Sabado 14 de junio 2025

Después de la angustia, el alivio por el regreso a casa

Redaccion 25/09/2020 - 09.09.hs

Todavía con signos de la angustia transcurrida después de dos días de soportar un desalojo de la vivienda en la que viven desde 1999, la familia Maya pudo regresar a ocuparla en forma más bien imprevista, de acuerdo a cómo se habían desarrollado los acontecimientos.
En Macachín 2035, José Luis Maya y su esposa María viven junto a sus tres hijos, sus dos nueras y su nietito de sólo tres años, pero debieron atravesar momentos de zozobra cuando el lunes último, a eso de las 10 de la mañana él debió abandonar su trabajo en una obra en el centro de la ciudad, y María regresar desde Anguil en un remisse (estaba cuidando a una persona mayor), requeridos porque su domicilio estaba siendo desalojado por oficiales de la Justicia con el apoyo de efectivos policiales.

 

Momento desagradable.
Un reclamo de Graciela Rodríguez -quien se manifestaba como propietaria del terreno ubicado en Villa Parque-, conllevó a una situación de extrema tensión.
«Fue muy feo, porque a mi nieto lo arrastraron hasta la vereda», dijo todavía conmovido José Luis, quien más tarde con la ayuda de su familia y vecinos pudo armar una carpa en la calle esperando por una resolución que le permitiera seguir viviendo en la casa que construyó con sus propias manos junto a su esposa.
«No sé qué pasó, porque yo tengo un permiso de posesión de la Dirección de Catastro desde el 30 de marzo de 1999 -dijo mostrando la resolución- para hacerme cargo del terreno… aquí no había nada, y funcionaba en el fondo como un ‘aguantadero’ que nosotros mismos limpiamos», le dijo a LA ARENA.

 

Las quejas.
Se lo veía todavía amargado al hombre: «Mirá el día de la Primavera que pasamos… Porque salvo los vecinos que estuvieron de nuestra parte, porque nos conocen, aquí no hubo nadie de Niñez para defendernos de eso y de cómo actuó la Justicia», expresó con disgusto.

 

«Me dieron un papel firmado».
Maya dijo que el miércoles se presentó la abogada Camila Aimar -representando a Graciela Rodríguez-, quien les devolvió la llave y permitió que la familia regresara a la casa. «Yo no pagué ni tengo ningún compromiso de pago… me dieron un papel firmado y me dijeron que ya no iba a tener más reclamos. Lo que me queda es arreglar la deuda por tasas municipales… los impuestos. Y espero que me den un plan de pago para poder afrontarlo. Yo soy un laburante, un jornalero, y nunca tuve problemas con nadie», argumentó.

 

Agradecimiento «a la gente».
El desalojo -ordenado por el Juzgado Civil n° 5, fue llevado adelante por la Oficina de Mandamientos Judiciales-, y había dejado en la calle al matrimonio Maya, a sus hijos Sebastián (21), Agustín (17) y José (16), a las parejas de los dos mayores (Macarena y Rocío), y al pequeño nieto Tahiel Camilo de sólo tres años.
En el final de la charla con el cronista, Maya insistió en agradecer a la gente, «no sólo de Villa Parque, sino también de otros barrios que nunca me dejaron solo. Todos se daban cuenta que nosotros teníamos razón… creo que la señora (Graciela Rodríguez) se equivocó al llevar adelante un juicio contra nosotros… en todo caso se lo debió hacer a Catastro», cerró.

 

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