«Hay muchísimos aciertos»

El médico y Licenciado en Psicología José Nesis aseguró que la comunicación presidencial durante la pandemia tiene, hasta ahora, «muchísimos aciertos». Además, explicó que el término «Economía del comportamiento» se refiere a que la mayoría de las decisiones que las personas toman «no son producto de una reflexión sino que las tomamos en automático y no pensamos mucho».
En diálogo con Radio Noticias, Nesis consideró que la comunicación presidencial durante la cuarentena es exitosa hasta el momento ya que es clara y también porque se lo ve al presidente, Alberto Fernández, rodeado de científicos y de figuras de la oposición. «(El presidente) utiliza un lenguaje claro que la mayoría de la gente entiende, lo que no es una obviedad. Además, la idea de rodearse de científicos también es importante porque le da relevancia al hecho de que realmente recibe información de gente capacitada desde el punto de vista sanitario», aseguró.
Y completó: «Otro acierto es juntarse con líderes de la oposición, lo que en principio bloquea la cuestión partidista en términos de evitar que se produzca una idea que tenemos inconsciente de que cada vez que alguien gana otro pierde».

Desaciertos.
Consultado sobre si considera que la comunicación presidencial en tiempos de coronavirus, Nesis respondió en términos de la economía del comportamiento. «Hay muchas localidades que no tuvieron ningún caso y están a muchos kilómetros de las que si tuvieron. La comunicación presidencial fue que en todos aquellos lugares que tengan una propuesta para administrar la cuarentena de manera diferente la pongan a consideración para ser analizadas», indicó.
En ese aspecto, agregó: «En muchos de esos lugares, por miedo a los cambios o por sesgo de statu quo, no se tomó efectivamente la posibilidad de hacer propuesta al Poder Ejecutivo. Como regla por defecto, si nadie comunica ni hace una propuesta todo queda igual y es distinto a si el gobierno comunica que todas las localidades que reúnen ciertos requisitos automáticamente quedan relegadas de la cuarentena con medidas importantes de blindaje. Ahí cambia porque obliga a los gobernantes a evaluar puntualmente cada situación».

Concepto.
A su vez, Nesis explicó que el término «Economía del comportamiento» surgió a partir de un grupo de investigadores y psicólogos que «empezaron a tratar de comprender como la gente actúa en el ámbito económico, como actúan las personas cuando se trata de decidir en relación a comprar y vender algo, cuando se valoriza un objeto».
«Se empezó a comprobar que la mayor parte de las decisiones que tomamos no son producto de una reflexión sino que las tomamos en modo automático; Es una manera en que el cerebro actúa economizando recursos y hace que tomemos decisiones que muchas veces se diría que son irracionales», afirmó.
En ese aspecto, el médico y psicólogo aseguró que la mayor influencia de esa decisión está relacionada a la manera en que se plantean las situaciones sobre las que hay que tomar una decisión. «Supongamos que hay una persona con una patología y se informa que la cirugía tiene un 80% de posibilidades de salvar la vida. En ese caso la mayoría elegiría esa opción, pero distinto sería si se le plantea al mismo grupo de gente que hay un 20% de posibilidades de mortandad. Ahí la mayoría empieza a optar por otro tratamiento, el planteo invita al cerebro a pensar y evaluar la situación de una manera diferente», dijo.

Cuarentena.
A modo de conclusión, Nesis puso como ejemplo cómo actúa la comunicación presidencial en la población en términos de cumplimiento de la cuarentena. «No tiene el mismo efecto comunicar que el 97% de la gente cumple con la cuarentena que decir que hay un 3% que no lo hace. Tiene mas beneficio comunicar que el cumplimiento es bastante alto para evitar que muchos piensen que si hay un porcentaje que no lo hace, que son bastantes personas, por qué tendrían que cumplirla», explicó.
Ante eso, Nesis recomendó que la manera más acertada sería comunicar ambas cuestiones: por un lado que hay un porcentaje que cumple y por otro que hay gente que no lo hace. Obviando alguno de esos datos, el médico asegura que «no hay fake news pero se puede pensar que hay cierta manipulación».