Sabado 30 de marzo 2024

¿Asaltantes de Rucanelo se equivocaron de campo?

Redaccion 23/02/2020 - 21.09.hs

Los investigadores policiales están convencidos que los detenidos integran una banda delictiva que operaría en algunas provincias argentinas. Y varios factores incidieron para que finalmente puedan ser detenidos los seis asaltantes y recuperar los 240 mil pesos, 10.000 dólares, joyas de oro y otros elementos que le robaron -el sábado al mediodía- a la familia Farías, en un campo ubicado en la zona rural de Rucanelo. Anoche, al cierre de esta edición, se estaba por desarrollar la audiencia de formalización a los acusados en el edificio judicial de Victorica.
Tres detenidos son oriundos de Buenos Aires -Avellaneda, Quilmes y Capital Federal-, hay uno de San Juan, otro de Mendoza y el restante es de nacionalidad peruana. Se movilizaban en vehículos de alta gama: una Volkswagen Amarok TDI y dos automóviles marca Peugeot (uno es un 308 y el otro un 2008). Tenían equipos de comunicación para interceptar las comunicaciones policiales y varios teléfonos, entre otros elementos.
Pero, como diría un político contemporáneo: «Pasaron cosas». Ingresaron al campo caminando y dejaron los tres vehículos estacionados sobre la ruta provincial 11, considerando que sería lo más apropiado para sorprender a la familia Farías, pero olvidaron que llamaron la atención de los vecinos. Y cuando un vecino alertó sobre la presencia de los rodados a la policía de Rucanelo, el patrullero se movilizó hacia el campo, los choferes se dieron a la fuga y dejaron caminando a los tres asaltantes que se metieron en medio de los montes para tratar de escapar de los policías. Así anduvieron entre 15 y 18 horas caminando por los campos, con la policía y los canes persiguiéndolos. Ya habían detenido los tres conductores, pero este trío era fundamental porque habían cometido el atraco y tenían las pertenencias de las víctimas. Y
finalmente, después de las 22.30 horas del sábado, fueron detenidos en cercanías del acceso a Rucanelo. Y ahí se esclareció totalmente el robo en el campo rucanelense, porque se recuperó el dinero, las joyas de oro y otros elementos.

 

Un hecho violento.
El robo fue violento. Farías fue dado de alta ayer en el Hospital Pablo F. Lacoste de Eduardo Castex, dado que presentaba lesiones en la región craneal, y también su sobrino que presentaba algunos golpes físicos que no revestían gravedad.
Las víctimas fueron sorprendidas el sábado al mediodía, por tres asaltantes en el campo Cuatro Cuartos, ubicado sobre la ruta provincial 11, en la zona rural de Rucanelo. Ambos estaban almorzando e irrumpieron los atracadores en el inmueble. Los golpearon, los maniataron y los
amordazaron. Pedían los dólares. Farías indicó donde tenía guardados algunos ahorros. Una suma económica muy importante, pero no justificable para una banda que supuestamente actuaría en delitos de mayor envergadura. (ver aparte)
Los atracadores se fueron en cuatriciclo hasta la tranquera del campo, pero los vehículos se habrían alejado porque apareció el móvil policial de la localidad. Los tres rodados emprendieron la fuga por la ruta provincial 11 y continuaron por la ruta provincial 102.
La camioneta Volkswagen Amarok fue interceptada «a aproximadamente 20 kilómetros del campo damnificado, sobre un camino vecinal opuesto al acceso principal de Rucanelo»; y los vehículos Peugeot 308 y Peugeot 2008 fueron demorados «a poco más de 60 kilómetros del lugar del hecho», entre las localidades de Conhelo y Rucanelo.
Las otras tres personas, que serían los autores materiales del violento asalto, no tuvieron más alternativa que meterse en los montes para tratar de fugarse. La policía convocó a la sección Canes para perseguir los rastros. Y después de las 22.30 horas, fueron detenidos en el acceso
a la localidad de Rucanelo.

 

Fiscal y peritos.
La fiscala de Victorica, Alejandra Moyano, estuvo presente en el establecimiento damnificado, para realizar tareas de relevamiento y supervisar el trabajo de la Agencia de Investigación Científica (AIC).
Además la funcionaria judicial ordenó la requisa de los tres fugados que fueron detenidos en última instancia. Tenían en su poder los 10 mil dólares, los 240 mil pesos y las joyas de oro compuestas por cadenas, pulseras, aros, y medallas «con inscripciones precisas de la familia damnificada», indicaron fuentes policiales.
Los rodados fueron trasladados a la comisaría departamental de Eduardo Castex, y durante la madrugada fueron requisados, donde secuestraron varios elementos de interés para la investigación: handys para interceptar las comunicaciones policiales, equipos de telefonía celular, billetes de moneda nacional y estadounidense y prendas de vestir, entre otros elementos.
Anoche, al cierre de esta edición, se esperaba que se lleve a cabo la audiencia de formalización en el edificio judicial de la localidad de Victorica.

 

¿Se equivocaron de campo?
Los investigadores, con el transcurrir de las horas, acrecientan la hipótesis que en este violento robo en un campo de Rucanelo podría existir un “entregador o datero” de la región. Los detenidos indudablemente integran una banda que presumiblemente “habría cometido hechos similares en otras provincias”.
“Personas de Buenos Aires, San Juan, Mendoza y un peruano cómo saben los movimientos económicos de los productores de la zona rural de Rucanelo”, se interrogan por estas horas.
Los detenidos tendrían una interesante logística. Se movilizaban en vehículos de alta gama, tenían handys para interceptar las comunicaciones policiales, varios teléfonos celulares y dinero para movilizarse con tranquilidad. A simple vista puede observarse que el dinero robado en el campo de Farías es muy significativo, pero (con la venta de las joyas) no alcanzaría para comprar –solamente– la VW Amarok TDI en la cual se movilizaba el conductor detenido en cercanías del basurero municipal de Rucanelo.
Otro dato que no es menor, y que evalúan los investigadores, es que Farías en los últimos días solo vendió algunos corderos y ovejas. Pero, un vecino habría realizado un movimiento económico “muy importante”. Y ahí se potencia la existencia de un “entregador o datero”, y las sospechas que los asaltantes se equivocaron de campo.
Estas hipótesis quedarán dilucidadas “en pocos días”, cuando la Justicia “realice la apertura” de los teléfonos celulares. “Acá hubo alguien que habló, pero se equivocaron de campo”, confió un vecino de Rucanelo. Y una fuente policial no desmintió el planteo periodístico del cronista de este diario.

 

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