Sabado 20 de abril 2024

Hay unos 600 perros «sin dueños»

Redaccion 10/02/2020 - 23.38.hs

Desde la municipalidad se expresa preocupación por la cantidad de perros en las calles. Se producen no pocas agresiones a caminantes y ciclistas. Sólo en el centro se calculan unos 40 canes.
«Es un grave problema que tenemos», admitió el director de Medio Ambiente y Zoonosis de la Municipalidad de Santa Rosa, Jorge Marani, al ser consultado por la problemática de los perros callejeros que se pueden ver en distintos lugares, que se manifiesta muy claramente no sólo en los barrios sino también en pleno centro de la ciudad.
La población canina en la ciudad está estimada en unos 50 a 60 mil ejemplares, y hay una buena cantidad que pulula sin control por las arterias de la ciudad.
Algunas informaciones, que han dado cuenta de la agresión de perros peligrosos -en algunos casos a personas, o a otros animales-, ataque que más de un vecino debió soportar caminando por cualquier calle. Eso ha vuelto a poner el tema sobre el tapete.
Los que gustan de salir a caminar como una suerte de diario ejercicio -o aún los que deben movilizarse a pie por distintas cuestiones-, y también motociclistas y ciclistas, han resultado víctimas del ataque de canes sin comerla ni beberla. Esto es que alguien -sin haber participado en alguna situación para que ocurra, o tal vez sin siquiera caer en la cuenta de lo que sucedía-, se vio implicado en una cuestión tan enojosa como es -sin dudas- resultar mordido por un perro.
Están en todos lados: en la Terminal de Omnibus (hubo algún pasajero de pasada en la ciudad que se bajó de un micro para ir a la confitería y recibió una dentellada; y son continuas las peleas entre los muchos ejemplares que se observan en el lugar); y se los ve en cercanías de bares y restaurantes donde alguna vez pueden conseguir alimento.

 

Problema de todos.
Es verdad que hay una encomiable tarea de algunas organizaciones proteccionistas como Apani y Vida Animal, pero no alcanza. Porque son entidades que se encuentran desbordadas en sus capacidades, la primera con unos 280 canes recogidos de la calle que mantiene en su predio con mucho esfuerzo, y la otra realizando castraciones en un trabajo conjunto con la Municipalidad de Santa Rosa.
También resulta cierto lo que afirman algunos integrantes de esas entidades, que señalan que «es un problema de todos» y que buena parte de la comunidad no se hace cargo. No son pocos los vecinos que abandonan los perros a su suerte, dejándolos en las calles sin ninguna clase de remordimientos; y otros que se muestran muy lejos de una tenencia responsable.

 

De 50 a 60 mil perros.
El funcionario municipal, quien conoce muy bien la problemática, admitió: «Es verdad que los perros muerden… aunque obviamente no es lo mismo el daño que puede producir uno de gran porte, o un caniche. Lo que pasa es que el ‘perro alfa’ delimita territorio, y se producen casos de agresiones».
Sobre la cantidad que se ven en las calles, Marani estimó que en Santa Rosa hay una población de entre 50 mil y 60 mil, y de acuerdo a lo que «sostiene el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en un estudio arroja que el 99% tienen dueños; y sólo el 1% son res nullius (cosa de nadie)». Esto arrojaría que son unos 600 los animales que se pueden observar en las calles, «de los cuales unos 40 ó 50 son los que se ven en el centro de la ciudad», completó.

 

Perros mordedores.
El funcionario municipal admitió que sólo en el Hospital Lucio Molas se reconoce al menos «un caso» de mordeduras de perros por día, «unos 30 al mes», y no se tienen registrado los que pueden ser atendidos en las postas sanitarias, en el Centro Asistencial de calle Gil, o los que directamente no van a realizarse las curaciones.
En ese caso, ante la denuncia, lo que se hace es retirar el can de una vivienda, o retirarlo de la calle, para llevarlo a una canilera en Zoonosis para observarlo y saber si puede ser portador del virus de la rabia.
Si bien el municipio junto a la Fundación Vida Animal realizan unas 5.000 castraciones al año entre los dos, la cuestión no alcanza para paliar el problema de los animales en las calles; porque aunque son retirados de la vía pública -a razón de 6 ó 7 por semana-, luego de ser intervenidos, castrados, desparasitados y de colocárseles un chip se los deja liberados o son devueltos a sus dueños.

 

Un decreto-ley.
La municipalidad, durante algunas programaciones -la feria de artesanos, o el festival de las calles-, los retiró lazo en mano, pero después los volvió a dejar en los lugares de donde habían sido levantados.
El funcionario municipal, en diálogo con LA ARENA, explicó que en la gestión de Cristina Kirchner en Nación, se le entregó a los municipios en todo el país casillas y quirófanos para realizar las castraciones, en cumplimiento del decreto-ley 1088/14. Cabe decir que durante la gestión de Leandro Altolaguirre nunca se informó de esa circunstancia.

 

«Perro en casa».
Marani, en tanto, informó que se trabaja el programa «Perro en casa», que tendrá como gran soporte de difusión la escuela. «La idea es llevarlo allí para que los chicos lo incorporen como conducta propia, y porque incluso se encargan muchas veces de reconvenir a los padres que no cumplen determinadas normas», sintetizó.
Las recomendaciones son no dejar los perros en la vía pública, porque entre otros problemas -se apunta- molestan a caminantes, bicicletas y motos; deponen excretas; ocasionan accidentes y maniobras no deseadas en el tránsito; producen ruidos molestos y pueden transmitir enfermedades al hombre. A su vez el propio animal corre riesgos de ser atropellado.
«¿Qué es lo que corresponde cuando se saca un perro de paseo? La consigna es que sea con collar, rienda o pretal, y si es agresivo llevarlo con bozal», concluyó.

 

Murciélagos con rabia
Hace algunos días se conoció que fue hallado en la Escuela 6 un murciélago con diagnóstico de rabia. Marani explicó que el proceso de bloqueo sanitario «implica la vacunación obligatoria de todas las mascotas (perros y gatos) dentro de la zona de inclusión que no presenten certificado de vacunación actualizado». La posibilidad que un perro o un felino pueda entrar en contacto con un murciélago portador del virus de la rabia -ya en la calle o dentro de un domicilio- es factible, por lo que lo que cabe es la vacunación de las mascotas a partir de los tres meses de edad.

 

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