Una preventiva por estafas

El juez de control Fernando Rivarola impuso ayer una medida de prisión preventiva hasta la finalización del proceso contra Raúl Osvaldo Blanco, un hombre 56 años que está acusado de haber realizado siete estafas con cheques sin fondos.
Los desfalcos ocurrieron entre fines del 2013 y principios de 2014, siempre bajo la misma modalidad: Blanco recibía autos en consignación para venderlos y al momento de rendir el pago, libraba cheques a 30/60/90 días que rara vez fueron cobrados. Se estima que la maniobra supera los 300.000 pesos.
Blanco fue detenido la semana pasada por efectivos de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional I en conjunto con los agentes de la División de Robos y Hurtos de la Policía de la ciudad de Córdoba. En marzo de este año el agenciero se había mudado porque -según él mismo- las cosas no le fueron bien en La Pampa. La realidad es que lo hizo para evitar las deudas que lo perseguían. Lo encontraron en un edificio ubicado sobre la calle Urquiza de la ciudad de la capital cordobesa. Ahora manejaba un remís.
La audiencia de formalización se realizó ayer en el Centro Judicial de Santa Rosa. El juez Rivarola hizo lugar al requerimiento del fiscal Carlos Ordas atento a que el imputado podría fugarse u obstaculizar el avance de la investigación.

Los estafados.
En noviembre del año 2013, Pablo Martín Goycochea entregó a Raúl Oscar Blanco un Ford Focus y un Chevrolet Silverado -con sus tarjetas verdes- para que se los vendiera. Habían pactado incluso una comisión por ello. Lo cierto es que semanas después los autos desaparecieron y el propietario nunca vio un solo cobre.
Fernando Oscar Pellegrino, vendió a Blanco un auto por la suma de 35.000 pesos y recibió a cambio 13 cheques de pago diferido. Los cheques nunca pudieron cobrarse porque Blanco tenía la cuenta cerrada.
Alberto Domingo Perrino le vendió a Blanco un vehículo a cambio de 8 cheques a fecha de $4.700 cada uno. Estaban para cobrar en febrero de 2014. La cuenta se quedó sin fondos cuando Perrino cobró el cuarto cheque.
Juan Damián Milesi, le vendió a Blanco una camioneta a cambio de 9 cheques por el valor de $65.000 de los cuales solo cobró 6. Más tarde le vendió dos autos más por $100.000 pesos y recibió 13 cheques. Esta vez cobró ninguno.
Marcelo Santiago Peralta, recibió 5 cheques a cambio de un auto y al tiempo con esos documentos quiso comprarle a un tercero una cosechadora. Los platos rotos los pagó el tercero que nunca pudo cobrar.
Gustavo Mariscal y Martin CisternaI, le vendieron tres vehículos. Meses después, en una segunda operación, le vendieron tres más. Todos los pagos se hicieron con cheques de pago diferido. En todos los casos fueron rechazados por falta de fondos.
Sergio Guiglione, le había dado su camioneta a Blanco para que la vendiera e incluso lo había habilitado para que la usara sin problema. La confianza se desvaneció cuando Guglione se enteró que Blanco ya la había vendido y que no le entrego el dinero acordado.