Lunes 25 de marzo 2024

Clandestinas en Catriló, Martini y Castex

Redaccion 25/12/2020 - 21.56.hs

Una familia negó a la policía que en su casa se estaba realizando una fiesta clandestina. Sin embargo, un efectivo por un tapial lindante observó que en el patio se había armado un boliche, y había unas 70 personas. Se hizo un allanamiento y se secuestraron elementos probatorios.
C.CATRILO / C.EDUARDO CASTEX

 

Personal de la comisaría departamental de Catriló intervino en una nueva fiesta clandestina en la localidad. Esta vez, la juntada reunió a alrededor de 70 personas y se realizó durante la madrugada de ayer en el patio de una casa familiar. Tuvo como presunto organizador a un muchacho que tiene varias causas judiciales por infracción al artículo 205 del Código Penal, incluso ya fue formalizado como responsable de una reunión de cerca de 40 personas en un pub de la familia. La policía, horas después, hizo un allanamiento y secuestró elementos probatorios y un teléfono celular.

 

Voceros oficiales indicaron que después de las 2 de la madrugada hora hasta la que estaban permitidas las juntadas -con no más de 20 personas al aire libre- por disposición de la Provincia, vecinos de la casa ubicada sobre Belgrano al 500 dieron aviso a la Policía de música alta y gritos.

 

Cuando el personal uniformado arribó al lugar se encontró en la vereda de la vivienda con familiares del supuesto organizador de la fiesta, Santiago Cazenave (31). La policía constató la música alta desde la calle, aunque enseguida la bajaron.

 

Uno de los efectivos trepó por el tapial de un vecino y observó luces y decenas de personas en el patio de la casa familiar del supuesto organizador. En un momento, señalaron las fuentes policiales, salió del interior del inmueble Santiago Cazenave reclamando por el accionar policial, mientras con su teléfono celular filmaba el procedimiento.

 

«Cuestionó el accionar policial, amenazando que llamaría a su abogado porque no teníamos derecho a ingresar a su casa, cosa que no hicimos porque solo observamos la fiesta clandestina a través de un policía que se subió a un tapial vecino y caminó unos metros por allí, constatando la juntada en el patio de Cazenave», indicó un uniformado.

 

En el lugar, según los voceros, había música, luces, y personas consumiendo bebidas alcohólicas. Más allá que estaban reunidos fuera del horario permitido, tampoco respetaban el distanciamiento social y los asistentes no tenían el tapaboca colocado.

 

Mientras el policía identificaba a los participantes de la fiesta, éstos comenzaron a arrojarle botellas de vidrio al uniformado, con lo cual éste tuvo que abandonar el lugar. En las inmediaciones, los policías identificaron a varios jóvenes, entre mujeres y varones, algunos de ellos menores de edad.

 

Otro grupo que la policía identificó y participó de la juntada ilegal contó que habían acompañado a un amigo al hospital, debido a que había sufrido una herida cortante en el rostro al impactarle una botella. Un uniformado constató con los profesionales del centro de salud que el muchacho tenía un corte en el pómulo derecho y le habían dado tres puntos de sutura.

 

Luego la familia dueña de la vivienda donde se realizó la fiesta clandestina se presentó en la comisaría. «Vino el matrimonio y dos hijos, entre ellos el presunto organizador del encuentro, y el padre dijo que él se iba a ser cargo», relató un vocero policial.

 

En horas del mediodía, con una orden pedida por la fiscalía y librada por el juez de control de Santa Rosa, Carlos Chapalcaz, la policía realizó un allanamiento. Secuestró el celular del presunto organizador, un equipo de música, una consola, parlantes, y juegos de luces. «Tenía un boliche ambulante», dijo un vocero que además confirmó el secuestro de botellas y latas de bebidas alcohólicas, un vaso roto y una bolsa con manchas de sangre.
En la comisaría se iniciaron actuaciones judiciales por infracción al artículo 205 del Código Penal e infracción al decreto 3242.

 

Antecedentes.
Santiago Cazenave se encuentra cumpliendo con una condena en suspenso por un delito contra la propiedad. En 2018 fue condenado por la Justicia de General Pico a tres años en suspenso por encubrir el robo de agroquímicos ocurrido en un campo de Relmo.

 

A mediados de julio pasado, pocos días antes que se inicie el primer brote de Covid-19 en la localidad, Santiago Cazenave fue acusado por la Justicia provincial por organizar una fiesta en el bar «Apolo», de la que participaron más de 30 personas.

 

En ese momento, los fiscales Máximo Paulucci y Natalia Urruti acusaron formalmente a Cazenave por incumplimiento del artículo 205 y 239 del Código Penal, por estar sospechado de ser el organizador de la fiesta clandestina que se realizó en su propio local. Por la nueva fiesta clandestina sería indagado el próximo lunes, indicaron voceros policiales.

 

Castex.
Por otra parte, la policía de Eduardo Castex intervino en dos fiestas clandestinas que se realizaron, durante la madrugada navideña, en la zona urbana. Los agentes policiales notificaron a 17 personas en causas judiciales por infracción al artículo 205 del Código Penal.

 

Los eventos se desarrollaron en la zona urbana e incluso se habría convocado por las redes sociales.
La policía de Eduardo Castex informó que además se iniciaron 4 causas judiciales, donde están imputados 7 personas, porque interceptaron vecinos que no pudieron justificar «los motivos por los cuales se encontraban circulando en la vía pública fuera de los horarios establecidos» por los protocolos sanitarios.

 

También, en los controles de tránsito se realizaron tres pruebas de alcoholemia que arrojaron resultado positivo, y se retuvo una motocicleta.

 


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