Apoyan reconsideración

Jonathan Alexis Reinhartt (26) permanecía ayer frente a la puerta de ingreso del Instituto de Seguridad Social, a la espera de una respuesta a su pedido de reconsideración del despido ordenado por las autoridades. Por otra parte volvió a recibir ayer el apoyo de quienes han sido sus compañeros de trabajo, que también lo respaldan en su solicitud de que le brinden una nueva oportunidad.
El joven, que perdió su puesto en razón del incumplimiento de sus obligaciones -faltas recurrentes-, y a partir de una sugerencia de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, salió a reconocer este lunes que sus problemas eran las adicciones al alcohol y a la marihuana, que le provocaban no asistir en algunas ocasiones a trabajar. Sancionado con la cesantía hace dos meses, Jonathan -que tiene un hijito de tres años-, se encadenó frente al ISS reclamando una reconsideración, y admitiendo si no habló antes era porque temía ser discriminado por su problema, que no había revelado ni a sus propios compañeros.
Envuelto en una frazada, el pibe soportó como podía las gélidas jornadas, aunque siempre acompañado en distintos momentos por amigos y quienes fueron sus compañeros, que incluso tarde por la noche se llegaron para estar cerca.

Esperando una respuesta.
Desde ATE señalaron que le ofrecieron su asesor legal, pero no obtuvieron respuesta, en tanto se supo que ayer algunos trabajadores del Instituto se habían acercado al Directorio para exponerle su preocupación por el tema, y además para seguir a Reinhartt en su pedido de reincorporación. Los muchos empleados que se acercaron a saludarlo y a llevarles su solidaridad, coincidían en que "es buen pibe... y tuvo siempre un trato respetuoso. Nunca había contado nada de sus adicciones", dijo uno que pidió que también se lo atienda profesionalmente por esta circunstancia.
Desde el ISS se había señalado que aún quedan instancias para recurrir, y habrá que ver si pueden llevar a la reincorporación de Jonathan, que ayer seguía firme con su reclamo. Una carpa tipo iglú, acercada por algún amigo, le hacía un poco más llevadera la situación ante los intensos fríos de estos días.