Viernes 12 de abril 2024

Las tareas domésticas representan 16% del PBI

Redaccion 01/09/2020 - 21.53.hs

Un informe realizado por la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género, a cargo de Mercedes D’Alessandro, estimó el aporte del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado al sistema productivo y reveló que sería del 16 %, muy por encima de otras actividades. A su vez, midió el impacto de la asimétrica distribución de estas tareas entre hombres y mujeres.
«Las tareas domésticas y de cuidado consideradas como un todo son la actividad que más aporta a la economía: los cuidados representan un 16% del PBI. Son tareas que en su mayoría realizan las mujeres de manera gratuita. Según nuestros cálculos, las mujeres argentinas le dedican más de 96 millones de horas diarias a estas tareas, sin ningún tipo de remuneración pero con un gran costo en términos de tiempo», afirmó D’Alessandro.
Según el informe, el Trabajo Doméstico y de Cuidados No Remunerado (Tdcnr) representa un 15,9% del PBI y es el sector de mayor aporte en toda la economía, seguido por la industria (13,2%) y el comercio (13%). En total, se calcula que se trata de un aporte de $ 4.001.047 millones de pesos, valor que resulta de monetizar la gran cantidad de tareas domésticas que se realizan en todos los hogares, todos los días. Para tener dimensión de los que esto significa, precisa que Industria aporta $3.324.163 millones al PBI, y Comercio, $3.267.584 millones.
El documento precisa que el Trabajo Doméstico y de Cuidados no Remunerado es aquel «que permite que las personas se alimenten, vean sus necesidades de cuidados satisfechas, cuenten con un espacio en condiciones de habitabilidad, reproduzcan en general sus actividades cotidianas y puedan participar en el mercado laboral, estudiar o disfrutar del ocio, entre otras».
A su vez, plantea que «la distribución es estrictamente desigual» debido a que «9 de cada 10 mujeres realizan estas tareas», que significan en promedio 6,4 horas diarias. «Ellas dedican tres veces más tiempo que los varones», advierte.
Este escenario contribuye a «explicar que su participación en el mercado laboral sea más baja que la de los varones» e incide «en que tengan trabajos más precarios», lo que implica «una mayor desprotección social». También señala que «las mujeres presentan mayores niveles de desocupación, ganan menos y, por consiguiente, son más pobres. Es imprescindible entender que las condiciones de trabajo remunerado están estrechamente ligadas a cómo se resuelven las tareas no remuneradas».

 

Reparto desiguaI.
Para la realización del informe, sus autores tomaron «la única herramienta disponible para medir» el tiempo de Tareas Domésticas y de Cuidados no Remunerados que mujeres y varones realizan en sus hogares. Se trata de los datos que aportó la Encuesta de Uso del Tiempo, llevada a cabo por el Indec en el tercer trimestre de 2013. A partir de las preguntas se construyeron dos indicadores que «permitieron dimensionar por primera vez la carga y composición del trabajo no remunerado en Argentina». A esto se le sumó la Encuesta Permanente de Hogares realizada en el cuarto trimestre de 2019, con el objetivo de contabilizar el valor de mercado por hora del personal de casas particulares.
Según la encuesta y otro informe presentado anteriormente, se partió de la base de que «las mujeres realizan más del 75 % de las tareas domésticas no remuneradas. «El 88,9 % de las mujeres participan de estas tareas y les dedican en promedio 6,4 horas diarias. Mientras tanto, sólo el 57,9 % de los varones participa en estos trabajos, a los que les dedican un promedio de 3,4 horas diarias», señala.
«La diferencia en la distribución de tareas no remuneradas es mayor entre quienes son más jóvenes (de 18 a 29 años) y menor entre las personas de 60 años y más. A su vez, la presencia de niños y niñas en el hogar amplía la brecha en la distribución del trabajo no remunerado: las mujeres sin niños/as menores de 6 años a cargo realizan el 72,7 % de las tareas, mientras que quienes tienen dos o más se hacen cargo del 77,8 %», agrega.
En ese sentido, revela que las mujeres dedican más horas al trabajo doméstico incluso cuando se compara una que trabaja (fuera del hogar y de manera paga) en una jornada completa con un varón que se encuentra desempleado (5,9 horas y 3,2 horas diarias respectivamente). «La distribución es marcadamente desigual en términos de género», asevera.

