Martes 23 de abril 2024

Hallaron restos de un megaterio en La Pampa

Redacción 25/04/2019 - 13.09.hs

El Museo de Historia Natural de La Pampa junto a la Comunidad Ranquel recuperaron los restos de un Megaterio en Colonia Emilio Mitre. Desde el Museo informaron que se efectuaron con éxito tareas de prospección paleontológica en el área a los fines de relocalizar el sitio de hallazgo de los restos fósiles de un megaterio. Este es mamífero extinto de gran tamaño, entregado hace algunos meses atrás a esta institución para su identificación y resguardo.

 



Entre otras funciones, el MHNLPam, dependiente de la Secretaría de Cultura de La Pampa, es el organismo encargado de dar respuesta a denuncias sobre hallazgos paleontológicos y velar por la correcta extracción y preservación de los restos fósiles dentro del territorio provincial.

 



En este marco, "tras el recibir los restos de un megaterio en septiembre del año pasado, el museo provincial puso todo su esfuerzo en reubicar con exactitud el sitio donde fue hallado dicho ejemplar, tarea que solo fue posible gracias la colaboración y compromiso por la preservación patrimonio pampeano del antropólogo bonaerense Ambrosio González Rubio, así como de distintos referentes del pueblo ranquel que prestaron su intervención", indicaron desde el Museo.

 



Un esfuerzo conjunto con la Comunidad Ranquel

 



La particular historia de este hallazgo paleontológico comienza en septiembre del 2018 cuando el antropólogo Ambrosio González Rubio se comunicó con el MHNLPam para hacer entrega de unos restos fósiles procedentes del área de Colonia Emilio Mitre.

 



González Rubio indicó que mientras realizaba sus estudios de tesis en la localidad de Árbol Solo, el Lonko Carlos Campú, máxima autoridad del Pueblo Rankülche, le había cedido los restos para que los hiciera llegar a la autoridad competente. Campú también le indicó que los mismos los había recibido tiempo atrás de un poblador vecino quien los halló al desmoronarse un médano vivo en la zona próxima a Emilio Mitre. De acuerdo a los comentarios de Campú, en la zona del hallazgo aún se podrían observar más restos.

 



De esta manera, luego de determinar que los restos pertenecían a un megaterio y ante la importancia del hallazgo, dado que este tipo de restos son infrecuentes en el centro-oeste de la provincia, el MHNLPam se dispuso a contactar al lonko para precisar con exactitud el lugar de hallazgo. El contacto con Campú fue dificultoso debido a que se encontraba en Victorica comprometido en su salud. Sin embargo, luego de varias semanas y gracias a la colaboración del Consejo Provincial del Aborigen, especialmente de Pedro Andres Coria y María Inés Canuhé, el MHNLPam pudo ubicar a su hijo, Carlos, quien conocía la historia del hallazgo y amablemente se ofreció a colaborar en la reubicación del sitio.

 



Una vez coordinado un punto de encuentro con Carlos Campú hijo, el personal del museo se trasladó a Emilio Mitre para intentar reubicar los restos bajo la dirección de los paleontólogos Marcos Cenizo y Lucas Cheme Arriaga junto a los técnicos colaboradores Pablo Tejerina, Maximiliano Minuet y Nicolás Peralta Seen.

 



Siguiendo las indicaciones de Campú, el equipo prospectó una vasta zona de cordones medanosos al oeste del Emilio Mitre, buscando un área de deflación donde los médanos hubieran perdido su cobertura vegetal, permitiendo así la exposición de sedimentos más antiguos, entre ellos aquellos pertenecientes a la Formación El Meauco, cuerpo de roca donde fueron hallados restos megafauna en otros lugares de la provincia.

 



Finalmente, se observó las condiciones mencionadas en un área donde los médanos habían sido parcialmente removidos para la instalación de un tanque australiano. Al llegar al puesto próximo, el equipo del MHNLPam fue recibido por su propietaria la Sra. Juana Cabral, quien cordialmente señaló que los restos buscados efectivamente habían sido recuperados en un sector cercano.

 



Tras unas horas de prospección, el equipo del MHNLPam halló el sitio exacto donde años atrás se había encontrado el megaterio, el lugar aún mostraba la presencia de grandes astillas incluidas en las arenas de la Formación El Meauco, donde además se recuperaron restos de otros mamíferos más pequeños.

 



Si bien, no se recobraron nuevos restos del megaterio, la ubicación del sitio permitió reconocer exactamente las unidades geológicas que son portadoras de megamamíferos en el centro de La Pampa, algo que hasta el momento no contaba con evidencias concretas. Asimismo, y no menos relevante, la articulación entre el museo provincial y los pobladores de Emilio Mitre y Árbol Solo ha permitido estrechar lazos de colaboración fomentando el conocimiento y preservación de nuestro patrimonio provincial en el oeste pampeano, vínculos que sin duda darán lugar a nuevos y sorprendentes hallazgos paleontológicos.

 





Megatherium, el gigante pampeano

 



Los restos hallados en Emilio Mitre corresponden a un fémur perteneciente a un gran megaterio de la especie Megatherium americanum, el mayor de los perezosos terrestres que habitaron América del Sur. Los megaterios fueron mamíferos herbívoros que podían superar las 3 toneladas de peso y medir hasta seis metros desde la cabeza a la cola. Armados de grandes garras, tenían un andar al menos parcialmente bípedo, como así lo evidencian las impresiones de sus huellas preservadas en los excepcionales yacimientos de Pehuén Co, sobre la costa bonaerense.

 



Al parecer los megaterios se originaron hace cerca de 2.5 millones de años y fueron muy exitosos durante todo el Pleistoceno, llegando inclusive a dispersarse hacia América del Norte al comienzo de esta época geológica. Sin embargo, al finalizar la última Edad de Hielo, hace unos 12 a 13 mil años atrás, desaparecieron junto a otros grandes mamíferos como los mastodontes, gliptodontes, toxodontes y macrauquenias. Las causas que provocaron la extinción de esta “megafauna pampeana” aún permanecen en debate, entre ellas se han postulado como responsables los disturbios ecológicos derivados de rápidos y drásticos cambios climáticos, impactos de meteoritos, incendios de escala continental, la presión de caza ejercida por los primeros pobladores americanos, o más probablemente, una combinación de varias de ellas.

 



Al menos otros siete megaterios han sido hallados en La Pampa (tres en Toay, uno en las proximidades de Caleufú y otros tres individuos en los mismos subsuelos de Santa Rosa), aunque en general representados por restos muy fragmentarios. Asimismo, no es la primera vez que se encuentran megamamíferos en el área de Colonia Emilio Mitre, décadas atrás se hallaron allí fragmentos de placas correspondientes a la coraza de un gliptodonte de la especie Panochthus tuberculatus, la misma encontrada por el MHNLPam durante el 2016 en la periferia de la ciudad de Santa Rosa.

 


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