Martes 14 de mayo 2024

El "Colo" de Doblas, campesino y goleador

Redacción 24/12/2017 - 19.42.hs

Muchos hicieron cosas significativas, pusieron su impronta. Pero es verdad que hoy una modelo exitosa, Pampita; y un futbolista -obvio con trascendencia más regional- son grandes referentes de Doblas.
MARIO VEGA - La localidad de Doblas, ubicada a 80 kilómetros de Santa Rosa tenía, según el censo de 2010, 1.586 habitantes. Uno podría pensar que, varios años después, debería tener un incremento de pobladores, pero eso no es nada seguro. ¿Por qué? Precisamente porque la última medición arrojó que había un descenso con respecto a los 1.673 doblenses que vivían en el pueblo en 2001.
Lo cierto es que alguien que estaba en esta fecha, sigue viviendo allí y seguirá aportando al número de vecinos que residen en ese pequeño y prolijo lugar de la geografía pampa. Arturo Daniel Gehl, "El Colo" (35) para todos, nació, se crió allí y, ni por asomo, piensa en mudarse... más allá que con certeza cuenta, y contó, con innumerables oportunidades para instalarse en otro lado.
"¿Dónde me voy a ir, si aquí tengo todo?", dice con absoluta convicción. Este pibe al que apodan el "Colo" -aunque debe haber sido por el tono del cabello en su infancia, porque hoy lo luce bastante más oscuro, casi castaño-, tiene la piel bronceada por el viento y por el sol que pega fuerte en la mañana campestre que tolera cada mañana de trabajo.

 

El campesino, de pescadores.
"Sí, voy todas las mañanas al campo que trabajamos con mi papá, aquí cerquita. Pero no, no soy un gaucho de a caballo como podrían suponer... sé montar un caballo, claro, pero hoy nos manejamos de otra forma... en camioneta", revela. "Si lo vieras al paisano este", se ríe de su propio aspecto: remera, pescadores y zapatillas... Supongo que así debe ir al campo. ¿O no?
"Hace más o menos 10 años que laburo con mi viejo... lo heredamos de mi abuelo materno, y como mamá, era hija única... Mi papá se llama Arturo como yo, y mamá Quiteria, docente jubilada... El abuelo era portugués, y por aquí se lo conocía como 'el portuguesito', primero llegó a un pueblo de provincia de Buenos Aires, y después se instaló en esta zona y compró ese campito", cuenta el Colo.

 

Atrapado entre docentes.
Su familia se completa con su esposa, Carolina Hirchs, y su pequeñito Lionel (sí, obvio, por el otro Lionel, el que juega en Barcelona), que es un 'rusito' hermoso que ya corretea con la pelota en una de las áreas de la cancha de Independiente de Doblas... "Obvio, mi esposa también es docente, y trabaja en el CAE de Macachín... como se ve me persiguen los docentes", se ríe Daniel, que cuenta divertido que era buen alumno en la Escuela n° 83, donde fue escolta de la bandera -su mamá era docente a contra turno con él-, y que "zafaba" en el secundario "José Manuel Estrada", porque no se llevó ninguna materia. Después intentaría empezar una carrera en Administración Agraria en Eduardo Castex, pero sólo aguantó seis meses y se volvió a su pueblo.
Ahora, todos los días va a realizar tareas rurales en esas 200 hectáreas ubicadas cerquita de su Doblas querido. "Hacemos ganadería y algo de sembrado para pastoreo", cuenta sobre esa actividad.

 

Muchacho de pueblo.
Este hombre que conversa animadamente conmigo y el fotógrafo -mientras pone sobre la mesa un impactante chorizo seco, pan y gaseosa (era poco después del mediodía)-, tiene todas las características de un muchacho de pueblo. Llegamos alrededor de la 1 de la tarde... el sol apretaba fuerte y el "Colo" nos recibió en el acceso para guiarnos hasta su casa, ubicada a unas cinco cuadras de la cancha de Independiente de Doblas, donde domingo a domingo suele ser el héroe de una jornada futbolera.
¿Qué quiero decir cuando digo muchacho de pueblo? Naturalmente la expresión está bien lejos de cualquier intención peyorativa, y sólo quiere de alguna manera graficar que -en general, y sin que sea una máxima que se cumpla todo el tiempo- los jóvenes que no viven en ciudades más o menos populosas tienen una sencillez para vivir que no le hacen necesario ni las luces de la gran ciudad, ni el bullicio de una urbe donde los autos y los transeúntes van y vienen como si sus pobladores estuvieran siempre apurados para ir quién sabe donde.

