Lunes 22 de abril 2024

Los «amores perros» de los rincones de Santa Rosa

Redaccion 19/01/2020 - 06.59.hs

Están los que suelen utilizar una gráfica expresión: «cada loco con su tema». Y se admite así tácitamente que cada uno puede hacer lo que le plazca, por más extraño que pudiera parecerle al resto. Y así siempre hay circunstancias, hechos, que no dejan de llamar la atención…
Se sabe del amor -¿recíproco?- que puede existir entre un humano y su mascota, sobre todo si esta es… un perro. A tal punto puede llegar ese cariño que -no pocas veces- el animalito pasa a ser un integrante más de la familia. ¿O no es así?

 

Hormona del amor.
Según revela un estudio del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad de Azabu, en Japón, el amor entre un perro y su dueño/a tiene muchas similitudes entre el de una madre y su hijo. ¿Qué hicieron los investigadores para llegar a esa conclusión? Reunieron a 30 canes y sus dueños en una habitación y midieron en animales y humanos la cantidad liberada de la oxitocina, también llamada hormona del amor. Sinc Takefumi Kikusui, líder del estudio, sostuvo que cuando perro y dueño se miran, los dos muestran un aumento de la oxitocina.

 

Festejando el cumple.
¿Quién no tuvo un perro y se encariñó con él? Deben ser excepcionales los casos de los que puedan decir: «Yo no»
Es verdad que se da con frecuencia una relación afectuosa y muy linda entre el humano y su mascota, pero lo que no resultaría tan habitual es que al perro se le festeje su cumpleaños y sea ataviado de una manera especial para el acontecimiento. Se les hacen regalos (juguetes para ellos, pelotas, «mordiscos», etcétera), en tanto los humanos -ellos sí- le entran a las tortas y hacen los brindis de ocasión.

 

Admiradores de los ‘salchi’.
En el caso que nos ocupa, hay que decir que se trata de un grupo que se conformó en Santa Rosa y que -podríamos decir- está integrado por más de mil admiradores de los perros salchichas. Los «Duschund» (según se los reconoce como raza)… esos simpáticos animalitos que se caracterizan por sus patitas cortas, y un largo cuerpo que los asimilaría -sí-, a una salchicha.
Por iniciativa de una vecina de la ciudad, precisamente trabajadora de este diario, que tuvo como inspirador a «Osama» -¡vaya nombrecito que le buscó a su mascota!-, se creó el Grupo de Dueños de Perros Salchichas. ¡Sí, aunque usted no lo crea hay un conjunto numeroso de personas que lo integra!

 

Mister Facha y la Reina.
Y el grupo fue tan allá en su «organización» -que obviamente empezó a través de la convocatoria en redes sociales- que comenzó a reunirse cada tanto, a hacer desfiles y distintas actividades que, incluso, llevaron a elegir a «Mister facha», y a la «Reina de la primavera» , elección que obviamente recaía en los canes que mejor lucieran en esos momentos (en este caso no se reprochó la «cosificación» del perro salchicha).
Pero no sólo eso, porque hubo quienes hicieron una suerte de ceremonia para «bendecir» a sus perritos. Estefanía lo minimiza y explica que el rociado que se les aplica sobre sus cabecitas es «agua de socorro».

 

Comenzó en 2009.
Estefanía Sol Bernatené, impulsora de las primeras actividades relacionadas con el «club de fans» de los ‘salchi’ -aunque por estos días atareada en sus quehaceres personales participa menos-, cuenta que «todo comenzó en 2009. Trabajaba en el diario La Arena y hacía meses que quería tener un perro. Siempre me había gustado la raza Duschund, más conocida como salchichas. En aquel entonces miré los Clasificados y encontré a un dueño que vendía cachorros y compré a ‘Osama’, a partir de lo cual creé un grupo de Facebook para los fanáticos salchicheros».

 

El grupo creció.
Claro está, su primera inquietud estuvo en saber cómo iba a hacer para sumar adeptos. «Todos me tildaban de loca porque quién iba a hacer un grupo de perros salchichas… Sin embargo, me motivó Claudia, la fundadora del grupo Perros Salchichas Buenos Aires, y enseguida se tornó un desafío».
Estefanía colocó un Clasificado en este diario, «durante dos semanas, con la dirección del Face de nuestro grupo. Para mi sorpresa la gente de la provincia, de muchos lugares de La Pampa, se re prendió y empezamos a crecer».

