Miércoles 27 de marzo 2024

Covid: el 19 % de los niños empeoró su alimentación

Redaccion 15/05/2021 - 21.05.hs

El 19 por ciento de los niños pampeanos entre 6 y 11 años empeoró sus hábitos alimenticios durante los meses de aislamiento obligatorio, situación que llevó a que un 23 por ciento de ellos presenten sobrepeso y obesidad. Este es uno de los aspectos negativos que mostró un relevamiento desarrollado por un grupo de docentes universitarios que integran un proyecto de extensión sobre nutrición y salud. Un aspecto positivo que mostró el estudio, realizado directamente entre los niños, fue el aumento de la «comensalidad», es decir, padres e hijos compartiendo el almuerzo o la cena.
Durante los últimos meses de 2020 y primeros de 2021, el proyecto de extensión universitaria «Nutri-UNLPam va a la escuela» desarrolló una encuesta entre niños de 6 a 11 años, es decir, mayormente en nivel primario, para conocer cómo habían cambiado sus hábitos alimenticios y de actividad física durante los meses en que rigió el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio.
La encuesta se armó de tal manera que los chicos pudieran completarla por si mismos, sin necesidad de la ayuda de un padre, madre o adulto. Esto le da mayor confiabilidad a los datos por cuanto evita el sesgo que hubiera introducido la mediación de los progenitores al momento de contestar las preguntas. El hecho de que las respuestas fueran anónimas refuerza la veracidad de los datos.
Al momento de cerrar el plazo de recepción de los formularios, 306 infantes -un 58 por ciento niñas y un 42 por ciento varones- habían respondido el cuestionario.

 

Luces y sombras.
La encuesta refleja en la voz anónima, confidencial y voluntaria de esos jovencitos los aspectos positivos y negativos que dejó, y dejan, estos meses en que la pandemia de Covid-19 obligó a aplicar estrictas medidas de circulación comunitaria para evitar la propagación del virus.
Muchos estudios han analizado los impactos del aislamiento a nivel social y en personas adultas o en grupos vulnerables, pero pocos en la población infantil. Esto revalida la importancia del estudio realizado por el equipo universitario que integran Valeria Matzkin, Alejandra Maldini, Romina Pilar Gutiérrez y Cecilia Ibarguren.
Un primer dato preocupante que deja el trabajo es que el 27 por ciento de los chicos no realizó ninguna actividad física hasta el momento de responder la encuesta. Solo un 15 por ciento reportó que comía a diario verduras y legumbres, mientras que el 50 por ciento aseguró que eligió diariamente consumir lácteos y frutas.
Un 40 por ciento dijo que consumía gaseosas 3 ó 4 veces por semana, y el 32 por ciento, que le agregaba sal a las comidas.
Respecto a los hábitos alimenticios, el 19 por ciento de los chicos aseguró que su alimentación empeoró y muchos también reportaron que el «hambre emocional» dispararon sus ganas de comer.
Un dato positivo que manifestaron los chicos -y seguramente valoraron- fue el aumento de la comensalidad, término que se traduce como la reunión de la familia a la hora de comer. Posiblemente esto se haya manifestado con mayor intensidad en aquellas familias en que los padres estuvieron obligados a quedarse en su casa o que pudieron optar por el teletrabajo.

 

Sobrepeso.
Resultado de los cambios alimentarios disparados por el aislamiento y las modificaciones que trajo, se detectó un preocupante aumento del sobrepeso en los chicos de 6 a 11 años -por lo menos en lo que respecta a esta muestra de 306 respuestas.
El 73 por ciento de esos niños mostró un estado saludable, pero el 15 por ciento reportó sobrepeso, el 8 por ciento obesidad y el 4 por ciento restante, bajo peso.
Vinculado con esos valores, el trabajo mostró que un 26 por ciento de los encuestados quisiera bajar de peso y que a un 4 por ciento le gustaría subir, mientras que el 35 por ciento respondió que pasó más de 4 horas diarias frente a pantallas (televisor, computadora, tablet, celular) y un 63 por ciento, que durmió más que antes del inicio de la pandemia.
Estos porcentajes representan un información de base que motivará a las autoridades sanitarias y educativas a analizar la situación y buscar medidas y acciones que permitan, como primera meta, disminuir esos impactos de mala alimentación en los niños y niñas pampeanas

 

Datos para trabajar.

 

Alejandra Maldini, una de las responsables del trabajo universitario, destacó dos datos positivos de la encuesta: el aumento de la «comensalidad» y el incremento del consumo de comidas caseras, por lo menos en el grupo de infantes que respondió a la encuesta.
«Pero a su vez aumentó la cantidad comprada, comida de delivery, aumentó la comida chatarra, los dulces y las gaseosas», contrastó. «Esto se venía viendo en la población en general, que venía aumentando en los últimos años (previo a la pandemia)».
«Estos factores, junto con el incremento de la sal agregada y el sedentarismo, generó un aumento del sobrepeso y obesidad en este grupo etario, de edad escolar», detalló.
Aunque hay muchos estudios sobre el tema, no abundan los que se focalizan en este sector de la población. Los pocos que se han desarrollado, y cuyos resultados ya están disponibles, «encontraron que había un aumento en el sobrepeso y la obesidad, y esto fue coherente o similar a lo que ha sucedido en nuestra población».
Por ello Maldini reflexionó que estos datos en general, y el número de 15 por ciento de obesidad, «son datos con los cuales debiéramos trabajar en políticas a nivel público para prevenir y educar respecto a la nutrición, la actividad física, las horas en pantalla, y evitar el sedentarismo, la obesidad y el sobrepeso».

 

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