 

"Aquí tengo todo".
Por eso Arturo Daniel Gehl está bien contento con su forma de transcurrir la existencia, rodeado del amor de su familia: "tengo mis viejos, mi mujer, mi hijo, mi hermana, mis suegros... vivo tranquilo, hago lo que me gusta. ¿Qué más puedo pedir?", afirma en palabras que resumen una filosofía que bien podría ser un ejemplo para los que transcurrimos apurados, peleándonos con el conductor del vehículo que nos toca bocina como loco, o con ese sujeto que casi nos empuja en una vereda porque quiere pasar primero.
Y ni hablar en esta fecha especial del año, donde todos -aquí en Santa Rosa- queremos estacionar lo "más cerca posible" de nuestro destino, aunque para eso haya que dar tres vueltas a la manzana para encontrar un lugarcito. El "Colo" se evita ese contratiempo, y prefiere seguir en su bucólico destino, tranquilo, gozando cada instante de la vida...

 

Goleador implacable.
Algún desprevenido podrá preguntarse, a esta altura, por qué una nota a este hombre que tiene una existencia tan sin sobresaltos; que al cabo es un muchacho común de un pueblito de menos de 1.600 habitantes... sin saber que "El Colo" Gehl es, nada más ni nada menos, que el más importante goleador de nuestro fútbol. El goleador histórico de nuestro humilde, pero querido fútbol lugareño...
Sí, este jugador que debutó con la roja de Independiente de Doblas cuando tenía nada más que 15 años, hizo goles de todos los colores: de zurda, de derecha, de cabeza, de taco... de lujo (muchos), de "chiripa" (algunos). "Todos valen uno... pero sí, claro que es muy lindo cuando te salen con un moño", admite siempre en el mismo tono de no creérsela, aún cuando lleva convertido 278 goles oficiales.
¡Nada menos que 278 veces el grito sublime! Una hazaña difícil de parangonar, aún poniendo sobre la mesa nombres de otros letales jugadores de nuestro fútbol, de esos que hacían muchísimos goles, como Omar Lupardo, Eugenio Kambich, Pity Kraemer, Marcelo Urtiaga, Osvaldo Lucero... y tantos.

 

Por varios equipos.
Y hay que decir, como un dato ineludible, y condicionante tal vez, que el "Colo" consiguió esa marca no siempre con equipos que resultaran campeones. De hecho Independiente de Doblas, nunca fue campeón, y es tal vez la gran deuda pendiente que el "Colo" y los otros jugadores de su generación quieren saldar. Es verdad también que se puso la de Atlético Macachín -fue campeón del Provincial en el torneo 2004-2005-, que fue campeón de la Liga Cultural en All Boys cuando dirigía Edilio Zabala (aunque hay que decir que allí no jugaba de delantero sino de volante por derecha, más lejos del área), que pasó por Belgrano, Ferro de Alvear, Huracán de Guatraché y Gimnasia de Darragueira. Y por supuesto en todos dejó su cuotita goleadora.

 

Los potreros de Doblas.
Sentado en la mesa familiar -asistido de cerca por Carolina y siguiendo los movimientos inquietos de Lionel-, el "Colo" se suelta en la charla. "Siempre jugué al fútbol... nunca otro deporte. En el colegio a lo mejor algo de vóley... pero quise jugar al paddle, me parecía que era fácil, y un día en medio de un partido me fui de la cancha y no jugué más. Era un desastre", evalúa.
El fútbol siempre, en la calle, en los potreros -que aún hay algunos en Doblas-, en una canchita que estaba "en la feria (señala hacia algún lugar). Volvía del colegio y derecho a la canchita. Hasta que se hacía de noche... con el Bocha Bonomo, con Cacique Wagner (después compartirían la primera división en Independiente). Más tarde vino el momento de empezar a entrenar en el club.

