Domingo 21 de abril 2024

Baja la inflación y pronostican repunte

Redaccion 10/10/2020 - 06.10.hs
Imágenes de construcción.

La pandemia impactó de lleno en la economía nacional y pampeana en el segundo trimestre de este año, según el Informe de Coyuntura Económica Pampeana. Sin embargo, la recuperación económica comenzó en forma lenta y, para la última parte del año, se espera que el sector de la construcción encabece el repunte.

 

El trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas (UNLPam) y el Centro de Estudios Pampeanos (Cepam), realizado por Sebastián Lastiri y Mercedes Rodríguez, planteó que «el nivel de actividad traía un fuerte efecto de arrastre por la recesión del último año que se vio profundizado por los efectos de la pandemia: -19,1% fue la caída del PBI».

 

A su vez, también se registró una fuerte caída de la ocupación donde «el 7 % de los pampeanos perdió su trabajo. Aquí se hizo más notorio el impacto sobre cuentapropistas, oficios y trabajadores informales. La caída en el empleo privado registrado fue considerablemente menor (-2,4%)».

 

Según los autores, uno de los «pocos datos positivos del trimestre (y quizá de la pandemia)» fue la «reducción de la inflación a su valor más bajo de los últimos 3 años: 6,3% en todo el trimestre con relación a su precedente inmediato».
Por su parte, el sector agropecuario «mantuvo su nivel de actividad en niveles similares a los previos a la pandemia» y la cosecha de maíz finalizó con un aumento de la producción de 1,6% interanual.

 

A su vez, la «drástica reducción de la movilidad de las personas trajo como consecuencia fuertes reducciones en las ventas de naftas y GNC: -57,4% y -48,4% interanual respectivamente».

 

Otro sector afectado fue la construcción. «Después de 2 años consecutivos de caída ininterrumpida, la pandemia provocó una alarmante reducción de los despachos de cemento de – 19,5 % i.a. en La Pampa y -32,1% i.a. a nivel nacional. El impacto en el empleo del sector resulta aún más preocupante: -25% i.a. en la provincia y -34,6% i.a. en el país», planteó el informe.

 

Lenta recuperación

 

Con un panorama despejado en gran medida por la deuda producto del exitoso acuerdo de renegociación, los autores señalaron que «lo que resta del año estará marcado por tres elementos claves». Entre ellos, mencionaron «el ritmo de salida de la pandemia y la consecuente recuperación de las actividades, la capacidad del gobierno para controlar el tipo de cambio ante las presiones devaluatorias y el impacto de las políticas de reconstrucción y reactivación post Covid».

 

De todas maneras, indicaron que «la recuperación económica comenzó en forma lenta al ritmo de la salida de la pandemia con un crecimiento mensual para julio de 1,1 % con respecto a junio», aunque «con un nivel 13% por debajo si lo comparamos con igual mes de 2019».

 

En esa línea, consideraron que «para el último tercio del año es de esperar que esta recuperación se acelere aunque de forma dispar, con algunas actividades volviendo a sus niveles pre pandemia y otras que recién estén en el inicio de su reapertura».

 

«Si bien la segunda mitad del año será mejor en términos de nivel de actividad, seguirán profundizándose los problemas económicos y sociales derivados de la acumulación de quebrantos empresariales y familiares producto de la extensión de la crisis sanitaria y el mercado de trabajo continuará acumulando tensiones. Se verá un aumento de la tasa de desempleo acercándose a niveles del 15%», advirtieron.

 

¿Alivio para la construcción?

 

Lastiri y Rodríguez señalaron que «el comienzo de la salida de la pandemia y las tensiones en el tipo de cambio provocarán un leve aumento de las presiones inflacionarias, que estimamos en torno al 35% para fin de 2020 (20 puntos por debajo del registro de 2019)».
Además, el sector agropecuario «continuará morigerando el impacto de la pandemia», debido a que «la superficie sembrada de trigo aumentó un 13,3 % con respecto al año pasado y las condiciones climáticas se esperan mejores que las de la última campaña».

 

En la perspectiva para lo que resta del año, el posible que después de mucho tiempo «el sector de la construcción pueda experimentar el inicio de su recuperación de la mano de la finalización de la pandemia y las políticas de reactivación propuestas por los gobiernos nacional y provincial que han dado claras muestras de apostar al sector para la reactivación económica, tanto con políticas de créditos para las familias como con la reactivación de la obra pública».

 

Crecimiento supermercadista

 

El informe destacó que el consumo privado en supermercados «continuó con la tendencia creciente que mostró durante el primer trimestre, tanto a nivel país como provincial después de que durante varios años se registrara una continua caída».

 

Durante el segundo trimestre, las ventas aumentaron un 0,9 % i.a. en La Pampa, mientras que a nivel país el incremento es algo mayor, alcanzando el 1,5% i.a. «Pero a pesar de que las ventas mejoraron tanto en la provincia como a nivel país, existen rubros que se ven fuertemente afectados, como alimentos preparados y rotiserías (-52,8% i.a.), Indumentaria, calzado y textiles para el hogar (-26,1% i.a.), panaderìa (-14,2% i.a.) y carnes (-8,8% i.a.)», advirtieron.

 

Sin embargo, hubo otros que «experimentaron una variación positiva creciendo muy por encima del resto de los rubros como son nuevamente verdulería y frutería (24,4% i.a.), electrónicos y artículos para el hogar (8,4% i.a.) y bebidas (6,2% i.a.) siendo estos dos últimos rubros uno de los más perjudicados desde hace varios meses».

 

Los autores del informe explicaron que «estos datos deben ser considerados en el contexto de la pandemia, en el que se restringieron muchas actividades y ello trajo aparejado un traslado de consumos hacia los supermercados. Por este motivo, la variable de consumo en supermercados ha perdido representatividad en esta pandemia para inferir comportamientos con respecto al consumo en su conjunto.

 

Sigue la caída de combustibles

 

El informe remarcó que la pandemia impactó de lleno en el consumo de combustibles, provocando «una drástica reducción de la movilidad de las personas y con ello fuertes caídas en las ventas de combustibles». En este contexto, la caída de la venta de naftas fue de -54% i.a. y de GNC -48,4% i.a. en el segundo trimestre. Producto de una buena campaña del sector agrícola, los despachos de Gas Oil cayeron sólo un 8,5% i.a. durante el mismo período», agregó.

 


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