Lunes 08 de abril 2024

«Es un avance de derechos»

Redaccion 20/07/2020 - 21.56.hs

El docente Daniel Olivetto celebró la nueva reglamentación de la Ley de Cannabis Medicinal presentada por el Ministerio de Salud de la Nación y destacó que tanto el país como La Pampa ya «está en condiciones» para comenzar a producir cannabis para uso terapéutico. «Esto permitirá facilitar a muchas personas, que padecen diversas patologías, el acceso de este tipo de tratamientos», destacó.
En diálogo con Radio Noticias, el especialista analizó los alcances de la reglamentación de la Ley 27.350, la cual tiene como uno de los principales puntos la habilitación del autocultivo de la planta de marihuana. Según sostuvo, este dictamen implicó «un avance de derechos» y en la «salud» ya que «ésta es la forma más segura de acceder a los derivados de cannabis».
En este sentido, el docente destacó que esta normativa «habilita a los familiares a cultivar porque hay personas que por su condición o patología no lo puede hacer. Entonces esa actividad la lleva a cabo un ‘cultivador solidario’, que tiene que estar anotado en el Registro del Programa de Cannabis». Y no solo eso, sino que «aquellos que no quieran o no puedan hacerlo tienen la posibilidad de acceder mediante la venta de preparaciones magistrales en farmacias».
Según analizó Olivetto, «el uso terapéutico de cannabis, que hace que choque contra la industria farmacéutica, funciona como un cóctel de pastillas. Para las distintas patologías se utilizan distintas plantas y distintas dosis, no es como la droga convencional que una dosis funciona para todo».

 

La Pampa, preparada.
Otro de los puntos que tocó Olivetto, fue que la reglamentación de la Ley 27.350 también «habilita el financiamiento a las universidades» para la producción de cannabis, una facultad que -previo a esta normativa- «era exclusiva del INTA y del Conicet».
«Se abre así el juego para otros actores que, en el caso de la Universidad Nacional de La Pampa, no se ajena a este fenómeno, donde es casi inminente el dictamen de la Cátedra Libre de Abordaje Interdisciplinario de Cannabis, dependiente del Rectorado de la UNLPam», recordó el docente.
Y planteó: «Con lo cual ya se están dando las condiciones tanto en recursos humanos, financieros e institucionales para poder comenzar con la producción. Y en General Pico tenemos un laboratorio de producción de medicamentos, que está nucleado en la Asociación Nacional de Laboratorios Públicos, y que son los prioritariamente van a producir, según la ley».

 

«No es alternativa».
Consultado sobre cómo afecta a esta regulación a la industria farmacéutica, el especialista indicó que de cierta manera implica «un golpe» ya que las grandes firmas «tienen productos con derivados de cannabis para algunas patologías y tiene el mercado».
«El tema es que se habilite el autocultivo y otras formas de acceso, para así como vos, si no querés comprar el tomate en el supermercado, tenés derecho a cultivarlo a tu casa sin que sea un delito», opinó el docente. Y completó: «Lo que sí, como es una sustancia terapéutica, que tiene efectos secundarios, tiene que tener algún tipo de control y por eso se pide una regulación acorde a eso. Pero el punto es que en esta regulación no se arrebate el derecho de la gente a elegir con qué planta se quiere tratar».

 

Prejuicios.
El biólogo admitió que es «complicado» derribar los «mitos y prejuicios» que se tejieron alrededor de la planta del cannabis durante ocho décadas de prohibición del uso y consumo de la marihuana. No obstante, afirmó: «La prohibición del uso terapéutico no tiene razón de ser».
«Son 80 años de prohibición, por eso es entendible los prejuicios. Varias generaciones fueron educadas en esto de que la marihuana es una droga de abuso, que no tiene valor terapéutico y que es altamente adictiva», explicó el docente, quien remarcó que en la actualidad su uso en la medicina «está probado» y que por eso «lo que sí hay que debatir es la regulación».
«Es una sustancia que no tiene la letalidad de otras, como por ejemplo la morfina, que se utiliza para el dolor. Esta tiene una dosis letal baja y tiene una serie de efectos secundarios», planteó Olivetto. Y remarcó: «Ahora, el cannabis, los peores efectos secundarios, son las causas de por qué se fuma: antidepresivo, para calmar el dolor, le da hambre y se va a ir a dormir. Esa es la sucesión de efectos y, cuando uno toma aceite, está en esos lapsos pero más suave».

 

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