Una huelga silenciada en la Alcaidía

Ni el motín que dejó varios heridos, ni la muerte de un preso lograron romper el hermetismo en la Alcaidía de Santa Rosa. Nada cambió después de los incidentes y del insistente reclamo que por varios medios lograron filtraron los reclusos para que se mejoren las condiciones de detención. Ayer este diario logró saber que al menos hasta el lunes pasado, los 21 presos que están alojados en el pabellón Este (el mismo donde se disparó el motín) permanecían en huelga de hambre. La información fue remitida a este diario por una fuente judicial que también enumeró cuáles son las principales necesidades al interior de la cárcel.
"Es bien sabido que lo presos están hacinados de hace tiempo. Hoy las condiciones de detención son peores a las que reinaban antes del motín. Los presos no tienen ni mesas, ni sillas para sentarse. También están reclamando que refaccionen la instalación eléctrica, que está arruinada, y que podría generar una desgracia. Además quieren tener un lugar limpio para recibir a las visitas", dijo la fuente a LA ARENA. Y agregó: "Sabemos que en el pabellón este cortan la luz por la noche y vuelven a conectarla por la mañana. En esas condiciones están ahí adentro".

Palabra del superior.
El director de la Alcaidía Claudio Navarro no quiere hablar (¿no lo dejan?) sobre de lo que ocurre en el pabellón Este, por ese motivo el encargado de dar explicaciones es su inmediato superior, hombre a cargo de la Unidad Regional I, el comisario José Alberto Morales. A diferencia de lo que indicaron las fuentes judiciales, el jefe dice que "la huelga ya terminó el lunes por la noche" y que "solo quedaban en huelga unos pocos presos".
"Estaban reclamando por cosas que ellos mismos rompieron en el motín. Sillas y mesas. Lo de la instalación eléctrica es cierto, pero también ellos fueron responsables de los daños", dijo Morales.
El jefe de la URI confirmó que actualmente hay más de 70 hombres alojados y que el hacinamiento es más que evidente. De Todas formas destacó que, después de principios de mes, algunos presos fueron llevados al penal de Senillosa, en Neuquen, y que los traslados descomprimieron la cárcel de encausados del Plan Vial.
"Obviamente que hacen falta mejoras edilicias pero la realidad es que para arreglar el edificio, hace falta trasladar a los presos. Hoy no hay lugar adonde alojarlos", cerró Morales.