La brecha es hasta 13 veces más

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) difundió el resultado del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), que mide la brecha entre el precio que pagan los consumidores por productos agropecuarios respecto del valor de venta en el campo.
Según detalla el documento, las peras y las naranjas encabezan el ranking, ya que el consumidor final las paga entre 12,5 y 13 veces más que lo que recibe el productor en el campo. En cambio, las menores brechas se registraron en productos como pollo y huevos, casos en que el productor recibe alrededor de 2,30 menos de lo que pagan los consumidores finales.
Sin embargo, la brecha promedio para los 25 productos agropecuarios que llegan a la mesa de los consumidores bajó en enero un 1,2%, ubicándose en 5,05 veces respecto de las 5,11 del último mes del año pasado.
Otro de los aspectos contemplados por la estadística elaborada por CAME, es la participación del productor en el precio final de los productos. En ese sentido, detallan que en enero bajó 4,5 puntos porcentuales y llegó al 23,5% del precio que pagan los consumidores en góndolas y bocas de expendio.
Los productos en cuyo precio final el productor tuvo menor participación fueron la pera (7,5%), la naranja (8%) y la mandarina (15,1%). Por el contrario, la mayor participación se registró en la carne de pollo (43,8%), en las frutillas (37,1%) y en huevos (43,3%).
En su informe, CAME también explicó a qué se deben las diferencias en los precios. «En general están determinadas por un conjunto de comportamientos, algunos especulativos, de diferentes actores del mercado», sostiene el documento.
Y asegura que esos comportamientos pertenecen a «las grandes cadenas de supermercados que se abusan de su posición dominante en el mercado».
Sin embargo, agregan que también existen otros factores como «la estacionalidad, que afecta a determinados productos en algunas épocas del año», además de los costos de almacenamiento y transporte de los productos.