 

Encuentro de perros salchichas.
En los primeros años se hicieron seis encuentros, que demandaron una logística importante y bastante esfuerzo porque sólo eran ella y su esposo Lucas; «y además mi amiga Aldana Schoreder, de Alpachiri, con quien compartimos la pasión ‘salchi’ y administramos el grupo».
Los encuentros se fueron haciendo cada vez más grandes, y los integrantes recorrían las veterinarias con panfletos de la jornada que se iba a llevar a cabo, los que pegaban en las vidrieras. Por su parte los veterinarios de la ciudad les donaban algo para sortear. Y así llegaron a contar con los auspicios de distribuidores de alimentos para canes para regalar bolsas de kilo y medio de alimentos.

 

En el Parque Recreativo.
Estefanía explica que «realmente tuvimos muchísima ayuda de distribuidores y profesionales. Cada encuentro tenía desfile y se elegían al ‘Mister Facha’ y a la ‘Reina de la Primavera… y el jurado era cualquiera que se prendiera y el público en general. Cada dueño acudía con su perro con correa y bolsita para juntar los residuos, y hubo un pleno compromiso… Las jornadas eran en la Laguna Don Tomás y juntamos muchísima gente».
En cada encuentro, los ganadores del desfile se llevaban un certificado «que aunque parezca una tontería era un detalle más de nuestro grupo. Los que más disfrutaban eran los chicos y las familias que llevaban reposeras e iban a pasar la tarde… se trataba de encuentros cien por ciento familiar».

 

En la Expo perros.
Agrega que «en 2013 La Rural nos invitó a la Expo Perros y logramos una mención distinguida. Allí organizamos trivias, desfiles y sorteos, y fue una hermosa etapa».
Estefanía termina señalando que hoy tiene a dos mascotas, Halima y Kenia, y que «el mentor. del cual surge la creación del grupo, Osama, falleció el año pasado».

 

Nuevos encuentros.
Algo alejada Estefanía por sus obligaciones personales, el grupo aunque un poco desmembrado continuó. Daniela López es hoy una de las referentes, y contó que «el domingo 5 de enero se hizo un encuentro, convocado a través de las redes sociales, y se acercaron muchos salchicheros… algunos ataviaron a sus canijos con vestidos, corbatas, disfraces, y hubo manifestantes con bandanas en contra del maltrato animal».
Amplió diciendo que algunas veterinarias aportaron juguetes y cupones con los que se hicieron algunos sorteos.
Señaló que se está armando un próximo encuentro, que podría ser para marzo o abril. «Nos interesa mucho la faceta solidaria, y también de poder compartir una tarde divertida, llevadera y diferente con nuestras mascotas», expresó.

 

Cada loco con su tema.
Daniela dice que es «mascotera desde chica y siempre tuve animales de toda clase, rescatados en su gran mayoría. Hoy, tengo dos perros, Julién de 8 años y Milo de 3, de los cuales uno es de raza salchicha y el otro cruza».
Lo cierto es que, aquí nomás, hay un grupo que se organizó, que tiene sus remeras, sus chapitas identificatorias y un logo. Y entre ellos, también es cierto, hay quienes adoptaron a sus mascotas como «perrhijos» -según indica Estefanía- y los visten, y le festejan el cumple y hasta tienen su propio guardarropas.
Sí, cada loco con su tema… Cosas vederes Sancho… (M.V.)

 

Un can con mutación genética.
El «Duschund» o perro salchicha es un simpático canino, de lomo largo, patas cortas y altura diminuta. Dicen los veterinarios que su fisonomía tiene que ver con una mutación genética conocida como bassetismo, que dota a los ejemplares de extremidades cortas en relación con el tamaño del cuerpo.
Aunque pequeño, el salchicha es de fuerte constitución y musculoso, con pecho ancho y sus patas delanteras bien desarrolladas.
El salchicha mini adulto pesa 4,5 a 5 kilogramos, y tiene una altura de aproximadamente 12 a 15 centímetros.
Se sabe que existían en Alemania en el Siglo XV, pero también aparecen en algunas pinturas de Egipto; y se han encontrado restos de un perro similar entre restos de un naufragio en Italia, alrededor del Siglo I después de Cristo.
El estándar de esta raza alemana se estableció en 1879 y el club de criadores se fundó en 1888.
Este perro tiene que tener un entrenamiento amable y paciente. Generalmente es muy unido a la familia, y a veces a uno de sus miembros en particular.
Suele presentar problemas de columna, debido a la forma de su cuerpo, y algunos deben ser controlados cada tanto porque pueden presentar algún problema cardíaco.

 

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