Martes 23 de abril 2024

«Es triste que la plata no alcance»

Redaccion 01/06/2021 - 07.00.hs

«Decidí dejar el atletismo, fue una decisión muy dura. Es triste que la plata no alcance para poder vivir», anunció ayer lunes el atleta pampeano no vidente Alexis Acosta, que para poder entrenar en el Cenard (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) se tuvo que radicar en Capital Federal.
Alexis, que nació hace 32 años en Catriló, transita horas muy difíciles, de mucha tristeza. Y aunque hace un esfuerzo por ocultarlo, su voz entrecortada por momentos lo delata. Y no es para menos. Tiene que abandonar el deporte, que fue la puerta que le permitió sobrellevar la ceguera que llegó cuando era un niño y que le costó poder asumirlo.
Su historia de sufrimiento y superación fue contada en el documental «Alexis una Vida sin Barreras»; y la banda de rock alternativo de Córdoba Eruca Sativa le compuso el tema «Antes que Vuelva a Caer». También la productora que trabaja con Sativa piensa realizar una película.

 

Multicampeón.
La historia de Alexis con el deporte comenzó cuando tenía 18 años en Mar del Plata, en oportunidad de realizarse los Juegos Nacionales Evita, por cierto los más inclusivos que existen. A La Feliz lo llevó el profesor de Santa Rosa Germán Miskoff. Durante las competencias fue observado por el entrenador porteño Javier Alvarez, que descubrió sus cualidades para el atletismo y finalmente lo convenció para irse a entrenar al Cenard.
No pasó mucho tiempo para que Alexis comenzara a ganar hasta convertirse en un atleta destacado a nivel nacional e internacional. En 2010 logró el record nacional en salto en largo para su categoría, con un registro de 5 metros y 77 centímetros. A su vez conquistó cuatro medallas de plata en torneos Parapanamericanos: en 100 y 200 metros en Estados Unidos en 2009, en 2011 en Guadalajara, México, en salto en largo y en 2015 en Toronto, Canadá, en la posta, y fue cuarto en salto en largo.
Además disputó los mundiales de Nueva Zelanda 2011, en donde ocupó el décimo puesto en largo y 100 metros llanos, Francia 2013, logrando el séptimo lugar en salto en largo, la misma posición que obtuvo en Londres 2017.
Actualmente, Alexis se encontraba entrenando con la esperanza de obtener un lugar en los Juegos Paralímpicos a realizarse en Tokio. Hasta antes de regresar a la Fase 1 por el coronavirus, había ganado los torneos evaluativos que se realizaron en el Cenard, y continuaba siendo el número uno a nivel nacional en salto en largo.

 

Decisión dura.
«Decidí dejar el atletismo, fue una decisión muy dura. Es triste que la plata no alcance para poder vivir, y no podía continuar de esta manera. Mi esposa y mi hija no se merecen que tenga que andar pidiendo dinero para poder llegar a fin de mes», dijo Alexis, que durante la entrevista con LA CHUECA no pudo ocultar su gran tristeza.
Agregó que una vez que tomó la decisión de dejar el atletismo, convocó a los entrenadores y guías del Cenard, Javier Alvarez, Ignacio Pignataro, Bruno Zanachi, Juan Joasis y Juan Marchesini, para comunicarlo. «Quería que ellos fueran los primeros en saberlo en agradecimiento por todo lo que me dieron durante estos años. Fue una reunión en la que lloramos todos, y en la que lamentaron mi alejamiento del atletismo, pero lo entendieron. Yo quería darles las gracias», señaló.
– ¿Desde cuándo venías pensando dejar el atletismo?
– Cuando pasó el confinamiento, regresé entusiasmado a los entrenamientos en el Cenard. En las prácticas cada vez andaba mejor, con excelentes marcas que por ahí no se pudieron reflejar en los torneos, por más que haya ganado. Pero a su vez seguía teniendo los problemas económicos, mucho más en estos tiempos. Soy masajista y arreglo computadoras, pero debido al Covid cada vez tuve menos trabajo.
– ¿Qué opinó tu esposa?
– Mi señora no quería que dejara el atletismo porque tenía proyectos, como por ejemplo también dedicarme a las pruebas de lanzamientos. Pero cuando regreso a mi casa y veo la realidad que vivo es muy duro. Por más que el atletismo sea muy importante para mi vida, es penoso no poder comprarle las cosas que mi hija necesita. Es tan fuerte la decisión que tomé que todavía no me he podido contarles a mis hermanas y hermanos de Catriló. Tampoco se lo he podido decir a mis compañeros de atletismo.
– ¿Qué tenés pensando hacer de ahora en adelante?
– Ando buscando trabajo, estuve repartiendo el currículum por todos lados. Puedo trabajar de lo que sea. Pese a mi ceguera, me manejo más que bien por Buenos Aires. Por ejemplo, vivo en San Telmo y me iba a entrenar al Cenard, en el barrio de Nuñez.
– ¿Qué tiene que suceder para dar marcha atrás con la decisión de dejar el atletismo?
– Se tienen que dar muchas cosas. Es muy complicado tener un trabajo y a su vez poder entrenar en horas de la mañana en el Cenard, que es cuando están mis entrenadores, ya que a la tarde trabajan en diferentes escuelas.

 

El deporte me ayudó a superar la ceguera.
Javier Alvarez fue el entrenador que lo convenció para que se dedicara al atletismo. Fue la persona que llevó a Alexis a entrenar al Cenard, en donde vivió durante tres años. «Javier se transformó en el padre que perdí cuando era un niño», destacó.
«Con paciencia y simples palabras me hizo comprender la importancia de practicar atletismo. Me hizo crecer como persona, aprender a tener paciencia, a contar hasta mil antes de enojarme. Y él tuvo mucha razón en un montón de cosas. El deporte me ayudó a superar la ceguera, a poder sonreír nuevamente. A valorarme como persona», cerró.

 

Reclamo al Gobierno pampeano
Alexis Acosta sostuvo que desde hace tiempo se esperanzó de poder cobrar el sueldo por mes que le corresponde por haber conquistado medallas en los Parapanamericanos, tal como lo indica la Ley provincial 1.658, denominada Maestro del Deporte Pampeano, y que fue impulsada por el diputado nacional Martín Berhongaray (UCR).
«La ley 1.658, que fue modificada en 2017, significa que por mis logros debo recibir un sueldo mensual vitalicio, es un derecho adquirido. Pero como ya pasó una vez en 2018, el ministro de Economía de La Pampa, Ernesto Franco, tiene mi expediente del 2020 frenado. Llamé varias veces a Berhongaray y me dijo que ya no sabe qué hacer para que lo mío prospere. Ahora el diputado no me atiende el teléfono», indicó.
Explicó que desde que comenzó a competir con buenos resultados a nivel nacional, la primera vez que recibió una beca de La Pampa fue el año pasado. «Durante cuatro meses me abonaron 6 mil pesos, y estoy agradecido. Pero ese dinero me alcanza para muy poco; para colmo me pusieron en la categoría B, que no corresponde porque como campeón argentino soy de la A, cuyo reconocimiento es de 8 mil», explicó.
«Se lo reclamé muchas veces al Subsecretario de Deportes Ceferino Almudévar, que en varias oportunidades me dijo que lo iba a solucionar y no pasó nada. Desde hace un tiempo tampoco me atiende el teléfono ni me responde los mensajes. Uno se cansa de las promesas, de la falta de palabra y consideración. Duele y mucho tener que andar mendigando que aunque sea me atiendan», cerró.

 

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