Viernes 22 de marzo 2024

La sobrecarga laboral es a una paciente con alta oncológica

Redacción 07/12/2019 - 08.38.hs

Una sola persona debe realizar más de 600 audiencias de conciliación, un trámite por demás estresante, por año. No sería el único caso de acoso y maltrato laboral.

 

La denuncia por acoso laboral en Delegación de Relaciones Laborales de La Pampa tuvo su punto de inicio, por lo menos en lo administrativo, en el mes de agosto, cuando una empleada de larga trayectoria en el lugar solicitó a su jefe superior atenuar la carga laboral que tiene su oficina, que es la encargada de llevar adelante las conciliaciones laborales. La respuesta del responsable motivó la denuncia de la empleada, por cuanto lejos de reconocer la legitimidad del pedido y su profesionalismo empleada, sólo le propuso darle tareas administrativas de menor jerarquía a las que desempeña.

 

El caso de acoso y maltrato laboral en la repartición que depende del subsecretario de Trabajo de la provincia, Marcelo Pedehontaá, ya está en manos de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, que ya tomó declaraciones a trabajadores del lugar e hizo un pedido de informes.

 

El sórdido clima de trabajo en la Delegación de Relaciones Laborales empezó a visibilizarse a mediados de agosto de este año, cuando la empleada elevó una nota al responsable de la repartición, Nicolás Iglesias Gutiérrez, planteando la sobrecarga de trabajo que tenía y el consecuente estrés que ello representaba. Todo ello agravado por el hecho de ser una paciente que atravesó una enfermedad oncológica.

 

Según la nota a la que tuvo acceso LA ARENA, la responsabilidad de esta empleada implica realizar un promedio de 600 audiencias de conciliación por año, todas ellas embebidas en un fuerte clima de tensión por tratarse de conciliaciones entre dos partes en conflicto. En la nota, la empleada pidió dos cosas: en primer lugar, contar con una mayor colaboración en la tarea, colaboración que debería prestar el propio Iglesias Gutiérrez, tomando a su cargo algunas de estas audiencias, y en segundo lugar, que el delegado no programe audiencias que él se comprometía a encabezar, y ausentarse al momento de su inicio, forzándola a tomar a su cargo el trámite en razón de encontrarse las partes en la Delegación.

 

"Señor delegado, lejos de querer generar un conflicto, lo que estoy buscando es preservarme, ya que no me siento preservada ni valorada como trabajadora del Estado, en mis más de 23 años de antigüedad", sostuvo la trabajadora.
"Quiero dejar en claro que esta nota la motiva exclusivamente mi necesidad de preservación psíquica, mental y física, ya que como sabe soy paciente oncológica dada de alta y esta situación de falta de colaboración y desvalorización, es angustiante para alguien que se ha dedicado con tanto énfasis y tiempo, a realizar una actividad", sostuvo.

 

El planteo concretó fue que no se fijen "más de cuatro audiencias por día", un número razonable de carga de trabajo para quien es única responsable de esa oficina y solo cuenta con la colaboración de un estudiante de la Universidad Nacional de La Pampa en calidad de pasante.

 

Respuesta

 

La respuesta de Iglesias Gutiérrez llegó a los pocos días y poco aportó para solucionar el conflicto. Su propuesta fue simple pero también desconsiderada: reubicar a la trabajadora en un lugar con menor carga laboral y destinada a funciones administrativas similares a las que realiza el resto del personal.

 

Iglesias Gutiérrez le recordó a la empleada que en varias oportunidades ella misma le pidió "que las tareas que hoy desempeña sean destinadas a su cargo" y que fue en pos de alivianar esa tarea que le asignó el pasante universitario.

 

"Desconozco y rechazo las palabras que intentan inculparme por falta de colaboración laboral y desvalorización", retrucó el delegado. "De ninguna manera se han presentado estas situaciones respecto a su persona, atento a que realiza la tarea que usted solicitó en forma exclusiva". Respecto a la situación de enfermedad, le indicó que "deberá acreditarla debidamente".

 

Tercera nota

 

La empleada no tardó ni un día en contestar, refutando punto por punto, la nota de Iglesias Gutiérrez, reprochándole que también le haya quitado el saludo, agravando con ello el mal clima de trabajo.

 

En primer lugar, reiteró que el delegado "programa audiencias en entre turnos y luego no está en la dependencia" o bien se dedica a otras tareas, provocándole una sobrecarga de trabajo.

 

En respuesta a la exclusividad que con tanto énfasis le enrostró, la empleada consideró que con esa afirmación "desconoce y menosprecia mi trayectoria, antigüedad y funciones", y respecto que el pasante representa un alivio en la tarea de la oficina, consideró que vuelve a "desconocer mis funciones y el trabajo que realizo".

 

"Las audiencias se llevan a cabo en base a una técnica, y quien las realiza debe estar capacitada y/o apta para ello, debiendo tener pleno conocimiento de la ley y los procedimientos", detalló la empleada, quien volvió a plantear "que en ningún momento planteé disconformidad por las tareas que realizo, sino que solicité la colaboración que usted en forma verbal dijo que iba a tener, y que nunca tuve".

 

"Su modo de operación -añadió- queda plasmado en los renglones posteriores, donde lejos de reconocer y valorar lo que en pruebas fehacientes y testimonios incontables constan, y a usted también, me solicita le informe sobre su propuesta de ser destinada a otro lugar". Esta reasignación de tareas, "por debajo del rol que ocupo", advirtió la empleada, implica un "menoscabo a mi capacidad" y a la formación lograda al cabo de muchos años de trabajo y de incontables capacitaciones.

 

"Resulta muy violento negar la solicitud verbal que le hiciera de colaboración paralela en su oficina de audiencias, y pretender que una sola persona ponga su capacidad, talento y aptitud día a día, mes a mes, para realizar las casi 600 audiencias por año, las cuales usted tiene peno conocimiento que se realizan".

 

Por último la trabajadora dejó constancia que "compañeras mujeres también están transitando situaciones de tensión y/o agobio y/u hostigamiento y/o violencia, consecuencia de sus actitudes", y que llegado el momento, esas trabajadoras "procederán a exponerlo ante quien corresponda".

 



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