Domingo 21 de abril 2024

Adiós al guitarrero

Redaccion 02/06/2020 - 21.27.hs

Un centenar de personas se acercó ayer hasta la entrada del Cementerio Parque para brindarle su último adiós al músico Jorge Sosa, que falleció a los 65 años de edad. Con la entonación de una última canción, sus seres queridos compartieron con él la última guitarreada.
Se trata de uno de los grandes guitarristas que tuvo la provincia de La Pampa, y muchos lo describieron como el sostén musical de casi todos los cantores pampeanos. «Acompañó a cuanto cantor se lo pidiera», resaltaron sus allegados.
La pérdida de un gran amigo, en medio de la cuarentena dispuesta por el Covid-19, obligó a modificar la forma de despedirlo. Por estos motivos, sus seres queridos, particularmente aquellos con los que compartió el amor por la música, decidieron realizar una última guitarreada en su honor en el ingreso al Cementerio Parque.
De esta manera, bajo un cielo completamente gris, una multitud se fue acercando alrededor de las 17 para compartir el momento. El dolor y la tristeza se podían sentir en el aire, aunque cada tanto se dibujaban algunas sonrisas al recordar viejas anécdotas.

 

La última canción.
Al llegar el coche fúnebre, frenó unos minutos frente al portón para que sus amigos pudieran compartir con él, a modo de homenaje, una última canción. Cuando sonaron los primeros acordes, muchas de las personas presentes rompieron en llanto, se abrazaron y se hicieron uno en el dolor.
Cuando terminó la canción, hubo un cerrado aplauso. Luego, las guitarras se callaron, el auto ingresó al predio y detrás de él la multitud.

 

«Se fue otra guitarra» .
Alberto Carpio escribió unas breves palabras para la Asociación Pampeana de Músicos. «Días tristes cuando se van los amigos y compañeros de la música, y más, en este tiempo de aislamiento en donde todo se torna difícil de sobrellevar estas cosas», señaló.
«Hace unos días, Carlitos Zorzi, quizás más conocido en nuestro ambiente como el «papá de Dari». Hombre ameno, cordial y siempre atento al lado de sus hijos Dari y Javi. Hoy el Jorge se fue y más que nada se fue sin su guitarra, no pudo reencontrarse con la que fue durante todo su vida su compañera de la vida», lamentó.
A su vez, afirmó que «casi nunca encontraremos explicaciones válidas para este tipo de partidas y menos aún cuando son casi inesperadas y pareciera algo irreal; si podemos decir que además de su guitarra Jorge atesoró durante su vida un gran capital y que no es precisamente algo material sino sus amigos, aquellos que hoy a pocas horas ya sienten su ausencia».

 

Sonido característico.
Carpio resaltó que «su característico y clásico sonido al interpretar el instrumento hacían que podamos reconocer ese toque de Jorge apenas salían los primeros punteos». Además, recordó su trayectoria: «Largos años al lado de la Vasquita Mugabure recorriendo escenarios de los más diversos junto a Julio González».
«Con Ensamble en los años del repunte de la música Latinoamericana, con Jorge Ludueña, Toto López , Paco Ibarra y el Negro Salazar entre otros. Inseparable del cantor Carlos Amigo compartieron su vida en cada canción, adueñándose de cada momento que se trasladaba en anécdotas que fueron y serán imborrables».
«Jorge Sosa convivía con su trabajo de la CPE y su tiempo dedicado a la guitarra ensayando horas y horas para acompañar a todos aquellos que necesitaban ese apoyo musical. Ha compartido su arte con tantos que seria difícil mencionar a todos. He aquí algunos de ellos: Paola Ruiz Díaz, Toti Mansilla, Rubén Dadán, Tachi Gaich, el Chispa López entre otros», agregó.
«En los últimos tiempos se sumo a la propuesta del Bocha Campo con quien se habían presentado en Buenos Aires con muy buena repercusión. Un día, aquellos que se adueñan de lo ajeno, se llevaron su guitarra y su ausencia dolió mucho; era una pena vieja en este tiempo, sin embargo, nunca se olvidó. Chau Jorge, ‘ahora llora mi guitarra'», concluyó.

 

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