 

"Personajes" del pueblo.
No quiero dejar de decir que el "Colo" es hoy un personaje -futbolero, es verdad-, y se convierte en un referente de su pueblo, pero por supuesto hay otros. Como antes fueron los Corcuera -Dardi, Ricard, Juan-, que junto a "los Génova" resultaban contendientes en fantásticos desafíos (entre familiares y barriales) que se disputaban "en la canchita de la feria", que muchos iban a ver.
Pero hubo, o hay, otros que ciertamente deben ser más importantes, Y naturalmente en la comunidad dóblense existe gente acreditada que hizo muchísimo por su localidad -intendentes, hombres y mujeres notables que cabe reconocer-, pero que a lo mejor no trascendieron tanto hacia fuera. No puede dejar de mencionarse entre doblenses conocidos a Norma Durango -vicegobernadora en su momento y actual senadora-, y decíamos de Carolina Pampita Ardohain, una de las modelos más celebradas de la farándula argentina.

 

El "Colo" también aporta.
El "Colo", modestamente, está algunos escalones más abajo, es cierto, pero también colabora, con sus goles, con sus ganas, con su pasión por el fútbol, para que Doblas se ubique -al menos en lo suyo- en el escenario provincial.
Pero él no se da cuenta... lleno de modestia no se lo cree. "Nunca me sentí un fenómeno, aunque era me den un rol de referente... si me siento valorado aquí en mi pueblo, y ese es uno de los mejores premios que he recibido: ¡Es hermoso!", dice con alegría.

 

Jugador multipremiado.
"Y también pienso que este es mi mejor momento... entreno todos los días, solo... tengo mi rutina, me cuido en las comidas, hace un tiempo dejé el faso porque fumaba dos atados por día... La verdad es que estoy muy bien, y he sido halagado con muchos premios que no pensaba me iban a tocar".
Es que desde hace rato la comunidad futbolera lo tiene como uno de esos referentes ineludibles de estos tiempos. Así ganó el "Botín de oro" que entrega el programa "La pelota" de Radio Noticias, después el mismo espacio -en una encuesta de la que tomaron parte futbolistas, técnicos, directivos e hinchas- lo consagró como "El mejor jugador" de la temporada 2016. Y hace días nomás el Círculo de Periodistas Deportivos lo hizo acreedor al premio "Caldén" al mejor pampeano en la disciplina fútbol este año.

 

La familia.
Su familia es su gran contención. "Con Carolina nos conocimos en el colegio secundario... ella iba un año atrás mío y ahí nos pusimos de novios, pero era un tiempo en que yo andaba por todos lados, bailes, boliches... andaba mucho, es verdad, y ella me 'limpió'. Y tenía razón", completa mirando a su compañera que sólo sonríe.
Después "pasó el tiempo y nos volvimos a encontrar, pero ojo, también en un boliche (agrega como para dejarla 'pegada' a ella), y volvimos. Y bueno, aquí estamos, y ahí está Lionel". El chiquito es recontra inquieto, y la mamá hace lo posible por mantener el orden, pero es evidente que los puede. A los dos.
"¿Por qué Lionel? Obvio... por quién va a ser. Me emociona verlo jugar, y hago cualquier cosa cuando juega el Barcelona. Y si me tengo que 'enganchar' de alguna manera con el televisor quedáte tranquilo que lo hago...", avisa que nadie le impedirá ver al que, dicen, es el mejor jugador del mundo.
"Con Leo Gordillo (hermano de Pampita) lo fuimos a ver con Venezuela, y aunque no jugó todo lo que puede ese día metió cinco situaciones de gol, y justito frente donde estábamos nosotros hizo un caño maravilloso", se entusiasma.

 

Detrás del futbolista.
Podrían contarse en este espacio mil historias futboleras, relatos de partidos, jugadas y goles. Pero la idea era mostrar qué hay detrás del gran goleador de nuestro fútbol. ¿Y qué encontramos? Un pibe simple, que no se la cree, que tiene decenas de amigos -en todos lados-, que vive para su familia y el deporte que eligió de niño.
En un momento le pregunto si suele irse de vacaciones. La mira a Carolina, sonríe y admite: "No, de 2011 que no vamos a ningún lado; pero este año tengo decidido que al menos una semana a la playa nos vamos a ir", casi promete ante la mirada indulgente de su esposa.

