Viernes 12 de abril 2024

En Río Negro está en peligro la provisión de agua a varias ciudades

Redaccion 27/03/2021 - 21.52.hs

Las imágenes que muestran los ríos de la Patagonia norte «son preocupantes», afirmó el diario Río Negro en un reciente artículo. Los principales cursos de agua erogan «caudales por debajo de la media histórica desde el año 2008″, una situación que obligará a algunas ciudades a readecuar las tomas de captación para garantizar el agua potable a sus habitantes.
Las obras serán a futuro, no en esta temporada, explicó a Río Negro» el titular del Departamento Provincial de Aguas, Fernando Curetti, quien atribuyó el problema al cambio climático.
Los ríos bajos son consecuencia de la prolongada sequía que golpea a la zona del Comahue y se marca con fuerza en las represas del Limay.
La mayoría de los embalses están en niveles mínimos. «Erogan el doble del agua que les ingresa», reveló una fuente de la Autoridad de Cuencas. «En el caso de que sea necesaria una generación plena en invierno, bajarían a niveles que no se ven desde hace décadas», advirtió el diario rionegrino.
«En estos días el río Negro presenta un caudal que ronda los 450 metros cúbicos por segundo, cuando su media histórica está establecida en 930 m3/s. Los especialistas ya hablan de una necesaria actualización».
Hoy es común ver a los pescadores metidos en el medio del cauce y con el agua en la cintura. Los pedreros se multiplican y la correntada muestra poca fuerza.
Fue la gobernadora Arabela Carreras quien encendió la alarma por la situación de los ríos de su provincia cuando dijo que «hay un decrecimiento del agua disponible» que produce que «las tomas quedan por encima del nivel del cauce y ya tenemos problemas en las ciudades». Lo dijo hace unos días, al anunciar una tarea conjunta de varios organismos rionegrinos para mitigar los efectos del cambio climático.

 

Cambio climático.
En la misma sintonía, el titular del Departamento de Aguas de Río Negro, Fernando Curetti, sostuvo que «el escenario del cambio climático nos plantea sequías prolongadas y a la vez, lluvias muy intensas en áreas acotadas, que generan fuertes daños».
Ante una consulta del diario por el problema con las tomas, Curetti citó el caso de la planta de captación que se hizo en Bariloche en el arroyo Ñireco. Desde ella se iba a abastecer a los barrios de el Alto, pero ese curso se fue secando.
En referencia a las ciudades del Alto Valle, dijo que «tenemos que replantear la situación de las tomas el río viejas para un nuevo escenario complicado». De hecho, en Cinco Saltos se construyó una nueva planta potabilizadora, con una ubicación estratégica, debido el cauce disminuido que presenta desde hace años el río Neuquén. En Fernández Oro se hizo lo mismo hace poco, ya que no podían garantizarle el agua a su población.
«El impacto del cambio climático llegó para quedarse. Estamos viendo en los últimos años períodos secos y extra secos en la región. Las nevadas invernales fueron buenas, pero las napas y suelos no llegaron a recargarse para que luego pueda darse un derrame que levante el caudal de los ríos», explicó Fernando Curetti.
Dijo que del análisis de la serie con los datos de caudales de los ríos se observa que desde el 2008 el Limay y el Neuquén vienen muy por debajo de la media. Las causas: escasez de nieve y lluvias.

 

Otros ciclos hidrológicos.
Al describir los ciclos hidrológicos de ambos ríos, sostuvo que siempre mostraron dos crecidas anuales. Una por las lluvias que se registran en abril y mayo, y otra en primavera, en el período de fusión.
«Los expertos en meteorología dicen que esa característica va a desaparecer. Solo se verá una curva de crecida. Será solo por lluvia, o sólo por fusión», agregó.
Al nuevo escenario climático lo definió con dos polos característicos: sequías extensas y prolongadas por un lado. Lluvias intensas, muy cortas en el tiempo y en áreas acotadas, por el otro.

 

Variables y caudales.

 

Si bien el problema de la baja de caudales en los ríos llegó para quedarse, «son muchas las variables que los afectan», advirtió el diario. «Explicarlas solo por el cambio climático, no es una respuesta precisa», sostienen distintas fuentes de ámbitos académicos, refutando a Curetti. Esas fuentes advirtieron que faltan datos del impacto de crecimiento de la población, cuánto volumen de agua se extrae de los ríos para consumo humano y usos productivos en campos. Y también recreativos, como las piletas particulares.

 

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