Martes 09 de abril 2024

La causa Cuadernos fue un «armado mafioso»

Redaccion 17/05/2020 - 21.37.hs

El ex juez federal de La Plata, Carlos Rozanski, brindó detalles respecto de las amenazas y presiones que recibió y que lo hicieron renunciar a su cargo en octubre de 2016. «Con el gobierno de (Mauricio) Macri hubo maniobras de presión y extorsión mucho más completa. Han creado un mecanismo mafioso», aseguró.
En declaraciones a Radio Noticias, Rozanski apuntó contra sectores del Poder Ejecutivo, de la Justicia y de los medios de comunicación, quienes según consideró, forman parte de una «mesa judicial». «Los periodistas Jorge Lanata, Romina Manguel y Ernesto Tenembaum anunciaron al aire que Macri había decidido echar a tres jueces federales. Una semana después, Juan Bautista Mahiques, sicario del presidente Macri en el Concejo de la Magistratura, hace una denuncia en mi contra en la que reflota algo que había sido descartado y no tenía relevancia», recordó.
En ese aspecto, Rozanski contó que antes de la asunción del ex presidente Mauricio Macri «yo había sufrido distintos episodios relacionados a los juicios por lesa humanidad que hicimos en La Plata. En ese momento la campaña fue de Clarín y La Nación». Y también que con la llegada de Cambiemos al poder, «hubo una maniobra de presión y extorsión mucho más completa, y hay denuncias con casos de extorsión por ejemplo al camarista Eduardo Freiles o a la ex procuradora Alejandra Gils Carbó».

 

«Mecanismo mafioso».
Durante la entrevista, el ex magistrado dijo que esa serie de hechos están enmarcados en un «mecanismo mafioso» que sigue vigente.
«Hay un libro que se llama ‘El lado oculto de la familia Macri’ en que se explica que no hay antecedentes en el mundo de ser miembro orgánico de la ‘Ndrangheta, una de las organizaciones mafiosas más importantes y peligrosas del mundo. Ese personaje ocupó la primera magistratura del país», dijo en relación a Macri.
Consultado respecto de la decisión de presentar su renuncia ante el Ministerio de Justicia tras varios años de presiones, Rozanski afirmó que «fui amenazado de muchas maneras, muchas de las cuales no trascendieron para generar alarma. Ahí te das cuenta de que hay puntos en la vida de la persona en los que te das cuenta que ya no se puede resistir».
En esa línea, recordó que hace un tiempo mantuvo una conversación con la ex procuradora Alejandra Gils Carbó en la que ella le manifestaba que no iba a renunciar. «En ese momento le dije que si Clarín publicaba en celular de su hija cómo no iba a renunciar; y ella, entre otras cosas, deja el cargo porque publicaron ese dato», manifestó al tiempo que agregó: «No le podemos pedir a los funcionarios que se inmolen, no es gratis y es muy doloroso».

 

Causa cuadernos.
Por otra parte, el ex funcionario judicial dijo que en la causa conocida mediáticamente como «Cuadernos de la corrupción» se construyó con elementos carentes de valor. «Tengo la certeza de que se han tomado elementos aislados que no tienen valor en si mismos; la fotocopia no existe como prueba en la justicia y sin embargo en este caso sirvió para todo», manifestó y opinó: «Esto sólo se entiende desde una óptica mafiosa».
En conclusión, Rozanski dijo que se trata de un caso de ‘lawfare’ en el que están involucrados el Poder Ejecutivo, los servicios de inteligencia, el sector recalcitrante de la justicia y medios hegemónicos. «Son pilares imprescindibles auque ahora variaron porque se reemplazó a un presidente mafioso como Macri por uno decente como Alberto Fernández; También se reemplazó en Inteligencia a un impresentable como era Gustavo Arribas y se designó a Cristina Caamaño, que tiene una experiencia y un nivel de honorabilidad pocas veces visto», sostuvo.

 

«No puede quedar así».
Por último, el ex magistrado expresó: «Esta situación no puede quedar así porque no hay democracia que aguante si no se condena o no se descubre». Además, aseguró que no sólo se necesita decisión política para enfrentar ese flagelo ya que «no siempre es sencillo tomar decisiones de semejante nivel de implicancia ya que una parte del poder judicial no quedaría en pie».
En ese contexto, dijo que el presidente Alberto Fernández conoce la situación al igual que la vicepresidenta Cristina Kirchner, «que lo padeció a través de su persona y de su hija». Y cerró: «Los globos amarillos son la manipulación de un grupo de delincuentes que todo lo que han hecho no lo han podido ocultar. El objetivo era llevarse puesta la economía de un país y es lo que han hecho durante cuatro años».

 

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