Desde Victorica por la senda del indie

En medio de una época en la que géneros alternativos como el Indie con sus diversas influencias va ganando terreno en la escena porteña, el victoriquense «This Boy Valentin», cuyo nombre es Valentín Peirone, ya tiene dos temas en su haber y está en la etapa final de su primer disco. «Estoy entre el rock, pop e indie, pero creo que tengo un montón de influencias», aseguró.
Con 24 años, el joven artista pampeano estudió música en un Conservatorio de Buenos Aires y luego pasó a Producción musical. El día que descubrió los estudios echó a rodar el sueño de grabar un disco para el que trabajó desde el año pasado y está próximo a salir.
«El primer tema, ‘Ayer Me Convencí’, lo pude sacar en julio, y ahora en diciembre voy a sacar el segundo, que se va a llamar ‘Colección'», contó el músico en declaraciones a LA ARENA.
A su vez, adelantó que sobre fines de este mes también se publicará el clip de su segunda canción, que fue grabado en distintas locaciones del pueblo del oeste pampeano pero se centró en las instalaciones de un mítico edificio.
«Acá hay un cine que se llamaba Granada, que realmente es épico y hace añares que no se usa porque está en manos de una Iglesia. Así que cuando se flexibilizó la cuarentena le pedimos permiso al pastor y nos prestó el lugar para grabar el video que va a estar muy bueno», contó.

Influencia de los 80’.
A Valentín Peirone su edad no le impidió disfrutar de la gloriosa década del 80′, que en términos musicales sentó precedentes que siempre estuvieron más que presente en la vida del artista.
«Por lo general preproduzco con sintetizadores bastante ochentosos, cuando en general uno los usa pero de manera virtual aunque en realidad son emulaciones de los viejos ‘sintes’ de los ochenta. Yo estoy en ese plan. Incluso cuando tocamos en vivo estamos con instrumentos viejos, el batero toca con sonidos ‘drum machine’ viejos, pero lo lleva al vivo con unos módulos», manifestó entusiasmado.
A su vez, comentó que el clip de Colección «está bajo una estética como si estuviera sacando el tema en los años 80. Y es que mamé mucho la música de esa época por mi viejo».
Se refiere a Carlos Peirone, dueño del mítico bar «El Grifo», ubicado frente a la plaza central de Victorica, un clásico del oeste pampeano.

«Sin saber, les enseñé».
Durante la entrevista, el joven músico fue consultado respecto de sus orígenes musicales. Contó que a los 11 años tuvo su primera banda junto a un grupo de conocidos que tocaban pero al poco tiempo agarró otro camino junto con amigos «que ni siquiera tenían genes musicales de familia».
«Algo lindo que pasó es que después armé otra banda y les enseñé a tocar a mis amigos, que no sabían tocar instrumentos ni tenían genes familiares. Y eso me salió de las ganas que tenía, porque incluso me pasaba que no sabía tocar el teclado pero tenía oído y sabía lo que tenía que hacer, lo sacaba y se lo pasaba a mis amigos para que lo saquen», recordó.
Según contó Peirone, «ahora muchos de esos chicos están haciendo su carrera por otro lado, con muchos nos unimos en mi proyecto, otros tocan folclore; hay un trompetista al que le enseñé a tocar la bata y ahora toca en orquesta en General Pico, o sea, todos están con la música». Todo ese camino, lo llevó al victoriquense a adquirir cada día más técnicas y conocimientos que llenan los días de vibra musical en su departamento en Buenos Aires o en su casa familiar en Victorica.
«This Boy Valentín» está disponible en las redes sociales y en Spotify y demás plataformas musicales.

«El bar te hace volar»
Si hay un lugar que influenció al músico es «El Grifo», uno de esos bares míticos que muchas de las localidades de La Pampa tienen, aunque para muchos en este caso se destaca por «cosas que te hacen volar», según Valentín Peirone. «Me crié en el bar, de chico por ahí estaba jugando con los autitos y escuchaba pasar a personas con cabezas súper locas que caían y eso me hacía picar la curiosidad, y la verdad que todo eso es algo re importante en mi música, son cosas que de alguna manera me han servido a la hora de producir», contó.