalló.

 

Más testimonios.
Por su parte, Edgar Aníbal Reinhart (coordinador de criminalística) sostuvo: “Fuimos el lunes al mediodía con personal de Santa Rosa para hacer el relevamiento desde la macro escena a la micro escena. En el lugar recavamos datos relevantes para determinar cómo hacer el trabajo de la mejor manera. Primero ingresó el fotógrafo por una puerta lateral, nos abrió la puerta y entramos con el personal policial y testigos”.
También declararon Germán Jhon, quien trabajó en las pericias de los días 29, 30 y 31 de agosto, y Laura Recalde, la madre de Suazo.

 

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