 

El heredero del gol.
Y habla Carolina: "¿Si me gusta el fútbol? Sí, antes íba a todas las canchas, pero ahora nada más que aquí, en Doblas... Y lo llevamos a Lío. El que viene siempre a casa es 'Edu' Barcar, y Lionel lo sigue mucho: los otros días justo estábamos en el sector del corner y 'Edu' los pateaba... cuando vinimos de la cancha Lio agarró la pelota, tomaba carrera y pateaba. Tenían que verlo!". Y sí, hay que verlo al pequeñito Lionel en la cancha de Independiente, merodeando el área con la número 5 a sus pies. Viéndolo corretear sobre el césped casi podría asegurarse que, para algunos años más adelante, el "Colo" tiene asegurado a su heredero del gol. Y se llama Lionel, nada menos.
La vida sencilla de un goleador: Un muchacho que lo único que quiere es jugar bastante tiempo más, salir campeón con su equipo, y que la vida transcurra simple y tranquila. Como en Doblas... "Si aquí tengo todo... qué más puedo querer". Sí, que más...

 

"Este juega mejor mamado"
"Doblas no salió campeón antes porque faltó conducta, y me incluyo... dábamos mucha ventaja ante otros equipos bien preparados", admite ahora el "Colo" Gehl.
"Salíamos a los bailes, a los boliches, y nos acostábamos todos los domingos a las 7 de la mañana, dormíamos un rato e íbamos a jugar", dice con una sonrisa. "En lo personal me doy cuenta que regalé mucho, porque fumaba como loco, salía para todas partes; pero ahora me cuido muchísimo: me gusta estar en casa, con mi familia, con Lionel. Eso sí, veo muchísimo fútbol, todo el tiempo", la mira a Carolina que, seguro, ya está resignada a que sea así.
"Colo" cuenta una anécdota: "Cuando jugábamos en Macachín nos ponían un remise que nos llevaba todas las tardes a entrenar, con Cacique Wagner, Bocha Bonomo y Ricard (Corcuera)... pero un día nos fuimos a un boliche (el típico bar de pueblo), hay dos aquí, y nos pusimos a jugar al truco y a tomar cerveza. El remisero no nos encontraba por ningún lado hasta que dio con nosotros... Ricard nos quería matar, y nos volvió loco hasta llegar allá", cuenta.
Y sigue: "Pero bueno, cuando hicieron un partido enseguida nomás agarré una pelota, la pisé, pasó uno de largo y se la puse por arriba a Leo Oliván que era el arquero... ahí comentaban: ¡mierda! Este juega mejor mamado... pero al ratito agarré otra, estaba solo, se me enredaron las piernas y me caí. Me querían matar!", se ríe con ganas. "Pero como el domingo ganábamos no pasaba nada... pero igual no estaba bien. Lo aprendí con el tiempo y hoy me cuido más que nadie", asegura.
Por eso analiza que Independiente de Doblas da ventajas, porque no todos van a entrenar, y contra un All Boys que lo hace doble turno "es imposible", admite. De todos modos razona que la falta de luz artificial en la cancha es un condicionante porque hay muchachos "que trabajan de albañil, y en invierno a la 1 y media de la tarde tienen que laburar; además hay uno que es camionero, otro chico que trabaja en una estancia... Por eso espero que se cumpla con la promesa de la Comisión que prontito la cancha va a tener luz para entrenar de noche, todos juntos".
En un momento de la charla Gehl no deja de mencionar a otros muy buenos jugadores de nuestro fútbol: "Nani Muñoz en su mejor momento no tocaba el piso, un fenómeno!; y el Negro Baldissoni también es un goleador terrible", los elogia.
Nombra a muchos con los que alguna vez jugó, y cuyos nombres es imposible resumir aquí. Algunos que considera mejores que él, que insiste en que no se cree un buen fenómeno. "Yo le digo que es bueno de verdad", apuntala Carolina el concepto.

 

Los mejores para el "Colo"
El "Colo" Ghel jugó con los mejores de nuestra provincia; pero elige como el mejor al 'Loquillo' Gastón Molina, quien falleció hace algún tiempo cuando jugaba en Vietnam. Menciona a otros, como a Juano Gavotti, pero no puede poner a todos cuando se le pide un equipo de jugadores con los que jugó. Igual, más o menos, elige: Leo Oliván; Ariel Romano, El Flaco Etcheverry, Martín Mujica, Bocha Bonomo; Agustín Araya, Ricardo Corcuera, Eduardo Barcar; Pitu Alduncín, Nani Muñoz y Baldissoni. Otros que nombra son Marciano Cocco y Nico López. "¿El que mejor me marcó? El Zurdo Benvenuto... te anticipaba y te ganaba, igual que el Ruso Schab, que es bravísimo en esa".

 

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