 

El aporte al PBI.
El informe explica que el PBI es «un indicador económico que refleja la evolución económica de un país, permite realizar comparaciones con otros y entender las dinámicas de crecimiento y/o desarrollo económico, entre otras. Una de las formas de leer este indicador es en relación a su composición. En el caso de Argentina, los sectores con mayor aporte son la industria y el comercio».
Sin embargo, advierte que la medición no incorpora el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado. De esta manera, sostiene, «deja afuera una de las actividades fundamentales para la economía nacional».
En ese marco, del análisis realizado se calcula que «el aporte del Trabajo Doméstico y de Cuidados no Remunerado es de 15,9 %», el cual se encuentra «alineado con resultados de otros países en la región, que varían entre un 15 y un 24 %». A nivel internacional, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que el aporte es del 9 % del PBI.
«Si se compara el valor del Trabajo Doméstico y de Cuidados no Remunerado con el resto de los sectores, los resultados son contundentes: Representa un 15,9 % del PBI y es el sector de mayor aporte en toda la economía, seguido por la industria (13,2 %) y el comercio (13 %). En total, se trataría de un aporte de $ 4.001.047 millones de pesos, valor que resulta de la gran escala a la que se realizan las tareas domésticas no remuneradas en los hogares», afirma.
Este aporte es desigual, debido a que el 75,7 % proviene de tareas realizadas por mujeres. Esto significa que «las mujeres realizan más de las tres cuartas partes y, de ese modo, dedican, el total de ellas en su conjunto, 96 millones de horas diarias de trabajo gratuitas a las tareas del hogar y los cuidados».
«Este resultado se encuentra estrechamente vinculado con la carga desigual de tareas domésticas y de cuidado, y se traduce en términos de valorización monetaria en que las mujeres aportarían $ 3.027.433 millones a la economía, mientras que los varones aportarían $ 973.613 millones. Es decir, las mujeres aportan tres veces más al PBI en el sector con mayor relevancia y más invisibilizado de toda la economía nacional», señala.

 

Un debate marginado
El documento elaborado por el área que está bajo la órbita del Ministerio de Economía de la Nación advierte sobre la poca importancia que se le ha dado a los trabajos domésticos y de cuidados no remunerados dentro de la discusión económica.. «A pesar de la cantidad de horas que demandan estas actividades -en pandemia y fuera de ella-, sigue quedando al margen del debate económico», sostiene y cuestiona que «estas tareas no son reconocidas como productivas y no integran los modelos de análisis, ni aparece identificado su aporte a la economía».
Por estos motivos, destacaron que la propuesta de «estimar y monetizar» el trabajo doméstico y de cuidado «es una forma de avanzar a una valorización y cuantificación del aporte de este sector que resulta clave para el funcionamiento de la economía en su conjunto».
Por su parte, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad lanzó una campaña que está en sintonía. Se trata de «Cuidar en Igualdad. Necesidad, derecho y trabajo», que tiene el objetivo de reconocer a los cuidados como trabajo, aspecto que históricamente ha sido invisibilizado y distribuido de manera desigual.
Pilar Escalante, subsecretaria de Políticas de Igualdad, fue entrevistada por LA ARENA. En ese marco, explicó que «es una campaña que parte desde el diagnóstico de que las tareas de cuidado son trabajos muy invisibilizados».
En ese sentido, indicó que se trata de tareas que garantizan el desempeño en la vida cotidiana de todos y todas. «Pensar la importancia del reconocimiento y la valorización de estas tareas de cuidados, necesariamente implica el poder visibilizarlas y también reconocer las diferentes formas en las que se dan».

 

Distribución de las tareas
Al analizar los valores de trabajo domestico y de cuidados no remunerados por tipo de tarea, el informe presentado señala que los Quehaceres Domésticos son los que mayor peso tienen (60%), seguido del Cuidado de Personas (32,8%) y Apoyo Escolar (7,3%). A su vez, destaca que «la contribución a la economía total por parte de las mujeres de 3 mil millones al año (si se pagara), equivale a más de dos veces el tamaño del sector de Transporte y Comunicaciones o casi cuatro veces lo que aporta el sector de la Construcción».

 

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