Sabado 23 de marzo 2024

La historia de Valentina: una volante "de selección"

Redacción 14/11/2018 - 08.55.hs

Valentina Camara es integrante del selecto grupo de quienes tienen el talento para hacer bien cualquier deporte. Desde chiquita se dedicó al básquet en su Viedma natal y se destacó como una base con orden y buena distribución.
Recorrió el país con sus clubes y representando a Río Negro en diferentes competencias, como los Juegos de la Araucanía, y a los 17 años se fue a vivir a Córdoba para seguir con el básquet y preparar su futura carrera universitaria.
Su capacidad le permitió crecer como basquetbolista, pero por diferentes problemas internos en la liga cordobesa, y mientras cursaba sus estudios de kinesiología, decidió dar un vuelco deportivo: dejar de picar la pelota naranja para empezar a patear la número 5.
Empezó a los 19 años en Racing de Córdoba, al tiempo se incorporó a Belgrano y se convirtió en una volante central con el mismo panorama que tenía la base de básquet. Un llamado a la Sub 20 y el casi inmediato salto a la Selección Mayor la posicionaron rápidamente entre las mejores futbolistas del país.
Hoy, con 24 años y a la vez que ejerce como kinesióloga en su consultorio, juega en la UAI Urquiza de Buenos Aires y forma parte del equipo nacional que anoche consiguió en Panamá la clasificación al Mundial de Fútbol Femenino Francia 2019. Un logro que Argentina no festejaba desde 2007.
"Muchos todavía se sorprenden cuando me ven jugar al fútbol y no al básquet", remarcó Camara el sábado en Radio Noticias, desde la concentración en Panamá de cara al duelo que la Selección disputó anoche por la revancha del repechaje clasificatorio al Mundial (ver aparte).
"Todos me conocían por el básquet y por lo que había logrado con ese deporte, pero ya hace como tres o cuatro años que no juego", agregó la joven rionegrina, que tiene amigas en La Pampa por sus encuentros con los seleccionados provinciales, especialmente en Juegos de la Araucanía.
"Estoy muy conforme por lo que logré con el básquet, por lo que recorrí y hasta donde llegué. Pero la verdad es que no me arrepiento del cambio", aseguró la hoy volante central del seleccionado nacional mayor de fútbol.

 

Al Mundial.
El cambio de deporte le permitió a Valentina llegar hasta la Selección y clasificar a un Mundial, algo que ni había imaginado cuando -aún siendo estudiante- googleó "fútbol en Córdoba capital", buscando alternativas ante su decisión de dejar el básquet.
"Es un sueño estar viviendo esto, en la Selección y en un momento muy importante para el fútbol femenino", reveló Camara, que tuvo que pelear mucho -hasta con abogados- para que Racing de Córdoba (su primer equipo de fútbol) liberara su ficha y así poder llegar a la UAI Urquiza, equipo en el que está hace un par de meses jugando la Primera División nacional.
Es que si hay algo de lo que saben las mujeres, y especialmente las que juegan al fútbol, es de luchar contra las adversidades. En ese sentido, Valentina vivió el difícil proceso de "destrato" a la Selección argentina, que el propio plantel puso sobre el tapete con reclamos y protestas durante la disputa de la Copa América pasada, en Chile.
En ese torneo, donde Argentina estuvo a punto de clasificar directamente al Mundial (lo lograron Brasil y Chile), las chicas se plantaron y denunciaron las malas condiciones que tenían para entrenar, viajar y competir, además de las enormes diferencias económicas y de reconocimiento de parte de la AFA con sus pares masculinos.
Y el planteo dio sus frutos. "En su momento se sufrió mucho, principalmente antes de nuestro reclamo en la Copa América de Chile, en abril", recordó Camara al referirse a la falta de apoyo desde el máximo organismo del fútbol nacional.
"Pero gracias al reclamo y a lo que conseguimos (el tercer lugar en la Copa América les permitió jugar el repechaje con Panamá que las depositó en el Mundial), las cosas fueron cambiando. Y ahora lo que estamos viviendo es muy diferente", se alegró.
En ese sentido, la sureña destacó que la ola feminista de los últimos tiempos en el país también fue clave para que sus protestas fueran escuchadas y sus pedidos atendidos. "Nos ayudó mucho el movimiento feminista que es está viviendo en Argentina", dijo sin dudar.
Y agregó: "Incluso hay mujeres que no saben de la disciplina o que no estaban ni enteradas de que había un equipo de fútbol, pero que por el solo hecho de tratarse de mujeres generaron una empatía especial con nosotras. Y entonces vienen, nos apoyan, nos llenan la cancha y hacen movidas como para que la gente nos acompañe. Y eso es clave para que se visibilice y crezca el fútbol femenino". A tal punto que, por lo logrado anoche, Argentina volverá el año próximo a jugar un Mundial después de 12 años de ausencias.

 

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