Fundación Chadileuvú pide lucha contra «mal invisible»

La Fuchad exhortó a los ciudadanos y a los gobiernos municipales, provincial y nacional para que se pongan al frente de la lucha contra el Cambio Climático Global. Lo hizo a través de un extenso texto que llama a la reflexión ante el avance de la enfermedad que afecta al planeta, tan grave como imperceptible.

«La crisis mundial ocasionada por la peste del coronavirus ha determinado centenares de miles de muertos y millones de contagiados. (…) Se están realizando esfuerzos colaborativos internacionales ante esta grave enfermedad que aqueja al género humano. De pronto todos los países se sienten indefensos y reconocen que en un mundo globalizado la lucha contra la plaga es de todos. Pocas veces se dejan de lado las diferencias y se actúa con unidad. ¿Será esto un signo de una manera diferente de afrontar los problemas que nos afectan a todos?», se preguntó la entidad.

«La pregunta formulada trata de indagar si actuaremos de la misma manera ante un problema infinitamente más grave: el Cambio Climático Global», añadió.

Invisible pero presente

«Repetimos el cambio climático es infinitamente más grave pero no es tan perceptible para las poblaciones porque es menos dramático. No muere gente en la calle, ni colma los centros sanitarios. Es invisible para muchos, pero los signos del cambio están presentes», explicaron.

La Fundación Chadileuvú explicó que la problemática comenzó por el enorme crecimiento de la actividad económica derivada de una creciente población, que en apenas 70 años saltó de 2.500 millones de habitantes a 7.500. Esa es la cuenta que surge de comparar la población mundial en el año 1950 con la actual.

«Se multiplicó por tres la población del planeta. Crecieron entonces las necesidades de energía, transporte, alimentos y bienes. A esto se sumó el despilfarro energético, en algunos países donde el consumo por habitante es enormemente mayor que en otros», opinaron.

Gas invernadero

«La necesidad de usar cada vez más energía movilizó la explotación de carbón y petróleo. El carbono fósil al quemarse pasa a dióxido de carbono (CO2) el principal gas invernadero. El resultado la acumulación de dicho gas determina que se altere el balance térmico del planeta.

El planeta se calienta, se derriten los polos y los glaciares, cambia el clima y se alteran las corrientes marinas y comienza a elevarse el nivel del mar», explicaron.
«Esto no es una novela o una película de catástrofe, es una realidad incómoda que muchos no quieren ver. Los países han hecho reuniones importantes para analizar e imponer objetivos de disminuir las combustiones y pasar a utilizar energías limpias con el objetivo de frenar esta verdadera carrera suicida que enfrenta toda la humanidad. Pero los acuerdos logrados (Kioto, París) fueron muy tímidos y encima un país (EEUU, presidencia Trump) renunció al compromiso asumido» relata el artículo de la Fuchad.

Egoísmo

«El egoísmo unilateral y necio de la gran potencia económica y militar al haber abandonado el acuerdo, si no corrige su decisión, integrará sin duda una moderna ‘Historia universal de la infamia’ borgeana», dice el texto. Luego explica que EEUU, con solo el 4,5% de la población mundial, produce el 15% del calentamiento global, y China con casi el 20% de la población produce el 27 por ciento.

En cuanto a Argentina, la ONG explicó que solo aporta el 0.6% del problema, pero eso no la pone al margen del cambio climático, ya que «para el clima no hay fronteras». Luchar contra el cambio climático es luchar por la sobrevivencia de la especie humana en nuestro planeta.

Podemos actuar desde lo individual, gastando menos combustibles, reciclando y educando sobre todo a los jóvenes en la conciencia que lo que está en peligro es la casa de todos y su futuro», explicó.

Por último, instó a la ciudadanía a actuar para que los gobiernos se pongan al frente de manera decidida y efectiva en una política de aminorar las combustiones e impulsar energías limpias. «Luchar contra el cambio climático es el mayor desafío en la historia de la humanidad», concluyó la Fuchad.