El cooperativismo, preocupado

«No nos va bien». Con estas cuatro palabras, el presidente de la Cooperativa de Servicios Públicos de Doblas, Jorge Páez, resumió la situación que atraviesan las distribuidoras en lo relacionado al mercado eléctrico.
En el mismo sentido se pronunciaron un par más de dirigentes consultados. El incremento de la morosidad habilitado por el decreto de prohibición de corte y la baja en los consumos ingresaron en el análisis y definieron que lo que viene será difícil y que, llegado el momento, las soluciones pasarán por decisiones políticas.

El costo de no invertir.
En tanto, el gerente de la Cooperativa de Servicios Públicos de Macachín, Claudio Marrón, sostuvo que «a simple vista» el panorama es difícil y aún cuando toma en cuenta «lo difícil de ponerse en la piel de quienes toman decisiones y también de los argentinos que la pasan mal», el costo de seguir en esta situación y cesar en los planes de inversión provocarán «a mediano y largo plazo inconvenientes en el servicio. Empezarán los cortes y bajará la calidad», auguró.
Recordó que además de lo salarial, «nuestros costos operativos están atados al valor del dólar». Dijo que el sector necesita «una recomposición para evitar frenar las obras, tanto de mantenimiento como de expansión ante la demanda».

Morosidad creciente.
En Alpachiri, el gerente de la cooperativa local, Roberto Alderete, indicó que la situación tiene, en su opinión, dos aristas. Mencionó primero «el aumento de la morosidad a partir de la decisión de no cortar los servicios por falta de pago. Hay mucha gente que acumula deuda, muchos de ellos pudiendo pagar. Eso es menos ingresos para nosotros y lo recaudado no alcanza para hacer frente a todas nuestras obligaciones».
Con relación a los deudores, dijo que «muchos socios están en dificultades, pero se siguen acercando y hemos acordado planes de pago. Pero hay otros que dejaron de pagar y no toman conciencia que la deuda se acumula. Pensamos que cuando esto de la pandemia pase y haya que arreglar, muchos se van a encontrar con una cifra inalcanzable, que tal vez requiera de alguna decisión política para solucionarlo».
Agregó el dirigente que aún con la compensación vía factura de APE, están «sobreviviendo, con lo justo para funcionar y resignando obras e inversiones».

Tiempos difíciles.
En Doblas, Jorge Páez dijo que para la Cosedo las cosas están difíciles. «No nos va bien. Somos pocos, los consumos sin grandes usuarios significan menos ingresos y los costos suben», sostuvo.
Añadió que «desde Fepamco se está trabajando fuertemente en buscar junto al gobierno las soluciones, y esperamos que las haya».
Desde su visión solidaria, Páez sostuvo que «tampoco a la gente le va bien en esta situación. Nosotros, desde nuestras pocas posibilidades, estamos tratando de ayudar. Reducimos nuestros gastos al mínimo pero ya podemos asegurar que el balance estará en rojo, como el de la mayoría de las cooperativas», cerró.