«La sociedad nos va a acompañar»

María Luz Alonso, Luchy, será la segunda en la lista de senadores del Frente Justicialista Pampeano, secundando al elegido por Sergio Ziliotto para encabezar la boleta, el ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Daniel Bensusán. La máxima referente de La Cámpora en la provincia dialogó el miércoles con CPEtv en La Parte y el Todo. «Creo que la sociedad nos va a acompañar. Creo que sabe el esfuerzo que hemos hecho», dijo.

-¿Lo decís por lo que creés o porque viste encuestas?

-Ambas cosas. Creo que la sociedad nos va acompañar, estoy segura, porque vio el esfuerzo que hizo el presidente, la vicepresidenta, los gobernadores y los intendentes de gobernar en una situación tan anómala. Creo que no sabíamos ni qué era una pandemia. En esa situación de gobernabilidad, en un momento atípico, creo que la sociedad nos va a acompañar entendiendo el enorme esfuerzo que se hizo para cuidar la vida y cuidar la economía. Podemos tener muchos errores pero nadie puede discutir que gobernamos para las mayorías.

-Sos la única que llegó a una lista sin tener padrinos locales. Sos la jefa de una línea interna del PJ siendo mujer. ¿Eso te pesa?

-No me pesa, me da responsabilidad. Siento que no solo en la política, sino en todos los aspectos de la vida las mujeres debemos seguir haciendo el camino de inserción y de conquista de lugares. Y siento la responsabilidad desde el lugar que me toque de ir abriéndoles el camino al resto de mis compañeras que vienen más acalladas o rezagadas. Pesar le pesa la vida cotidiana a mucha otra gente, esto es responsabilidad y un fuerte compromiso.

-Trabajaste en la villa 1-11-14, en la CABA. El común de la gente la conoce por las páginas policiales. ¿Qué viste ahí con relación a las problemáticas de género?

-Yo daba clases de apoyo escolar en un comedor que estaba adentro de la villa, «el comedor de Mami». Entonces vi la lucha de esa mujer -porque era mujer la que lo llevaba adelante- por aportar su granito de arena para transformar un poco la realidad de sus vecinos. Era más joven y me emociona de pensarlo. Yo trabajaba de lunes a viernes en una cadena de supermercados de descuentos y de segundas marcas. Llegué a ser jefa de logística. Para sostenernos en Buenos Aires mientras estudiábamos, teníamos que trabajar. Lo hacía de lunes a viernes de 9 a 18 y a las 19 entraba a la facultad. Y los sábados iba al comedor.

-¿Ya existía La Cámpora?

-La Cámpora estaba en formación. Ahí conocí a Mayra Mendoza y a Juan Cabandié, que era como el referente del comedor. Ibamos los sábados a la mañana. Hacíamos apoyo escolar, Una vez llevamos a los chicos del barrio a que conocieran el Zoológico.

-¿El triunfo de Di Nápoli en Santa Rosa fue un quiebre para que el peronismo pampeano tome nota de la importancia del kirchnerismo?

-No, creo que fue la conclusión de lo que ha sido nuestro trabajo. El desempeño que tuvimos en 2011-2015. Luego atravesamos una PASO en 2015 donde perdimos la elección pero tuvimos un buen rendimiento electoral y luego entendimos en 2017 que era una elección difícil y que teníamos que tirar todos del carro. Somos un espacio que no solo pregona la construcción colectiva sino también que la lleva a la práctica. Sumamos desde abajo y empujamos el carro.

-El PJ y también la UCR suelen tener sectores que por sentirse marginados restan apoyo en las elecciones.

-En las de 2017 me manifesté públicamente en el diario LA ARENA y dije antes de las PASO que nuestro espacio iba a acompañar a los candidatos de Carlos Verna, que eran Ariel Rauschenberger y Melina Delú. Luego vinieron las PASO, hubo un resultado electoral individualmente positivo pero adverso en lo global, donde el conjunto de Juntos por el Cambio nos ganó.

-Ahí se asustaron, ¿no?

-No sé si nos asustamos, pero dijimos: «Bueno…» Y en septiembre de ese año vino Máximo Kirchner a cerrar un plenario de La Cámpora en La Pampa. No hay recuerdos de que haya ido a muchas provincias, pero vino acá y manifestó públicamente ahí que debíamos seguir apoyando a los candidatos de Carlos Verna y luego llega el desenlace en octubre, donde tuvimos una elección sumamente ajustada pero victoriosa. Gracias a Dios que tuvimos una elección victoriosa, porque no es lo mismo tener dos diputados nacionales que representen al peronismo o dos que representen a Juntos por el Cambio. Y eso quedó demostrado en 2018, cuando hubo que tomar una decisión trascendental en la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Fue la provincia de La Pampa, con sus diputados y diputadas peronistas, la que pudo dar el quiebre. Luego pasó lo que pasó en el Senado.

Trabajo, facultad y ayuda social.

Durante la extensa nota en el canal cooperativo, Alonso, quien no suele dar entrevistas, recordó su niñez y adolescencia en Victorica, su afición por el ajedrez y por las matemáticas y su etapa de universitaria en la Capital Federal, donde estudió la carrera de Licenciatura en Economía.
Narró que tanto ella como sus hermanos, desde los 18 años, trabajaron para mantener su estadía en aquella ciudad. En su caso, lo hizo en un supermercado, donde llegó a ser jefa del área logística. «Trabajaba de lunes a viernes de 9 a 18 y a las 19 entraba a la Facultad. Y los sábados iba a dar clases de apoyo a un comedor comunitario que estaba en el barrio 1-11-14», recordó.
Allí conoció al actual ministro de Ambiente, Juan Cabandié, y a la hoy intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. «Juan era el referente del comedor. Entonces La Cámpora ya estaba en formación», narró.
La actual secretaria administrativa del Senado de la Nación recordó que su tesis de Licenciatura fue un estudio de cómo la Ley de Retenciones Móviles a las Exportaciones de Soja -surgida como alternativa a la Resolución 125 que desató la crisis con las patronales agropecuarias en el año 2008- era beneficiosa para los campos de la zona de Victorica, dedicados a la cría de ganado.