Martes 26 de marzo 2024

«Nosotros nos salvamos de milagro»

Redaccion 16/03/2021 - 00.06.hs

«Nos salvamos de milagro porque el fuego se contuvo, el viento soplaba para el lado contrario a la casa y a la noche llovió. Pero quedamos muy perturbados» contó Silvia Leite, una santarroseña que vive en Golondrinas, en la comarca andina. En diálogo con LA ARENA recordó que el martes pasado «a media tarde se desató un foco de incendio en la esquina sur de la chacra donde vivimos, un área de mucho bosque. Hacía un calor superior a los 30 grados y había vientos muy fuertes. Hacía cuatro meses que no llovía y cualquier chispa ocasiona un desastre».
Para esa noche, el Servicio Meteorológico había «anunciado lluvia y efectivamente, a la medianoche empezó a lloviznar: si no hubiera sido por eso, no sé qué pasaba». De todos modos, «para muchos llovió demasiado tarde y cientos de familias perdieron sus casas», lamentó.
Silvia es abogada y trabaja en la Coordinación de Tierras de El Hoyo (Chubut) donde pudo observar de cerca el sufrimiento de muchos vecinos. «Hubo familias que salieron corriendo con el fuego pisándole los talones. En la Parcela 26 se quemaron prácticamente todas las casas. Es una especie de anfiteatro en un inmenso pinar, donde hace unos 20 años se produjo una toma de tierras. Si había un incendio ese sitio era una trampa mortal, un pozo dentro de un bosque: y ocurrió», lamentó.
En cuanto a su experiencia, recordó que «estaba en casa con Thaykuma, mi hija mayor, mientras esperaba que mi compañero Fabián Delaunay (hijo de una pampeana) llegara de trabajar, con Pilar (su hija menor). Cuando llegó se encontró rodeado por fuego a ambos lados de la calle». Luego de ingresar a la chacra «se calzó los borceguíes, guantes, tomó la motosierra y llevamos barriles con agua para tratar de contener el fuego. Menos mal que pudieron pasar los bomberos, porque si el fuego daba vuelta quedábamos en primera línea».
Agregó que «había un viento sur muy fuerte, por eso no llegó a nuestra casa» y recordó que las llamas «generaban un ruido aterrador y crecían a una velocidad increíble».
También en El Hoyo la pasaron mal ese día. «El fuego estuvo a punto de ingresar al pueblo, pero lograron contenerlo: llegó desde dos sectores, uno por Golondrinas, desde arriba, y otro por abajo, desde el cordón Currumahuida. En algunos lugares pasó la ruta y hubo que evacuar unas 70 familias».

 


Intencionales.
Al igual que muchos pobladores Silvia cree que los incendios «son intencionales». «Y siguen prendiendo: hoy se quemó el predio de los artesanos en Epuyén» reveló. Sin embargo, «no será fácil saber la verdad. Nosotros nos preguntamos ¿quiénes prenden fuego? ¿Por qué? ¿Para qué?» También es cierto que en la región «hay una absoluta falta de mantenimiento de las líneas eléctricas, porque el personal estuvo de paro todo el verano».
En cuanto a la identidad de los pirómanos, Silvia explica que «a todos nos cuesta creer que haya gente, pagada por algunas personas, que pueda provocar semejante daño. Puede ser cualquiera, eso genera una fuerte paranoia y todos son sospechosos».
En las tierras quemadas «hay una disputa feroz del mercado inmobiliario y de la megaminería también». Sin embargo, «acá no hay consenso social para la megaminería. Y es una opinión transversal, más allá de colores políticos, chicos y grandes, paisanos o hippies, todos están en contra: si el gobernador habilitara un plebiscito, la megaminería pierde por goleada», aseguró.
Aunque «hay un montón de diputados dispuestos a levantar la manito, por un millón de razones», la oposición a la megaminería es tan fuerte que «ni siquiera han podido habilitar el tratamiento del proyecto. No pueden avanzar con eso».
Pero además, «Chubut es una provincia detonada. No de ahora, sino de hace varios años, y por eso se barajó la posibilidad de una intervención» desde el Ejecutivo Nacional, algo que no ocurrió «porque el gobernador, Mariano Arcioni, es massista y seguramente resultaba un costo político muy grande».
Es lo que dejó al descubierto la visita de Alberto Fernández. «El Presidente vino a reunirse con los intendentes. Bajó en helicóptero sobre la canchita de fútbol y ellos le pidieron reunirse sin Arcioni, porque el gobernador carece de consenso y le debe tres meses de sueldo a todos los empleados del Estado, con excepción de la policía». Pero el mandatario «se coló en la Traffic presidencial cuando salieron del Centro Cultural de Lago Puelo y después ocurrieron los incidentes», relató.

 

Gran solidaridad.
En medio de tanto horror, sin embargo, «sucedieron cosas lindas que reconfortan, como la gran solidaridad que muestran los argentinos. Se armó rápidamente una gran red solidaria y ya no tenemos lugar donde almacenar donaciones». Y comentó que «incluso ya no necesitamos más ropa, ni colchones, sino herramientas de todo tipo y equipos generadores, porque hay lugares donde aún no se restableció la energía eléctrica».
Mientras tanto, en varios lugares «estamos haciendo guardia de cenizas, porque todavía hay humitos, hace mucho calor y hay mucha materia boscosa». Silvia reitera que «la mayoría de las personas cree que esto no es accidental y además de tristeza hay mucha bronca, porque cientos de familias se quedaron solo con lo puesto: se quemaron talleres, galpones, animales, emprendimientos productivos, aserradores, carpinterías, cabañas. Un verdadero desastre», concluyó con voz quebrada.

 

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