Sabado 23 de marzo 2024

«Espero que las domas desaparezcan»

Redaccion 29/01/2020 - 22.20.hs

(Winifreda) – Grupos proteccionistas de animales felicitaron a la intendenta de Winifreda, Adriana García (PJ), por tomar la decisión de desmantelar un campo de jineteadas, que había sido construido en el vivero municipal, ubicado al oeste del cruce de las rutas nacional 35 y provincial 10. La jefa comunal expresó su descontento con las domas -muy arraigadas en los festivales pampeanos- y el maltrato animal en una publicación de Facebook, la cual también fue respaldada por activistas antijineteadas de varios lugares del país.
En el texto, la mandataria lugareña aseguró que «el hecho de usar animales y hacerlos sufrir en una doma para divertimento de los humanos es algo que se tiene que terminar. No se puede hacer un espectáculo a costa del sufrimiento animal».
Asimismo, comparó las domas con la caza con jauría. «Son cosas muy terribles, uno se tiene que poner en el lugar del animal que se usa para satisfacción de los humanos, que no es nada agradable y que ya en este tiempo resulta creo que hasta vergonzante. En mi opinión, eso tiene que ir desapareciendo», lamentó.
Las jineteadas en esta localidad se realizaban en un predio municipal que fue «prestado» a sectores tradicionalistas, pero, según García, «no hay ninguna ordenanza ni nada que establezca el funcionamiento en ese lugar».

 

Predio desmontado.
La funcionaria comunal justificó la decisión de desarmar el campo de deportes criollos con otro argumento: «De ocurrir un accidente» el máximo responsable sería el dueño de la tierra, por ende los cargos recaerían en la Municipalidad de Winifreda. En este punto vale mencionar que los organizadores contrataban un seguro de vida para los jinetes y espectadores.
«Si quieren hacer doma, (el campo) tiene que estar afuera de este predio municipal. Hay que seguir avanzando y más allá de eso creo que seguramente por algunos años las domas van a seguir existiendo, pero tendrán que tener otro lugar donde las puedan hacer», siguió.
García comentó que tiene un proyecto para la creación de un parque acuático para recreación de todos los vecinos en el terreno donde estaba el campo que utilizaba el gauchaje. «La idea es fomentar el turismo de fin de semana que seguro generará trabajo en la localidad. El vivero tiene parrillas, sanitarios y la idea es poner toboganes y una pileta para los chicos. Tenemos pensadas varias cosas que vamos a desarrollar a lo largo de estos años», indicó.

 

«Que desaparezcan».
Seguidamente, retomó su opinión sobre la existencia de las domas y declaró: «Espero que con el tiempo desaparezcan. No me gusta que los caballos sufran para que otros se diviertan. No entiendo cómo puede divertir el sufrimiento de otro ser vivo. Esas cosas se tienen que terminar, hay que pasar a otra etapa y dejar esto que tiene que ver con la prehistoria», cerró García, quien se convierte así en la primera intendenta en sostener una postura contraria a la realización de jineteadas.
Sus declaraciones virtuales fueron reproducidas por el sitio web Con La Gente Noticias, en cuya sección comentarios la Agrupación «Conciencia Animal» de Entre Ríos, entre otras entidades, felicitó a García por la decisión tomada. «Logró abrir sus ojos y su corazón y comprendió que la jineteada no es cultura, es tortura», escribió un proteccionista. También hubo detractores a la medida oficial.

 

Repudio.
Tal como público LA ARENA, el desmantelamiento del campo de deportes criollos fue repudiado una vez más por el concejal mandato cumplido Sergio Salotti (UCR), integrante además de la agrupación gaucha «El Reencuentro», que estaba encargada del mantenimiento del predio gaucho bautizado «Mario Ramírez» y de la organización de fiestas criollas desde hacía más de una década, las cuales convocaban a miles de personas.
Antes de dejar su banca en el Concejo Deliberante, el ex edil pronunció sus últimas palabras dirigidas a la reelecta intendenta Adriana García (PJ). «Quiero hablarle al Ejecutivo. Durante estos cuatro años venía integrando la comisión del campo de jineteadas y para mí fue muy doloroso y triste ver cómo lo desarmaron y rompieron», expresó con la voz sentida.
«Fueron más de diez años de trabajo y lo que quedó parado se ve que les es útil porque lo siguen usando, eso también lo hicimos con esfuerzo. Lo construimos con mano de obra y acompañamiento de mucha gente, la mayoría del pueblo», agregó y sobre el mismo tema lanzó: «Para mí no deja de ser un acto de cobardía habernos tratado de esa manera a quienes llevaremos el tradicionalismo adentro toda la vida».

 

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